Georgios Papanikolaou, el creador de la prueba para detectar cáncer cervicouterino

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El virus del papiloma humano (VPH) es un grupo de virus relacionados entre sí. Pueden causar verrugas en diferentes partes del cuerpo. Algunos de ellos afectan los genitales y pueden provocar cáncer.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de cuello uterino causado por el VPH ocupa el cuarto lugar entre los tipos más comunes de cáncer que afecta a mujeres.

Se estima que, cada año, hay 266 mil muertes relacionadas con este padecimiento, y más de 528 mil casos nuevos.

Aunque la mayor parte de las infecciones por VPH no provocan síntomas, detectarlo tarde puede tener graves consecuencias.

El papanicolau es el examen capaz de detectar cambios en el cuello uterino que pueden convertirse en cáncer. Este avance se lo debemos al científico griego Georgios Papanikolaou.

El día de ayer, para conmemorar el aniversario de su nacimiento, el doodle de Google estuvo dedicado a él en algunos países, ¿pero quién fue?

La investigación como pasión

Nació en la isla de Eubea en Grecia un 13 de mayo de 1883. Tuvo tres hermanos. Aunque pudiéramos pensar que toda su vida quiso ser un científico, en sus primeros años asistió a clases de música y humanidades en la Universidad de Atenas.

Más tarde, decidió seguir los pasos de su padre e ingresó a la School of Medicine of The National University of Athens. Tras su graduación, trabajó como asistente de cirujano en la milicia.

En Grecia atendió a pacientes con lepra a las afueras de su comunidad; a la par, estudiaba filosofía y biología, aunque mostró gran interés por la investigación.

Esos motivos lo llevaron a Alemania para realizar un doctorado en zoología; del cual se graduó en 1910.

Durante ese año, se casó con Andromache Mavroyeni, descendiente de la familia Mavrogenous, reconocida por su lucha contra los otomanos durante la guerra de independencia griega.

Tres años más tarde, en 1913, Papanikolaou y su esposa llegaron a Nueva York; donde, por algún tiempo, el científico tocó el violín y vendió alfombras para ganarse la vida.

Eso no duró mucho, pues para 1914, Georgios Papanikolaou fue reclutado como investigador en la Universidad de Cornell, lugar que sería su sede de trabajo por 47 años.

De conejillos de indias a cáncer

Las investigaciones en humanos le tomarían algunos años a Papanikolaou; pero comenzó sus estudios con conejillos de indias.

Para este investigador, dedicar tiempo a encontrar diagnósticos tempranos de cáncer, a través de la recuperación e identificación de células cancerosas exfoliadas, era su mejor inversión.

A partir de 1920, se centró en la citopatología, rama encargada de estudiar y diagnosticar enfermedades a nivel celular, del sistema reproductivo humano.

Su esposa fue la primera mujer en la que pudo realizar análisis.

Para Papanikolaou, identificar células cancerosas en las muestras de una mujer con cáncer cervical fue una de sus experiencias más importantes.

Después de ese hallazgo, realizó un ensayo clínico que demostró el valor diagnóstico del examen citológico de la frotis, en el que se toma un fragmento de tejido o secreción y se coloca en un portaobjetos para observarse con el microscopio.

Aunque en un principio, sus resultados fueron tomados con reservas por la comunidad científica, Papanikolaou continuó sus investigaciones y demostró que las pruebas de tejido normales y anormales podrían verse con un microscopio y ser clasificadas de forma correcta.

Fue así que se desarrolló la prueba del Papanicolau y se convirtió en el estándar médico para para detección de cáncer cervical.

En 1950, recibió el Premio Albert Lasker por su investigación médica.

Un repentino ataque al corazón

Papanikolaou trabaja un promedio de 14 horas al días, tanto en la Universidad de Cornell como en su hogar. Muchos otros médicos y científicos acudían a él para dominar su técnica.

En 1961, a los 78 años, decidió establecerse en Miami. Sus planes eran emprender y gestionar el Miami Cancer Institute; sin embargo, el 19 de febrero de 1962 murió de un ataque cardiaco.

En su honor, el instituto tomó el nombre de Papanikolaou Cancer Research Institute.

Otros reconocimientos llegaron más tarde:

  • En 1978, el servicio postal estadounidense creó un sello de 13 centavos que serían destinados a la detección oportuna del cáncer.
  • Entre 1995 y 2001, su retrato estuvo en el billete de 10 mil dracma griegos.
  • Fue nominado en dos ocasiones para el Premio Nobel, aunque no lo ganó.

Georgios Papanikolaou escribió 158 artículos y cinco libros, entre los que destaca Atlas of Exfoliative Cytology.

Con información de Aljazeera.