Estudian cerebros adolescentes para detectar consumo de drogas o enfermedades
Un estudio busca conocer el cerebro de los adolescentes para arrojar datos sobre su estructura al estar frente a videojuegos, pantallas e incluso, conocer si consumen algún tipo de droga. En el mejor de los casos, prevenir una enfermedad mental.
El Estudio de Desarrollo Cognitivo del Cerebro del Adolescente (ABCD, por su sigla en inglés) terminará sus inscripciones en septiembre. Mientras tanto, este mes lanzará los resultados de los primeros cuatro mil 500 participantes en una base de datos que estará abierta a todo el público.
La investigación a cargo de los Institutos Nacionales de Salud en Bethesda, Maryland, los equipos trabajarán en 21 sitios de Estados Unidos, en donde utilizarán de manera regular máquinas de resonancia magnética para registrar la estructura y actividad de los cerebros de los adolescentes. También están recopilando montones de datos psicológicos, cognitivos y ambientales sobre cada niño, junto con muestras biológicas, como su ADN.
Objetivos a largo plazo
Tiene como objetivo describir una trayectoria normal del desarrollo del cerebro del adolescente, similar a las tablas de altura y peso en los consultorios de pediatras, y usar eso para comenzar a responder a las numerosas preguntas. Por ejemplo, las personas que fuman marihuana en gran medida a partir de la adolescencia o la edad adulta muestran una conectividad marcadamente menor entre los axones neuronales del hipocampo, una región del cerebro importante para la formación de la memoria a largo plazo y el aprendizaje, que las personas que no usan.
Además de proporcionar los primeros puntos de referencia estandarizados del desarrollo sano del cerebro adolescente, esta información debe permitir a los científicos investigar cómo el uso de sustancias, lesiones deportivas, tiempo de pantalla, hábitos de sueño y otras influencias pueden afectar o verse dañados a un sistema que está en desarrollo.
«Este estudio es diferente a otros porque la mayoría comienzan a después de que ya han empezado a portarse mal de varias maneras. Por lo tanto, el hecho de que estamos siguiendo a niños es para ver su desarrollo antes de que se involucren en un gran riesgo «, dijo la neurocientífica clínica Mónica Luciana de la Universidad de Minnesota en Minneapolis, un sitio de estudio ABCD donde es investigadora principal.
En la investigación participan el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas y el Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo, también ubicados en Bethesda, los cuales están interesados en aclarar los impactos del consumo de alcohol y drogas, «es urgente tratar de abordar estas cuestiones, ya que con la reciente legalización de la marihuana recreativa en varios estados hace que el estudio sea especialmente oportuno», señaló Nora Volkow, directora del primer centro.
Se espera que permita un diagnóstico, tratamiento o prevención mucho más temprana de abuso de sustancias, enfermedades mentales y otras afecciones. Una fortaleza clave del estudio es que matriculará suficientes niños, incluidos 800 pares de gemelos, para responder preguntas que requieren un gran número de sujetos, como por ejemplo si hay ventanas de edad en las que el cerebro es particularmente vulnerable al uso de un medicamento dado.
«Eventualmente van a aprender cómo rastrear si alguien tiene depresión u otra cosa con sólo mirar su cerebro en una máquina de resonancia magnética«, finalizó Hugh Garavan, neurobiólogo de la Universidad de Vermont, quién participan activamente en el estudio.
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