¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es definida por los psicólogos como el proceso de adaptarse o recuperarse bien frente a la adversidad, los traumas, las tragedias, las amenazas y el estrés que se presentan a lo largo de la vida. Ser resiliente no solo implica sobreponerse a situaciones difíciles, sino también conlleva la capacidad de crecer.
En situaciones de crisis, como el confinamiento que actualmente se está viviendo por la pandemia de COVID-19, es normal que la gente se pregunte cómo algunas personas se recuperan fácilmente de las adversidades. Por este motivo, a continuación te explicaremos lo que significa este término y qué características tiene una persona resiliente.
¿Qué es la resiliencia?
De acuerdo con Cambridge Dictionary, «la resiliencia es la habilidad de ser feliz y exitoso, después de haber pasado por un momento difícil o malo». Por su parte, la American Psychological Association (APA), sostiene que es «la capacidad de adaptarse bien frente a la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o fuentes de estrés, como problemas familiares y de relación, problemas financieros y de salud graves o factores estresantes en el lugar de trabajo». Además, advierte que la resiliencia implica recuperarse de estas situaciones difíciles e, incluso, crecer y mejorar en la vida a partir de ellas.
¿Qué no es la resiliencia?
Por otro lado, también es importante mencionar que esto no quiere decir que las personas no experimentan problemas. Por el contrario, son consideradas resilientes porque han sufrido grandes dificultades o traumas en la vida, por lo que, al igual que todos, han experimentado dolor y estrés emocional.
Además, es importante reconocer que la resiliencia implica comportamientos, pensamientos y acciones que cualquiera puede aprender y desarrollar. Es decir, esta habilidad no es un rasgo de la personalidad que solo algunas personas poseen, sino, todo lo contrario; una capacidad que con tiempo e intencionalidad se puede desarrollar.
¿Qué significa ser una persona resiliente?
Dentro de las 10 cosas que hacen las personas resilientes se encuentran:
- Establecen y mantienen relaciones
- Evitan ver las crisis como problemas insuperables
- Aceptan que el cambio es parte de la vida
- Tienen objetivos propios y se dirigen hacia ellos
- Ejecutan acciones decisivas para resolver los problemas
- Fomentan el autodescubrimiento y aprecian los aspectos de la vida a los que antes no les prestaban atención
- Alimentan una visión positiva de sí mismos
- Ven los problemas en perspectiva
- Mantienen la esperanza y muestran una actitud positiva
- Buscan otras formas de lidiar con el estrés, por ejemplo, hay quienes escriben sus pensamientos y sentimientos más profundos o quienes practican meditación para relajarse
¿Cuáles son las características de la resiliencia?
Según la APA, la resiliencia se basa en cinco componentes básicos:
1. Construir conexiones
En este aspecto, es importante que las relaciones que se establezcan sean con personas empáticas y comprensivas que puedan recordarle a la persona que no está sola en los momentos difíciles.
También, es conveniente unirse a algún grupo cívico, comunidades religiosas u otras organizaciones de personas que brindan apoyo social y un sentido de propósito y pertenencia.
2. Fomentar el bienestar
Para mantener el bienestar es importante cuidar el cuerpo y la mente. Para esto, se requiere seguir una nutrición adecuada, dormir lo suficiente y tener una práctica regular de ejercicio físico.
Por otro lado, para cuidar la salud mental, se requiere practicar la atención plena mediante algunas acciones, como llevar un diario, realizar yoga, meditación o rezar. También, vale la pena practicar la gratitud y reflexionar todos los días sobre los aspectos positivos de la vida.
Otro punto importante para lograr el bienestar es no buscar salidas negativas a los problemas, tales como el consumo de alcohol o drogas. Estas sustancias solo enmascaran las heridas.
3. Encontrar un propósito
En este punto es importante ser proactivo y buscar qué se puede hacer para resolver el problema. También, se puede ayudar a otros para fomentar la autoestima y lograr tener un propósito más allá de las dificultades personales.
Asimismo, se deben desarrollar metas realistas y avanzar hacia ellas con regularidad. Todos los días se puede plantear la pregunta «¿qué puedo lograr hoy que me ayude a llegar a mis metas?».
Al pasar las dificultades, a menudo, las personas descubren que han crecido en algún aspecto de sus vidas.
4. Adoptar pensamientos sanos
Uno de los primeros pasos que se deben dar para ser resiliente es aceptar el cambio y que existen situaciones que no están en nuestras manos. Desde esta perspectiva, la persona resiliente se puede centrar en las circunstancias que sí puede alterar.
Por otro lado, a la par de aceptar el cambio, también se tiene que tener una visión optimista y esperar a que las cosas buenas sucedan. Las personas que desean desarrollar la resiliencia, visualizan lo que quieren en lugar de concentrarse en lo que temen.
En algunas ocasiones, es de ayuda mirar al pasado y recordar cómo con anterioridad se respondió a las situaciones difíciles y con qué herramientas se solucionaron los problemas.
También, cabe destacar que, quienes han desarrollado la resiliencia, evitan verse como víctimas de las circunstancias y se concentran en los resultados positivos y en formas de resolver los problemas.
5. Buscar ayuda
Las personas resilientes reconocen cuando, con sus propios recursos, no pueden salir adelante y, entonces, buscan la ayuda de algún profesional de la salud mental que pueda desarrollar en conjunto con ellas una estrategia para salir adelante.
En conclusión, la resiliencia es una habilidad que se puede aprender y que, en tiempos de crisis, bien vale la pena desarrollarla.
Con información de Infosalus, American Psychological Association, Fundación Pasqual Maragall y VeryWellmind.