Endometriosis: una enfermedad difícil de detectar y que no sólo ataca a mujeres delgadas
La endometriosis es un mal común en las mujeres; sin embargo, se conoce poco sobre este padecimiento. De hecho, hasta ahora, se pensaba que esta enfermedad atacaba sólo a mujeres con complexión muy delgada; pero, un estudio reciente desmiente ese mito, pues en la investigación se observó que la mayoría de las pacientes tenían un índice de masa corporal saludable.
Este estudio, realizado por investigadores del Gynaecology Research Centre, del Royal Women’s Hospital, y de la Universidad de Melbourne, estableció la relación entre el índice de masa corporal y la frecuencia de la endometriosis. Los científicos trabajaron con 509 mujeres que presentaban dolores menstruales o pélvicos. Fueron clasificadas en grupos de acuerdo con su masa corporal según el criterio de la Organización Mundial de la Salud:
- debajo del peso normal (<18.5):
- normal (18.5 – 24.99);
- preobesidad (25 – 29.99);
- obesidad (≥30).
Esta investigación es relevante porque es la primera en registrar las características de las mujeres a quienes se confirmó endometriosis por medio de cirugía. En los resultados, los científicos asentaron que el promedio de masa corporal en las mujeres del estudio fue de 25 kg/m2. Además, la distribución del índice de masa corporal de las mujeres con endometriosis difirió respecto a la población general. Por otro lado, se identificó que menos mujeres obesas tenían el padecimiento; sin embargo, aquellas que sí tenían endometriosis contaban con puntajes muy altos de la enfermedad.
Con esos resultados, los científicos establecen una relación inversa entre la masa corporal y la endometriosis. La obesidad puede ser un factor de mayor severidad en la enfermedad y una frecuencia reducida en su primera etapa. A pesar de ello, aún no queda claro qué papel tiene el índice de masa corporal en la endometriosis, aunque estos resultados podrían ayudar a clasificar la enfermedad.
Endometriosis , una enfermedad difícil de detectar
La endometriosis es una enfermedad en la que el tipo de tejido que se forma dentro del útero comienza a crecer fuera de él; el tejido puede aparecer en los ovarios, las trompas de Falopio, los intestinos o la vejiga. Quienes padecen endometriosis presentan dolor en el abdomen, la espalda baja o el área de la pelvis; también causa menstruaciones fuertes y sangrado entre periodos; asimismo, trae consigo cólicos sumamente dolorosos. La infertilidad puede ser un síntoma de la endometriosis.
Aunque existen ultrasonidos e imágenes de resonancia magnética, la laparoscopia es la única forma de realmente estar seguras de la existencia de endometriosis. Con esta cirugía, los médicos buscan lesiones anormales y de diferentes tamaños; otra ventaja de esta intervención es que pueden remover la endometriosis desde la primera operación. No obstante, cuando la enfermedad es muy severa, la paciente necesitará más de una cirugía para remover todo.
Lamentablemente, la remoción total no significa que la endometriosis no volverá a aparecer; es probable su resurgimiento. Es necesario tener en cuenta que, entre más lesiones haya, significa que el padecimiento es más grande; y entre más profunda sea la invasión de los tejidos, quiere decir que es más severo.
Los resultados del estudio de la Universidad de Melbourne ayudarán a contar con información para planear mejor las cirugías. El siguiente paso es trabajar con 800 participantes con la finalidad de recolectar información sobre el estilo de vida, medidas del cuerpo, historial médico, reportes de patología, información genética y muestras de tejido. Con esa información se podrán adaptar las las cirugías y los tratamientos; así como ofrecer mejores terapias.
El estudio tiene el apoyo del National Health and Medical Research Council y fue publicado en el Journal of Endometriosis and Pelvic Pain Disorders.