Trastorno bipolar y su relación con el genoma oscuro
Genetistas de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, encontraron que existen genes ocultos capaces de generar proteínas que son vitales para el desarrollo del cerebro, pero que también aumentan el riesgo de padecer enfermedades mentales como esquizofrenia o el trastorno bipolar. Ante este descubrimiento, te invitamos a conocer más sobre el trastorno bipolar y los genes oscuros que podrían estar involucrados en su desarrollo.
¿Cómo afecta el genoma oscuro al trastorno bipolar?
La investigación fue publicada en Molecular Psychiatry y consistió en buscar genes ocultos, nORF (marcos de lectura abiertos novedosos) expresados diferencialmente, dentro de regiones que tienen niveles de actividad elevada en personas con trastorno bipolar y esquizofrenia, en comparación con participantes sin estas condiciones de salud mental.
Con ello, los investigadores encontraron una base de datos del genoma llamada PsychoENCODE, en la que se identificaron 40 nORF asociados con el trastorno bipolar. Además, se observó que algunos de estos genes ocultos producen proteínas, las cuales aumentan el riesgo de padecer enfermedades mentales, entre ellas, el trastorno bipolar. Sin embargo, estas proteínas podrían ser usadas para desarrollar fármacos.
Según Sudhakaran Prabakaran, principal autor del estudio, «al escanear el genoma humano, hemos encontrado regiones no clasificadas como genes en el sentido tradicional, que crean proteínas que parecen estar asociadas con la esquizofrenia y el trastorno bipolar», lo que «abre un enorme potencial para nuevos objetivos farmacológicos».
¿Cómo es una persona con trastorno bipolar?
El trastorno bipolar, antes conocido como enfermedad maníaco-depresiva, es un padecimiento mental que genera cambios inusuales en el estado de ánimo, la energía, la actividad y la concentración.
Las personas con este trastorno se distinguen por tener momentos maníacos y otros depresivos. La fase depresiva se caracteriza por:
- Estado de ánimo depresivo o tristeza diariamente
- Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones
- Falta de apetito o consumo excesivo de alimentos, lo que lleva a una pérdida de peso o a una ganancia
- Fatiga
- Sentirse menos o culpable
- Pérdida del placer por las actividades que antes se disfrutaban
- Pérdida de autoestima
- Pensamientos de muerte o suicidio
- Problemas para conciliar el sueño o necesidad de dormir demasiado
- Aislarse
- Sentirse incapaz de hacer cosas simples
¿Qué es la euforia bipolar?
También conocida como fase maníaca, se caracteriza por:
- Problemas para concentrarse
- Participar en muchas actividades
- Poca necesidad para dormir
- Poco control del temperamento
- Poca capacidad para discernir
- Falta de autocontrol
- Comportamientos imprudentes, algunos de ellos pueden estar relacionados con el consumo excesivo de alcohol, drogas, apuestas y relaciones sexuales riesgosas
- Irritabilidad
- Hablar mucho y rápidamente, así como tener pensamientos apresurados
- Preocupación por cosas que no son ciertas (delirios)
- Sensación de que se puede hacer muchas cosas a la vez o de que se es muy talentoso o importante
¿Cuáles son los tipos de trastorno bipolar?
Existen tres tipos de trastorno bipolar, los cuales se distinguen por:
Trastorno bipolar I: en este se tienen episodios maníacos que duran al menos siete días, pero son tan graves que la persona necesita atención hospitalaria inmediata. Asimismo, en este tipo de trastorno bipolar también se ven episodios depresivos que duran al menos dos semanas.
Trastorno bipolar II: en este tipo se tiene episodios depresivos y episodios hipomaníacos, pero sin llegar a tener los episodios maníacos que comúnmente se tiene en el trastorno bipolar tipo I.
Trastorno ciclotímico: en él se tienen síntomas hipomaníacos y síntomas depresivos durante al menos dos años, sin llegar a tener episodios maníacos o depresivos.
¿Cuál es el tratamiento para este trastorno?
El objetivo principal del tratamiento es hacer que los episodios sean menos intensos y frecuentes. También busca prevenir la autoagresión y el suicidio, así como lograr que la persona pueda tener un desempeño adecuado en la sociedad.
Para lograrlo se recomiendan, en primera instancia, medicamentos estabilizadores del estado de ánimo. Si esto no funciona, puede que el médico recomiende antipsicóticos o antidepresivos. También se necesitarán visitas frecuentes al psiquiatra para vigilar la eficacia del tratamiento y puede que sea necesario acudir a psicoterapia para hacerle frente a los síntomas.
Como se ha visto, el trastorno bipolar es una enfermedad mental severa que requiere de tratamientos más eficientes para su control. Ojalá con las nuevas investigaciones del genoma oscuro, se encuentren terapias dirigidas que ayuden a controlar mejor los episodios maníacos y depresivos.
Con información de Medical News Today, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medscape y National Institute of Mental Health.