Los efectos del estrés en la salud

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Dolor de cabeza, tensión muscular, malestar en el pecho y en el estómago, y fatiga son solo algunos de los efectos a corto plazo del estrés. No obstante, cuando no se controla, puede generar graves problemas de salud, como hipertensión, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes. 

Por este motivo, a continuación te invitamos a conocer qué provoca el estrés en la salud, cuántos tipos de estrés existen y cómo es que se puede controlar esta sensación. 

¿Qué es lo que provoca el estrés?

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU., el estrés prolongado puede perturbar al cuerpo y generar alteraciones en el sistema inmunológico, digestivo, cardiovascular, reproductivo y en el sueño. 

Esta institución asegura que, con el estrés, algunas personas experimentan problemas digestivos, dolores de cabeza, insomnio, tristeza, ira e irritabilidad. No obstante, cuando la tensión continua por mucho tiempo, puede contribuir a padecer enfermedades cardíacas, presión arterial elevada, diabetes y, a nivel mental, depresión y ansiedad. 

¿Cómo se manifiesta el estrés en el cuerpo?

Los efectos del estrés más frecuentes en la salud son: 

Síntomas físicos Cambios de
comportamiento
Síntomas
emocionales 
Dolor de cabeza
o resfriados e
infecciones
frecuentes 
Comer en
exceso
o no comer 
Ansiedad 
Tensión muscular
o apretar la mandíbula
y rechinar los dientes
Arrebatos
de ira 
Inquietud, que se
traduce en una dificultad
por tranquilizarse o
aquietar la mente
Dolor en el pecho
y latidos cardíacos
rápidos 
Abuso del
alcohol
Poco motivación
Fatiga o sensación
de tener poca
energía 
Consumo
de tabaco
y drogas
Problemas para
concentrarse 
Pérdida del
deseo sexual 
Aislamiento
social 
Sentirse abrumado
y tener la sensación
de que se está
perdiendo en control
Malestar
estomacal 
Falta de
actividad
física 
Irritabilidad y enfado,
sentirse mal con uno
mismo, solo y sin valor
Problemas
para dormir 
Evadir
responsabilidades 
Tristeza o depresión 
Efectos del estrés en la salud
Fuente: Pexels.

¿Cuáles son los tipos de estrés? 

El estrés se clasifica en tres tipos:

Estrés agudo

Este tipo de estrés es el más común y surge por las exigencias y las presiones del pasado. 

Por lo general, los efectos del estrés agudo son a corto plazo y se distinguen por lo siguiente: 

  • Combinación de enojo, irritabilidad, ansiedad y depresión.
  • Dolores de cabeza, de espalda, de mandíbula, en tendones y ligamentos. 
  • Acidez estomacal, flatulencias, diarrea, estreñimiento e intestino irritable. 
  • Ritmo cardíaco acelerado, sudoración en las palmas de las manos, palpitaciones, mareos, dificultad para respirar y dolor en el pecho. 

Estrés agudo episódico

Esto ocurre en personas que tienen estrés agudo con frecuencia. Por lo general, esta gente tiene una vida desordenada, siempre está apurada y asume muchas responsabilidades. 

Los síntomas de este tipos de estrés son:

  • Agitación prolongada 
  • Migrañas persistentes
  • Hipertensión
  • Dolor en el pecho y enfermedad cardíaca

Estrés crónico 

Este tipo de estrés es agotador y destruye, poco a poco, el cuerpo y la mente de quien lo padece. Los efectos del estrés crónico se manifiestan a largo plazo y, en el peor de los escenarios, llevan al suicidio, la violencia, el ataque cardíaco, la apoplejía e, incluso, el cáncer. 

¿Cuáles son los efectos del estrés en la salud a largo plazo? 

Dentro de los principales efectos del estrés crónico se encuentran:

Alteraciones musculoesqueléticas

El estrés crónico genera que los músculos estén en un estado permanente de cautela y, cuando esta parte del cuerpo está tensa por periodos prolongados, se genera dolor musculoesquelético en la espalda baja y en las extremidades superiores. 

Con el paso del tiempo y la constante tensión muscular, ocasionada por el estrés, se atrofian los músculos y se generan dificultades en el movimiento. 

Problemas respiratorios

Por ejemplo, algunos estudios sugieren que otro de los efectos del estrés agudo pueden ser los ataques de asma, pues, se ha visto, que personas que padecen esta enfermedad respiratoria presentan estos ataques con mayor frecuencia ante un evento estresante, como la muerte de un ser querido.

Por otro lado, la respiración acelerada que genera el estrés crónico puede aumentar el riesgo de padecer ataques de pánico. 

Enfermedades cardíacas 

Se sabe que el aumento constante de la frecuencia cardíaca y los niveles elevados de la hormona del estrés, ambas situaciones que ocurren con el estrés crónico, aumentan el riesgo de hipertensión, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. 

Padecimientos endócrinos e inmunológicos 

Durante un evento estresante, el cuerpo libera cortisol, una hormona que regula el sistema inmunológico y reduce la inflamación. Cuando el estrés se vuelve crónico, se deteriora la comunicación entre el sistema inmunológico y el hipotálamo, lo que, a su vez, genera fatiga crónica y trastornos metabólicos (obesidad y diabetes) e inmunológicos.

¿Cómo controlar el estrés?

Según los expertos de Mayo Clinic, las estrategias más efectivas para manejar el estrés son: 

  • Hacer ejercicio con frecuencia
  • Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación, el yoga, el tai chi y los masajes
  • Mantener el sentido del humor
  • Frecuentar a amigos y familiares
  • Invertir tiempo en pasatiempos, como leer un libro o escuchar música
  • Dormir lo suficiente y llevar una alimentación saludable

Los efectos del estrés en la salud son muchos y algunos son serios e irreversibles. Por este motivo, lo mejor es llevar a cabo algunas acciones para minimizarlo día a día. 

Con información de World Economic Forum, Mayo Clinic, WebMd y American Psychological Association