Siete alternativas diagnósticas para evitar una colonoscopía

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Si bien la mayoría de los médicos recomiendan la colonoscopía como método de elección para realizar el screening del cáncer de colon, este procedimiento es invasivo, molesto y demanda un mayor costo de tiempo y dinero para el paciente, por lo que varias personas lo evitan, retardando o complicando un diagnóstico que podría haberse realizado precozmente.

Qué es y qué utilidad tiene una colonoscopía

Una colonoscopía es un método diagnóstico por imágenes que se utiliza para diagnóstico y seguimiento de anomalías del intestino grueso y el colon.

Este procedimiento implica la inserción de un tubo largo, el colonoscopio, a través del recto, desplazándose a lo largo del colon.

En su recorrido, el colonoscopio transmite imágenes, que se utilizan para realizar la búsqueda de pólipos intestinales. Si el médico encuentra pólipos, los eliminará a través del uso de un pequeño lazo que engloba la lesión y la remueve.

Motivos para evitar una colonoscopía

Si bien una colonoscopia tiene una gran importancia diagnóstica y puede salvar vidas al diagnosticar el cáncer de colon, algunas personas eligen no optar de este procedimiento por las siguientes razones:

  • Previo a su realización, requiere de una preparación que incluye un día completo con dieta blanda, así como la ingesta de un preparado laxante que se prescribe para inducir una diarrea, acompañada de una ingesta importante de agua, para que realice una limpieza del colon y, en algunos casos, también se indica un enema para optimizar aún más el estado del colon.
  • Este método diagnóstico requiere sedación, para evitar el nerviosismo y las molestias físicas asociadas al propio procedimiento. Los pacientes, al despertar, pueden experimentar diversos grados de malestar y distensión abdominal por el gas que puede haber sido forzado hacia el colon.
  • Para algunas personas puede representar un elevado costo, más aún si su cobertura en salud es escasa o no dispone de ella.

Dados los aspectos negativos que determinan muchas veces que las personas que forman parte del grupo de riesgo experimenta una renuncia y negación a realizarse una colonoscopía, por lo que los médicos están empezando a ofrecer otras alternativas a este procedimiento.

Otros exámenes para diagnosticar el cáncer de colon

Si bien una colonoscopia es considerada la opción más confiable para la detección del cáncer colorrectal, las pruebas alternativas pueden ayudar a una persona a reducir su riesgo de padecerlo si no puede o no desea que le practiquen una colonoscopia.

1. Pruebas inmunoquímicas fecales

Las pruebas inmunoquímicas fecales (FIT) son una opción de detección común que se emplea en varios países del mundo, y en E.E.U.U. la FDA aprueba su uso.

Los FIT usan anticuerpos para detectar sangre, que no es evidente a simple vista, en las heces de una persona. Es decir, sirve para detectar o corroborar una hemorragia que tiene lugar en alguna parte del tracto gastrointestinal.

Tiene algunos inconvenientes, como son los falsos positivos, en casos que el paciente sufra de algún sangrado procedente de fisuras anales o hemorroides, así como en mujeres menstruantes.

Al paciente se le entrega un kit para recoger una muestra de materia fecal en casa.

Como ventajas, hay que considerar que el FIT está dentro de la cobertura de salud de la mayoría de los servicios médicos y es una prueba de bajo costo.

Para mejorar su capacidad de detección debe repetirse anualmente, considerándose en este caso, que puede ser tan efectiva como una colonoscopía.

Si un FIT arroja un resultado positivo, es decir, indica presencia de sangre en las heces, se puede recomendar una colonoscopia, para verificar las presuntas anormalidades, así como ver el foco y extensión de la lesión.

2. Pruebas de sangre oculta en heces

Las pruebas de sangre oculta en materia fecal (FOBT) pueden llegar a ser tan efectivas como una colonoscopia, pero debe realizarse todos los años para garantizar la efectividad.

Este examen combina una prueba de sangre con el FIT para obtener una detección precisa del cáncer de colon.

3. Enema de bario de doble contraste

Un enema baritado de doble contraste es un tipo de radiografía que se emplea para examinar el colon. La prueba es efectiva para detectar pólipos de grandes dimensiones en el colon, pero puede pasar por alto los de pequeño tamaño.

Igual que una colonoscopia, requiere de una preparación que implica la limpieza colónica con ayuno y evacuación lo más completa posible del intestino.

Si se encuentra una imagen sospechosa en el colon, es probable que su remoción requiera la realización de una colonoscopia.

4. Cologuard

Cologuard es otra prueba que se realiza en muestra de heces. Si bien es relativamente nueva y más costosa que la FIT, pero generalmente está cubierta por un seguro privado en la mayoría de los casos.

La muestra se obtiene en la comodidad del hogar gracias  aun kit que se le entrega al paciente,  una vez emitida se remite al laboratorio donde es analizada para determinar si se presentan  biomarcadores y / o ADN anormal asociado con el cáncer de colon o pre cáncer.

Cuando se usa en reemplazo de una colonoscopia, se debe realizar cada 3 años.

5. ADN de heces

Una prueba de ADN en las heces es una prueba bastante reciente que sirve para buscar mutaciones en el ADN de ciertas enfermedades causadas por tumores cancerosos o pólipos precancerosos.

Se basa en el hecho que las células de las lesiones precancerosas y cancerosas con determinadas mutaciones son eliminadas a menudo en las heces. Esta prueba es capaz de detectar estas células y por lo tanto indica la presencia de pólipos precancerosos o cáncer del colon. Si se detecta cáncer , la persona necesitará hacerse una colonoscopía para eliminar la lesión cancerosa.

6. Colonoscopía por TC

Una colonoscopía por TC o TAC o colonoscopía virtual, consiste en tomar una radiografía del colon. Durante el examen, se inserta en el interior del recto un pequeño tubo que cubre una corta distancia para poder inflarlo con aire, para optimizar la visión  mientras se toman las imágenes por TC del colon y del recto.

Antes de su examen, también es necesaria una preparación como la ingesta de líquidos y la evacuación del colon.

De manera similar a la colonoscopía, el colon deberá vaciarse de antemano, pero no es necesario sedar al paciente durante este procedimiento.

Si se encuentra un pólipo o una lesión cancerosa, se requerirá una colonoscopia para eliminar los tejidos anormales.

7. Sigmoidoscopía

La sigmoidoscopia es una técnica que permite visualizar la parte final del intestino grueso, el sigma y el recto. Con esta prueba se pueden detectar alteraciones locales del colon, que van desde hemorragias hasta tumores. La desventaja de este método es que  no se puede estudiar todo el colon, por lo que sólo sirve para realizar un estudio inicial, pero a veces esto es insuficiente.

Al igual que con una colonoscopia, requiere una preparación que incluye el ayuno y la limpieza colónica.

Dadas su incomodidad y restricción diagnóstica, es preferible realizarse una colonoscopía en su lugar.

Así que ante estas indicaciones, costos y beneficios, conviene evaluar concienzudamente el método diagnóstico en relación al riesgo, más aún en personas con antecedentes de cáncer colorrectal.


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