Ciprofloxacino: ¿para qué sirve y por qué nos volvemos resistentes a él?
Como todo antibiótico, se encarga de combatir las infecciones del cuerpo. Sin embargo, hoy en día, la efectividad de estos medicamentos está sufriendo una caída abrupta y el ciprofloxacino es uno de los más afectados.
¿Qué es y para qué sirve el ciprofloxacino?
Este medicamento es un antibiótico, que pertenece al grupo de los llamados fluoroquinolonas. Es el encargado de matar a las bacterias que ocasionan infecciones en el cuerpo. Se utiliza para diferentes padecimientos, entre ellos:
- Neumonía
- Gonorrea
- Infecciones de piel, articulaciones y huesos
- Conjuntivitis
- Fiebre tifoidea
- Diarrea infecciosa
- infecciones de oído
- Infección de la próstata
- Infecciones del tracto urinario (si no existe otro tratamiento disponible)
Asimismo, también se usa para evitar que una persona contraiga meningitis si es que ha estado cerca de alguien con esta enfermedad.
En menor cantidad de casos, el ciprofloxacino también se usa para tratar o para prevenir la peste y el ántrax por inhalación.
¿Qué sucede con la resistencia al ciprofloxacino?
Este antibiótico no es el único que se ha visto afectado por su falta de efectividad. Hoy en día, todos estos medicamentos están bajo investigación. El Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia y el Uso de los Antibióticos (GLASS, por sus siglas en inglés) sugiere que la razón es la resistencia de las bacterias patógenas ante los antibióticos recetados para su eliminación.
Precisamente, uno de los antibióticos que ha lanzado cifras alarmantes en cuanto a su efectividad es el ciprofloxacino, con una caída del 8.4 % al 92.9 % en 33 de los países que han brindado datos al respecto.
Se cree que parte de esta resistencia fue causada por el uso y el abuso de este medicamento, lo que provoca que ya no genere los efectos adecuados y necesarios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «las bacterias resistentes más frecuentes son Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus y Streptococcus pneumoniae«, las cuales no diferencian entre países con bajos o con altos recursos.
¿Cuándo y cómo tomar ciprofloxacino?
Este medicamento tiene diferentes presentaciones. Algunas de ellas son:
- Envasada en forma de tableta
- Suspensión (líquido)
- Tableta de liberación prolongada para tomar por vía oral con o sin alimentos.
En los dos primeros casos, el ciprofloxacino se toma, normalmente, dos veces al día, mientras que las tabletas de liberación prolongada se recetan para ingerir solo una vez al día.
El médico te proporcionará toda la información para que tu ingesta sea adecuada. De todos modos, recuerda que debes tomarla siempre a la misma hora y no tienes que abandonar el tratamiento hasta terminar la receta prescrita por el profesional de la salud, incluso si tus síntomas han desaparecido.
Este último consejo es muy importante, ya que la duración del tratamiento depende del tipo de infección que padezca el paciente. Así que sigue todas las indicaciones del doctor con respecto al ciprofloxacino.
¿Qué dosis de ciprofloxacino debo tomar?
Este antibiótico se vende en tabletas de 250 mg, 500 mg y 750 mg, y también en formato líquido de 250 mg, el cual debe tomarse con cucharadas de 5 ml.
El médico valorará cada infección para conocer la dosis adecuada, pero generalmente se toman dos veces al día, excepto en el caso de los niños o de personas con problemas renales que deben tomar dosis más bajas.
¿Cualquier paciente puede tomar ciprofloxacino?
Como todos los medicamentos, el ciprofloxacino tiene sus contraindicaciones. Por este motivo, las situaciones en las que no se debe tomar o, al menos, se debe consultar con el médico, son las siguientes:
- Antes del año de edad
- Alergia al ciprofloxacino o a cualquier otro medicamento
- Diarrea durante las tomas de antibióticos
- Latidos fuertes, irregulares o rápidos
- Efectos adversos graves luego de la toma de cualquier antibiótico
- Epilepsia o cualquier otra afección que genera convulsiones
- Diabetes
- Antecedentes familiares de aneurisma aórtico abdominal o cualquier otro problema con la aorta
- Problemas en los riñones o en los tendones
- Mujeres embarazadas. En este caso en particular, se debe consultar con el médico si los posibles efectos superan a los riesgos. Solo así podría recetarse.
- Mujeres en período de amamantamiento.
Para no sufrir las consecuencias del ciprofloxacino o para no perder su efectividad, siempre se recomienda acudir a un médico para que recete las dosis adecuadas y el período que durará la toma.
Con información de Medicine Plus, OMS, El Universal México y Medical News Today.