Aumentan casos de asma infantil por contaminación del aire

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A nivel mundial, el asma es la enfermedad no transmisible más común entre los niños y según datos entregados por la OMS, su prevalencia se ha incrementado enormemente desde los años cincuenta, debido a múltiples razones.

La contaminación del aire relacionada con las emanaciones producidas por el tráfico puede provocar asma, ya que las sustancias contaminantes pueden dañar las vías respiratorias, inflamando los bronquios y provocando asma en niños genéticamente predispuestos.

Si bien aún no se ha aclarado qué contaminante en particular dentro de la mezcla de estas sustancias aéreas provenientes del tráfico es la causante del asma, las revisiones de la US Environmental Protection Agency y  Health Canada sugieren que existe la probabilidad de una relación causal entre la exposición al dióxido de nitrógeno (NO2) a largo plazo y el desarrollo del asma infantil.
El dióxido de nitrógeno es un gas tóxico e irritante. La mayor parte se origina de la oxidación del monóxido de nitrógeno (NO) proveniente de la combustión de los combustibles fósiles por parte de los motores, especialmente los diesel, y las emisiones de tráfico pueden contribuir hasta el 80% del NO2 ambiental en las ciudades. 

El no emitido por los vehículos, una vez en la atmósfera, se oxida y se convierte en NO2 . También actúa potenciando la formación del material particulado, sobre todo de partículas finas, que son las más nocivas.

La exposición crónica al NO2 se ha asociado con diversas alteraciones y patologías de las vía respiratorias, como disminución de la capacidad pulmonar, bronquitis agudas y asma. Además, se considera causante de cuadros alérgicos, especialmente en niños. Existen algunas investigaciones que lo vinculan con un incremento en la mortalidad. Otros efectos de menor magnitud es la irritación ocular y de las mucosas.

El estudio

En un nuevo estudio, realizado por investigadores de la George Washington University, University of British Colombia, el Institute for Health Metrics and Evaluation y la Oregon State University, utilizaron el NO2 como sustituto de la mezcla de contaminación vehicular, para centrarse específicamente en sus efectos en el desarrollo del asma infantil. 

Los autores combinaron un conjunto de datos globales de NO2 ambiental con información sobre la distribución de la población y la incidencia del asma relacionada con la contaminación generada por el tráfico en niños de 1 a 18 años, realizada en 194 países y 125 ciudades principales del mundo, publicada en The Lancet Plan Health.

Estas estimaciones globales sugieren que más de uno de cada diez casos de asma infantil estarían relacionadas con la contaminación del aire ocasionada por el tráfico cada año. Esto implica que hay 170 casos nuevos de asma relacionada con este tipo de contaminante por cada 100,000 niños cada año, y el 13% de los casos de asma infantil diagnosticados anualmente guardan relación con este tipo de sustancias, como dice la autora principal, la Dra. Susan Anenberg:

La contaminación por dióxido de nitrógeno parece ser un factor de riesgo importante para la incidencia del asma infantil en países desarrollados y en desarrollo, especialmente en áreas urbanas.

Dado que el 92% de los casos se originan en áreas con niveles de contaminación del tráfico por debajo del nivel de la guía de la OMS, los autores sugieren que estos valores deben ser revisados y modificados, pues los resultados del estudio estarían indicando que los valores recomendados deberían ser más bajos que los actualmente en uso.

El autor principal, Ploy Achakulwisut, de la George Washington University de Estados Unidos, agrega:

Nuestro estudio indica que las iniciativas políticas para aliviar la contaminación del aire relacionada con el tráfico pueden conducir a mejoras en la salud de los niños y también a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los ejemplos recientes incluyen la electrificación de Shenzhen de toda su flota de autobuses y los cargos por congestión en la Zona de Emisión Ultra-Baja de Londres«.

De los 194 países estudiados, el que evidenció la mayor incidencia de asma infantil por contaminación ocasionada por el tráfico fue Corea del Sur (31%), seguido de Kuwait (30%), Qatar (30%), Emiratos Árabes Unidos (30%) y Bahrein (26%). 

A nivel mundial, se calcula la existencia de 170 casos nuevos de asma relacionada con la contaminación del tráfico por cada 100,000 niños cada año, y el 13% de los casos de asma infantil diagnosticados en este período de tiempo están relacionados con la contaminación del tráfico.

De las 125 ciudades estudiadas, hubo una gran variación en la proporción de casos de asma infantil atribuibles a la contaminación del tráfico: del 6% en Orlu, Nigeria, al 48% en Shanghai, China. De las diez ciudades con la mayor proporción de casos, ocho estaban en China.

El mayor número de casos de asma relacionada con la contaminación del tráfico se estimó en China (760,000 casos), lo que probablemente se deba a que este país tiene la segunda mayor población de niños y la tercera mayor concentración de NO2 del mundo. 

Un 66% de los casos de asma relacionados con la contaminación del tráfico se dieron en los centros urbanos de todo el mundo, y cuando se incluyeron los suburbios, esta proporción aumentó al 90% de los casos.
El porcentaje de nuevos casos de asma atribuibles a la contaminación del tráfico por ciudad varió desde el 6% en Orlu, Nigeria, hasta el 48% en Shanghai, China, y reflejó en gran medida las variaciones en las exposiciones de NO2 dentro de cada región. 


Limitaciones del estudio

Los autores señalan la existencia de algunas limitaciones, como el hecho de que los estudios que relacionan la contaminación del tráfico y el asma, junto con ​​los datos de monitoreo de NO2 provienen mayoritariamente de América del Norte, Europa y Asia del Este.

Debido a la escasa disponibilidad de datos, los niveles de NO2 utilizados en este estudio son para el período 2010-2012, mientras que las tasas de incidencia de asma en un grupo poblacional son para el 2015 y debido a los recientes cambios globales en los niveles de NO2 (disminuciones en las ciudades de Estados Unidos y Europa, y aumentos en Asia), las estimaciones pueden no ser exactas, por lo que se necesita más investigación en base a los últimos niveles de NO2.



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