Personas con obesidad acumulan grasa en sus vías respiratorias
La obesidad es la acumulación anormal o excesiva de grasa.
Para saber si una persona tiene este padecimiento, es necesario medir el índice de masa corporal (IMC); es decir, el peso en kilogramos dividido entre el cuadrado de la talla en metros.
Esta enfermedad es un factor de riesgo para numerosas complicaciones en la salud; incluidos los desórdenes crónicos como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil. Por otro lado, el 78% de los casos de obesidad en adultos están asociados con la acumulación de grasa en el hígado.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por su parte, dirige la mayor parte de los esfuerzos a tratamientos que implican modificaciones en el estilo de vida con apoyo nutricional y asesoría en actividad física.
En Estados Unidos, así como en otras partes del mundo, la obesidad también se ha convertido en uno de los principales problemas de salud.
Según información del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, uno de cada tres adultos tiene obesidad.
Aunque se sabe que este padecimiento está ligado a otros desórdenes, se desconocen los mecanismos que lo provocan.
Una de las relaciones que ha llamado más la atención es entre la obesidad y el asma.
Los especialistas han observado que la acumulación de grasa contribuye a problemas respiratorios; sin embargo, no queda claro cómo.
Por ese motivo, investigadores del Sir Charles Gairdner Hospital, en Perth, Australia, realizaron un estudio en el que muestran que los tejidos grasos pueden acumularse dentro de las paredes de las vías respiratorias.
Dicha situación podría ser la responsable del asma en pacientes con obesidad.
Grasa acumulada
Los científicos australianos analizaron pulmones de 52 personas fallecidas que donaron su cuerpo para la ciencia.
De los cincuenta y dos cuerpos, 21 de ellos tenían asma, 15 no, y los 16 restantes murieron por causas relacionadas con asma.
Los autores utilizaron diferentes tintes para estudiar la estructura de mil 373 vías respiratorias e identificar la cantidad de tejido graso que presentaban. De igual manera, usaron información sobre el IMC de cada donador.
Con esa información, se dieron cuenta de que los tejidos grasos se alojaban en las paredes de las vías respiratorias; por lo tanto, estas se bloqueaban y causaban inflamación en los pulmones.
Los expertos sugieren que la grasa ocupa otros espacios; lo que llevan a la inflamación.
Así, la acumulación de grasa provoca el engrosamiento de las vías respiratorias y, por ende, se limita el flujo de aire fuera y dentro de los pulmones
El siguiente paso es confirmar la relación entre la obesidad, los tejidos grasos y el sistema respiratorio; así como los problemas pulmonares.
Asimismo, anotaron su interés por averiguar si la pérdida de peso podría revertir el impacto potencial de la obesidad en la salud respiratoria.
El profesor Thierry Troosters, presidente de la European Respiratory Society, especialista ajeno a la investigación, declaró a Medical News Today que estos avances son importantes para encontrar la relación entre el exceso de peso y las enfermedades respiratorias; porque demuestra que la obesidad puede empeorar los síntomas de padecimientos como el asma.
Además, señaló, que, si bien hacen falta más pruebas, esto invita a las personas con asma o afecciones similares a vigilar de cerca su peso.
Los hallazgos completos fueron publicados en la revista European Respiratory Journal.
Con información de Medical News Today.