Inflamación abdominal: qué es y cómo tratarla
La inflamación o distensión abdominal es una alteración clínica frecuente y, generalmente, benigna, que puede presentarse como único síntoma, constituir en sí una patología o acompañar a otros trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable, intolerancias alimentarias o malos hábitos alimenticios.
¿Qué es y a qué se debe la inflamación abdominal?
La hinchazón, inflamación o distensión abdominal es una alteración clínica muy frecuente y, generalmente, benigna, que se encuentra en un 16 a 30 % de la población general. Es mucho más frecuente en mujeres.
Si bien es muy habitual entre la población general y puede ocasionar bastantes repercusiones negativas en la calidad de vida de quien la padece, recibe muy poca atención.
Se distinguen dos síntomas que incluyen la inflamación abdominal: la distensión, que implica un aumento visible del abdomen, y la sensación de pesadez abdominal, que no es perceptible visualmente.
La hinchazón abdominal ocurre cuando el tracto gastrointestinal está lleno de gas, que se produce y acumula cuando los alimentos no digeridos se descomponen o cuando se traga aire. Este proceso le sucede a todas las personas, pero algunas pueden tragar más aire que otras, especialmente si comen o beben demasiado rápido, si mascan chicle, si fuman o si usan dentaduras postizas que no se ajustan bien.
Los eructos y las flatulencias son dos formas en las que el aire tragado es eliminado del cuerpo. La hinchazón suele ir acompañada de dolor, exceso de gas (flatulencia), eructos y ruidos abdominales.
Causas médicas
Estos trastornos digestivos se deben a desórdenes de la interacción cerebro-intestino, que causan síntomas debido a la combinación de factores como la sensibilidad digestiva y alteraciones de la función inmune, de la microbiota intestinal y del sistema nervioso.
Las causas de inflamación abdominal por afecciones médicas incluyen:
- Intolerancia a ciertos alimentos.
- Malabsorción de alimentos, como algunos carbohidratos.
- Estreñimiento.
- Síndrome del intestino irritable.
- Enfermedad inflamatoria del intestino, como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
- Otros trastornos gastrointestinales funcionales.
- Gastritis.
- Síndrome premenstrual.
- Acidez estomacal.
- Alteraciones hormonales (especialmente en las mujeres).
- Giardiasis (infección por un tipo de parásito intestinal).
- Vaciamiento tardío del estómago (gastroparesia).
- Trastornos de la alimentación, como anorexia o bulimia nerviosa.
- Factores de tipo mental, como estrés, ansiedad y depresión.
- Algunos fármacos.
- Intolerancia a la lactosa.
- Quistes ováricos.
- Oclusión intestinal parcial.
- Embarazo.
- Miomas uterinos.
- Acumulación patológica de líquido en la cavidad abdominal (ascitis) a consecuencia de algún tipo de cáncer, enfermedad hepática, insuficiencia renal o cardíaca congestiva.
- Enfermedad celíaca o intolerancia al gluten.
- Insuficiencia pancreática.
- Perforación del tracto gastrointestinal.
¿Cómo prevenir o aliviar la hinchazón?
Para el tratamiento y la prevención de la hinchazón se proponen diversas estrategias, según la causa identificada. Estas incluyen:
Cambios en el estilo de vida
En muchos casos, los síntomas de la inflamación abdominal se pueden disminuir o prevenir adoptando algunos cambios simples en el estilo de vida:
- Evitar mascar chicle.
- Limitar el consumo de bebidas carbonatadas.
- Restringir la ingesta de alimentos que causan gases, como las verduras de la familia de las coles, las lentejas y los frijoles secos.
- Comer despacio.
- Ingerir productos lácteos sin lactosa (en caso de intolerancia a la lactosa).
- Consumir alimentos con probióticos, como kéfir y yogur griego.
Masajes
Los masajes en el área abdominal también pueden ayudar a reducir la hinchazón, que además pueden mejorar síntomas como la depresión, la ansiedad y proporcionar mayor bienestar general.
Medicamentos
Si al consultar a un doctor, este encuentra una causa médica para la hinchazón, puede ser que recomiende tratamientos médicos, como antibióticos, laxantes, antiespasmódicos o antidepresivos.
Remedios caseros
Para los amantes de las soluciones provenientes de la naturaleza, algunas opciones son las siguientes:
- Agua con vinagre de manzana, que mejora la digestión y reduce la inflamación abdominal. En un vaso con agua, se vierte una cucharada pequeña de vinagre de manzana sin filtrar, antes o después de comer.
- Infusión caliente de hierbabuena antes de comer para facilitar el proceso digestivo.
- Infusión de jengibre, que puede quitar las nauseas y el dolor estomacal, entre algunos de sus beneficios. Se prepara con la ralladura de media cucharadita de jengibre en agua hirviendo.
- Agua tibia con limón.
- Semillas de cardamomo que, al ser masticadas o hechas infusión, alivian la gastritis, el dolor y la inflamación abdominal.
Cuándo consultar a un médico
Es recomendable hablar con un médico si la hinchazón se acompaña de alguno de los siguientes signos o síntomas:
- Sangre en las heces.
- Heces oscuras con aspecto alquitranado.
- Dolor abdominal severo o prolongado.
- Fiebre elevada.
- Diarrea.
- Vómitos.
- Empeoramiento de la acidez estomacal.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
Puesto que la hinchazón abdominal puede interferir severamente con la capacidad para trabajar y participar en actividades sociales o recreativas, conviene tomar medidas para prevenirla o tratarla adecuadamente.
Con información de Revista Médica y el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidneys Diseases.