Carencia de nutrientes como ácidos grasos omega-3 y 6 durante la gestación podrían causar esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental crónico grave, puesto que a largo plazo puede ocasionar severas alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones y el comportamiento en general.
En la actualidad, se dispone de tratamientos para ayudar en el control de los varios síntomas que experimentan los pacientes esquizofrénicos, que los dota de un elevado grado de independencia que les permite realizar actividades productivas y mejorar su calidad de vida.
En todo el mundo, se estima que existen alrededor de 21 millones de personas con esquizofrenia, enfermedad que normalmente se evidencia en la adolescencia tardía o al comienzo de la edad adulta temprana.
Si bien se desconoce la causa puntual que la ocasiona, existe consenso general en que la esquizofrenia surge de una combinación de causales, incluyendo factores genéticos e influencias ambientales como la exposición a algunos virus y complicaciones durante el nacimiento.
Hallazgos en relación a los nutrientes y la esquizofrenia
Se ha descubierto que aquellas mujeres embarazadas que no consumen suficientes ácidos grasos omega-3 y omega-6 pueden transmitir a sus hijos alteración en la expresión génica, que se traduce en patologías que se expresan en la edad adulta.
Varias investigaciones han dado cuenta del hallazgo de un mecanismo en los ratones en el cual la carencia de determinados nutrientes al inicio del embarazo da lugar a esquizofrenia, manifestándose la sintomatología en su descendencia, una vez en la adultez.
El equipo de investigadores del RIKEN Brain Science Institute en Tokio, Japón, publicaron sus hallazgos en la revista Translational Psychiatry .
Se han ido acumulando una gran cantidad de datos y una creciente comprensión de que la alteración de la nutrición en momentos críticos durante el desarrollo “in útero” puede incrementar sensiblemente la susceptibilidad a varias patologías, que surgen en el individuo después de varios años.
El estudio en ratones
Un nuevo estudio , dirigido por el Dr. Takeo Yoshikawa, del equipo de psiquiatría molecular, investigó cómo la falta del ácido graso de la serie omega-3 DHA y el AA de la serie del omega-6 alteró la expresión de los genes implicados en el desarrollo cerebral antes del nacimiento.
Estos dos ácidos grasos poliinsaturados fueron elegidos para el estudio porque hallazgos previos han vinculado su carencia con el padecimiento de la esquizofrenia, además, se sabe de su abundante concentración a nivel cerebral y SNC en general, así como su reconocida influencia en el desarrollo nervioso.
En primer lugar, privaron a las hembras preñadas de los ácidos grasos DHA y AA. Esto desencadenó en la descendencia una vez llegada a la edad adulta, la manifestación de síntomas parecidos a la esquizofrenia. Estos síntomas incluyeron: deterioro de la memoria, falta de motivación y depresión.
Reducción de la expresión génica
Otro signo observable de la esquizofrenia es la disfunción en la corteza prefrontal, que es una parte del cerebro que regula una serie de funciones cognitivas como son: atención, memoria de trabajo, toma de decisiones, monitoreo de errores y cognición social.
Cuando la corteza prefrontal de los ratones adultos con la patología similar a la esquizofrenia fueron examinadas, los investigadores descubrieron que cientos de genes habían sido afectados por la privación de los ácidos grasos DHA y AA.
En particular, encontraron que la privación de DHA y AA había reducido la expresión en un grupo de genes que también se sabe que se alteran en el cerebro de los pacientes que padecen de esquizofrenia.
El estudio era sugerente de que la falta de los dos ácidos grasos había reducido la expresión de los genes mediante el aumento de grupos metilo en el ADN, un «proceso epigenético» que inserta determinadas señales químicas en el gen. Los genes así afectados, influyen en los oligodendrocitos, que son células que colaboran en la comunicación interneuronal.
El papel de los genes reguladores negativos del receptor nuclear
Algunas investigaciones adicionales llevadas a cabo revelaron que la privación de DHA y AA además había modificado la expresión de genes que se relacionaban con la función del GABA. Estas alteraciones mostraban concordancia con las encontradas en los análisis postmortem de los cerebros de personas con esquizofrenia.
Los investigadores también encontraron que los roedores patológicos presentaban otros genes alterados, aquellos encargados de codificar varios tipos de receptores nucleares, que son una clase de proteína que se unen al ADN, estimulando así la síntesis de proteínas en las células.
Objetivo potencial de nuevos fármacos
Los científicos también investigaron una forma posible de revertir el daño, para lo cual, a algunos ratones enfermos le administraron fármacos que se dirigen específicamente a los receptores nucleares. Esto ocasionó una activación de aquellos genes que habían sido regulados negativamente, tanto en los oligodendrocitos como en los que estaban relacionados con la síntesis de GABA, cuyo efecto se manifestó en la reducción de algunos comportamientos patológicos.
Uno de los autores, Motoko Maekawa dice: «Esto era evidencia de que las drogas que actúan sobre los receptores nucleares pueden ser una nueva terapia para la esquizofrenia«.
«El siguiente paso es probar la eficacia de los fármacos que se dirigen a estos receptores nucleares en pacientes con esquizofrenia, e investigar cómo los receptores nucleares regulan la función de los oligodendrocitos y las neuronas GABAérgicas para prevenir el desarrollo de la fisiopatología esquizofrénica«.