Crean chip que permite identificar los riesgos del cáncer de mama

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En la Ciudad de México, 658 mujeres murieron a causa del cáncer de mama en 2016. De acuerdo con Armando Ahued, Secretario de Salud, esto representa un incremento de hasta el 10 por ciento.

En promedio, cada día mueren dos mujeres por esta enfermedad. Pero, ¿cómo prevenirlo cuando sólo una de cada tres mujeres, en México, de entre 40 y 69 años se había realizado una mastografía en su vida?

De acuerdo a la American Cancer Society la mayoría de los cánceres de seno comienza en los conductos que llevan la leche hacia el pezón, también en las glándulas que producen leche. Y aunque muchos tipos de cáncer de seno pueden causar protuberancias, no todos lo hacen.

Por ello, investigadores de la Universidad de Purdue se dieron a la tarea de detectar el momento exacto en que las células se vuelven cancerígenas con un dispositivo que crearon para identificar los factores de riesgo que causa el cáncer de mama.

El dispositivo risk on a chip simula el entorno que causa este cáncer. Se trata de una pequeña caja de plástico que guarda un pedazo de tejido mamario cubierto con diversas capas diminutas que sirven como conductos mamarios —regularmente donde el cáncer de mama se origina—, de esta forma los investigadores crearon un ambiente que produce factores de riesgo para imitar lo que sucede en un organismo vivo.

Queremos ser capaces de entender cómo comienza el cáncer para que podamos prevenirlo”, dijo Sophie Lelièvre, profesora de farmacología del cáncer en Purdue.

Fuente: Purdue.edu

El cáncer es una enfermedad de la expresión génica humana, por lo que resulta inutil realizar este tipo de estudio en ratas o ratones. Esta es la principal razón por la que los investigadores necesitaban un modelo que imita el órgano en cuestión.

Lelièvre trabaja en colaboración con Babak Ziaie, profesor de ingeniería eléctrica e informática en Purdue, para crear el dispostivo.

“A diferencia de las plataformas de cultivo de células monocapa 2D convencionales, la nuestra proporciona un entorno de cultivo de células 3D con generadores de gradiente diseñados que promueven la relevancia biológica del medio ambiente en tejido reales en el cuerpo”, dijo Rahim Rahimi, uno de los investigadores que trabaja en el proyecto.

No es la primera vez que Lelièvre y Ziaie desarrollan un chip de cultivo. En esta ocasión agregaron sensores que miden dos factores de riesgo: el estrés oxidativo y la rigidez tisular.

El estrés oxidativo es una reacción química que se produce como resultado del consumo de alcohol, el tabaquismo u otros factores de estrés, y altera el genoma de la mama. Este riesgo se simulará sobre el chip para producir esas moléculas y motivar al desarrollo del cáncer.

Mientras que la rigidez del tejido mamario es un indicador de la aparición y progresión de este tipo de cáncer. El equipo de investigación medirá la rigidez dentro de una matriz hecha de fibras, cuya densidad es relativa a la rigidez.

Las pruebas se están realizando en diferentes tipos de poblaciones, tanto en células primarias entre mujeres negras, como asiáticas y blancas. “La forma en que nuestro genoma está organizado depende de la ascendencia y el estilo de vida de un individuo; es muy complejo. Es por eso que el cáncer es tan difícil de tratar”, dijo Lelièvre.

El equipo de investigación cree que este chip podría ser utilizado para estudiar los riesgos adicionales mediante la adición de más tipos de células y biosensores. Pero cada optimización tomará entre seis meses y un año.

Lelièvre y Ziaie han recibido una subvención conjunta del Departamento de Defensa, en Estados Unidos, para crear y probar el dispositivo con estructuras que imitan la glándula mamaria.