Estudio explica relación entre manganeso y mal de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, sólo después del mal de Alzheimer. Lo que se traduce en aproximadamente 4.1 millones de casos en el mundo. Además, cada vez se registran más casos, haciendo que la cifra crezca. Usualmente, la mayoría de los síntomas comienzan alrededor de los sesenta años. Por si fuera poco, con el paso del tiempo, los síntomas empeoran. Y desgraciadamente, no existe cura.
Sin embargo, el equipo liderado por la doctora Linda Lloyd (Quien trabaja en el área de neurotoxicología en la Universidad Estatal de Iowa) ha avanzado en la comprensión de la enfermedad; debido a que ha logrado describir el mecanismo en el cual el manganeso se relaciona con el Parkinson.
Manganeso, nutriente y toxina
El manganeso (no confundir con magnesio) es un metal como el hierro. Y al igual que el hierro, tiene un papel importante en el cuerpo. El manganeso se cataloga como oligoelemento, es decir, se requieren pequeñas cantidades, pero su ausencia o exceso es muy perjudicial en la salud. Si bien el manganeso es necesario para tener un buen funcionamiento del sistema inmune, así como el crecimiento y algunas funciones celulares, el metal también puede actuar como veneno cuando se encuentra en exceso.
Cuando alguien se intoxica con manganeso, uno de los principales sistemas afectados es el nervioso. La condición, conocida como manganismo, empieza causando debilidad y cansancio general. Sin embargo, conforme el manganismo avanza, otros síntomas más graves aparecen. Entre los más comunes destacan los temblores, dificultad para andar y hablar. En general, los síntomas son muy similares a los del mal de Parkinson.
El manganismo es más o menos frecuente en trabajadores de minas y fundidoras que trabajen con el metal, además de soldadores. Por otro lado, una persona que no se dedique a esos trabajos no tiene que temer a la exposición excesiva al manganeso.
Encontrando la relación entre el metal y el Parkinson
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la aparición de una proteína conocida como Alfa-Sinucleína (aSyn). La proteína es toxica para las neuronas, llegando a causar la muerte de estas células. Teniendo aquel conocimiento, el equipos de académicos centró su atención en ver la relación entre la proteína y el manganeso.
Para estudiar dicho enlace, primeramente, tomaron muestras de sangre de ocho soldadores y diez personas sin contacto prolongado al metal. Posteriormente, los análisis mostraron una mayor cantidad de la proteína aSyn en los soldadores. Lo que supone un mayor riesgo de Parkinson.
Además de detectar la proteína, los investigadores encontraron algo más. Las células expuestas a altas concentraciones de manganeso, eran capaces de «compartir» la proteína defectuosa con células vecinas. Todo por medio de unas estructuras llamadas exosomas.
Finalmente, el estudio concluye en que las altas concentraciones de manganeso permiten una mayor migración de la proteína, acelerando el daño.
Camino a un mejor diagnóstico
El gran aporte del estudio se enfoca a la prevención y diagnóstico oportuno. Debido a la relación del Parkinson, la proteína aSyn y el metal, los investigadores esperan mejorar el diagnóstico. E incluso, poder predecir la aparición de la enfermedad antes de sus primeros síntomas. El estudio, junto con otros enfocados al tratamiento, podrían suponer un gran avance en la calidad de vida y en el combate a la enfermedad.
Artículo original alojado en Science Signaling. Con información complementaria de Medical News Today, National Center for Biotechnology Information (NCBI), Medicine Plus y Sigma Aldrich.