Latinos en EEUU, más vulnerables a COVID-19
Se realizó un estudio en el área metropolitana de Baltimore-Washington, en los Estados Unidos. Se encontró que los latinos y su vulnerabilidad al coronoavirus es mayor que la de otros grupos raciales. Esto puede deberse a su condición de vida más precaria, hacinamiento y falta de aislamiento social, por la necesidad de seguir trabajando para percibir el salario.
Quiénes dieron resultados positivos
Un equipo de investigadores realizó un estudio, que fue publicado en JAMA. Este involucró una colaboración entre la Facultad de Medicina de la Johns Hopkins University y el University’s Center for Data Science in Emergency Medicine.
Procedieron a analizar los resultados de las pruebas de SARS-CoV-2 en cinco hospitales del sistema de salud Johns Hopkins. Sumaron 30 clínicas ambulatorias en el área metropolitana de Baltimore-Washington. Todos los análisis se efectuaron entre el 11 de marzo y el 25 de mayo del presente año.
De las 37 727 pruebas realizadas, 16,3 % fueron positivas para el SARS-CoV-2.
La aparición de pruebas positivas por agrupación étnica fueron:
- 42,6 % para las personas latinas
- 17,6 % para la población negra
- 17,2 % para las personas identificadas como «otros»
- 8,8 % para los blancos
Dentro de la población latina, la mayoría de los pacientes que dieron positivo, un 61,5 %, eran relativamente jóvenes. Sus edades fluctuaban entre los 18 y los 44 años. Esto constituye una cifra inusualmente elevada de casos positivos.
Por su parte, de los grupos de negros y blancos que dieron positivo de COVID-19, solo el 28 % de los pacientes se encontraban dentro de este rango de edad.
Considerando otras diferencias, los pacientes latinos que dieron positivo y fueron hospitalizados tenían considerablemente menores probabilidades de recibir diagnósticos de patologías preexistentes, en comparación con pacientes de otras razas.
También mostraron diferencias en cuanto a datos de tasas de hipertensión, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Estas fueron, aparentemente, mucho más bajas entre los pacientes latinos que entre los negros o blancos.
Desventajas
Este estudio encontró que la población latina y su vulnerabilidad al COVID-19 era mayor, en comparación con otros grupos que viven en los Estados Unidos. Los latinos tienen menos probabilidades de contar con seguro médico. Por lo que «está claro que la exclusión sistemática de esta población de los servicios de salud ha contribuido a las disparidades que vemos hoy». Esto lo manifiesta la autora del estudio, la doctora Kathleen R. Page, profesora asociada de medicina en la Facultad de Medicina de la Johns Hopkins University, en Baltimore.
Además, concluye: «Esta pandemia nos ha enseñado que todos estamos interconectados. Como mínimo, debemos relacionarnos de forma temprana con las distintas comunidades y proporcionar información y servicios culturalmente apropiados, eliminando la mayor cantidad posible de barreras para la atención».
Sin embargo, no queda claro si el acceso deficiente a la atención médica entre este grupo de habitantes implicó que las condiciones médicas preexistentes quedaran sin diagnóstico.
Las condiciones de vida precarizadas y la urgencia económica para salir a trabajar fuera del hogar, aún durante el brote de COVID-19, han contribuido a que las tasas de infección sean más elevadas entre las comunidades latinas.
Diferencias en acceso a la salud
Los autores advierten que su análisis se limitó a pacientes que utilizan el sistema de salud Johns Hopkins, por lo que estos datos pueden no reflejar las tasas de infección a nivel regional o nacional.
Pero las disparidades en cuanto al acceso a los servicios sanitarios pueden ser similares en otros lugares de los EE. UU., aunque su magnitud y sus causas pueden variar. Por lo tanto, «saber qué está impulsando estas disparidades de salud en cada región es una evidencia muy necesaria para desarrollar políticas e intervenciones personalizadas para servir mejor a toda nuestra gente», dijo Diego A. Martínez, profesor asistente en Johns Hopkins y primer autor del estudio.
Los investigadores esperan que sus hallazgos informen los cambios de política en todo el país y disminuyan la propagación del COVID-19 entre las poblaciones minoritarias. Porque «proteger a los latinos, generar confianza y reducir las barreras para participar en iniciativas de salud pública, como proteger a los trabajadores, reducir la amenaza de deportación y realizar atención de caridad para aquellos que no pueden pagar la atención médica, debería ser esencial», manifestó Martínez.
Positivos retrasados
El estudio también encontró que la cifra diaria de resultados positivos de los análisis para COVID-19 entre las personas latinas alcanzó su pico el 10 de mayo. Esto es comparativamente más tarde que en otros grupos étnicos. Los pacientes negros presentaron su número de contagiados más alto el 19 de abril, mientras que el 16 de abril fue para los pacientes blancos.
Según Page, dado que la mayoría de los pacientes latinos con COVID-19 son inmigrantes que trabajan en empleos con bajas remuneraciones, como construcción y limpieza, «muchos me dicen que retrasaron su llegada al hospital hasta que fue absolutamente necesario. Se debió a que estaban preocupados por las facturas médicas y no estaban seguros de poder recibir atención debido a su estado migratorio».
«La mayoría de los pacientes que he conocido no son elegibles para recibir beneficios. No tienen seguro médico y alquilan habitaciones en casas llenas de gente. La necesidad de trabajar, la falta de protección ocupacional y las condiciones de vida abarrotadas han llevado a una alta transmisión en esta comunidad».
Esta investigación no pudo determinar la causa de la mayor cantidad de resultados positivos entre los pacientes latinos. Pero este hallazgo puede deberse a una mayor prevalencia de COVID-19 en esta comunidad. Además, puede estar relacionado con diferencias en el acceso a la atención médica.