Síndrome de Münchausen, una forma de maltrato infantil
En 2016, la Revista de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello, de Chile, daba a conocer el caso clínico de un niño que presentaba una extraña secreción en los oídos; también tenía granulomas e inflamación en el tejido auditivo que no permitía ver el tímpano.
El niño, de sólo tres años y medio, había sido hospitalizado 5 veces en sólo nueve meses. A pesar de responder bien a los tratamientos; una vez dado de alta, recaía y volvía a ser ingresado al hospital. Los médicos no hallaban las causas de su enfermedad.
Los patógenos poco habituales en la infección de sus oídos y las lesiones sin explicación, los llevaron a pensar en que quizá era víctima de maltrato por parte de sus familiares; además se dieron cuenta también de que este pequeño paciente hablaba poco y con dificultad para su edad.
Después de pruebas psicológicas y de notar mejoría cuando estaba separado del entorno en el cual se desenvolvía usualmente, pensaron en la posibilidad de que fuera la madre quien le estuviera ocasionando la irritación en los oídos.
La respuesta llegaría más tarde, cuando la madre, al inyectar una sustancia al niño mientras estaba en la clínica, fue descubierta. Las autoridades le dieron una orden de alejamiento; el niño se recuperó del todo y quedó bajo la custodia de sus abuelos.
Un trastorno mental que podría ser una forma de abuso infantil
Roy Meadow, pediatra británico, identificó, en 1977, una enfermedad que llamaría “trastorno ficticio impuesto a otro”. Este padecimiento, hoy conocido como el Síndrome de Münchausen, fue llamado así por Karl Friedrich Hieronymus, barón de Münchausen, famoso por contar historias de aventuras que nunca le habían sucedido.
El trastorno consiste en fabricar síntomas y signos de enfermedad. Se ha detectado que se da principalmente en quienes cuidan a niños pequeños, sobre todo en las madres. De hecho, se considera como una forma de maltrato infantil.
La persona con este trastorno busca ayuda médica para otro que puede llegar a límites mortales; hay quienes inyectan sangre, orina o heces para provocar una enfermedad. También llegan a proporcionar fármacos con la finalidad de generar vómitos, diarreas o enfermedades que impliquen pruebas invasivas. Se estima que el 75% de las personas con el Síndrome de Münchausen son madres.
¿Enfermedades para llamar la atención?
Las causas del Síndrome de Münchausen no se conocen con certeza. Algunos especialistas piensan que quien lo padece sufrió algún tipo de abuso en su niñez; malos tratos; falta de afecto o carencias afectivas.
Este síndrome es difícil de identificar; pero se piensa que es un intento de llamar la atención o provocar admiración por la capacidad de manejar un problema. Es una obsesión de los pacientes por ingresar al hospital; se vuelven tan hábiles en generar síntomas y en pasar de una clínica a otra, que, en muchas ocasiones, hacen pensar a los médicos que los padecimientos son enfermedades raras o de difícil diagnóstico.
Cuando un niño se ve afectado por el Síndrome de Münchausen de un adulto, sus síntomas no encajan con un cuadro clásico de enfermedad; el padre, madre o tutor es demasiado atento y servicial; los progenitores se involucran en exceso con el trabajo de los espacios médicos. El signo más evidente de que un niño está sufriendo abuso por el Síndrome de Münchausen es que el infante mejora cuando se encuentra lejos de su entorno habitual.
Al detectar esta enfermedad, lo primero que se hace es proteger al niño y retirarlo de sus cuidadores. Se da aviso a las autoridades, debido a que se considera una forma de maltrato infantil; y, por supuesto, se recomienda terapia psiquiátrica.