Efectos del calentamiento global sobre la salud
Se estima que, debido al calentamiento global, habrá un aumento de enfermedades transmisibles por el incremento de vectores de enfermedades, como dengue y malaria. Según el informe de una Organización de las Naciones Unidas, las carencias nutricionales cobrarán numerosas víctimas en las próximas décadas, especialmente en los países más pobres de Asia y África.
Calentamiento global y salud
Según el análisis que aparece en un documento realizado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, el cambio climático se ha transformado en la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI, a través de los cambios directos del clima, como olas de calor, sequías, fuertes tormentas y aumento del nivel del mar.
Además, están los impactos indirectos, como enfermedades de las vías respiratorias y aquellas transmitidas por vectores, inseguridad en la calidad de los alimentos y del agua, desnutrición y desplazamientos territoriales forzados.
El cambio climático ya está sucediendo y afectando a esta generación. Como evidencia, se registran temperaturas medias más altas cada año y un mayor número de personas se ven afectadas por desastres naturales, enfermedades relacionadas con el clima y otras condiciones de morbilidad.
Todo esto conlleva tanto la exacerbación de algunas amenazas para la salud como la creación de nuevos desafíos en materia de salud pública.
Calentamiento global, salud y medio ambiente
Los pilares básicos de nuestra salud lo constituyen los alimentos que ingerimos, el acceso al agua y la vivienda, que se ven afectados en mayor o menor grado por el calentamiento global. Debido a esto, el panorama mundial en salud podría sufrir cambios más dramáticos, como los siguientes:
Aumento de enfermedades transmisibles
Las condiciones climáticas influyen en las enfermedades transmitidas por el agua o por vectores, caracoles y otros animales de sangre fría.
Estos cambios climáticos podrían no solo prolongar las estaciones de transmisión de enfermedades en las que participan vectores, sino también ampliarían su distribución geográfica.
Enfermedades como el paludismo y el dengue, con vectores como los mosquitos, dependen mucho del clima, pues son más prolíficos en climas húmedos y calurosos.
Un reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU estima que el 50 % de la población mundial podría verse expuesta a patologías como dengue, zika y fiebre amarilla en el 2050.
Esto sucederá a medida que el calentamiento global aumente las zonas aptas para ser habitadas por mosquitos y otras especies transmisoras de patologías.
También, aumentarán las enfermedades asociadas con la contaminación del aire y con la exposición al ozono.
Falta de acceso al agua
En la actualidad, la mitad de la población mundial no cuenta con un acceso garantizado al agua, lo que generará desplazamientos y migraciones humanas masivas dentro de los continentes.
El deshielo de los glaciares montañosos sigue incrementando las tensiones para obtener el acceso al agua de un numeroso grupo de personas. Este impacto climático reducirá el PIB mundial de medio punto porcentual para 2050.
Grupos en riesgo y efectos ambientales y económicos
Si bien todas las poblaciones se verán afectadas por el cambio climático, las más vulnerables son:
- Los habitantes de los pequeños estados insulares en desarrollo y de regiones costeras, montañosas y polares, y megalópolis.
- Los adultos mayores y pacientes con patologías preexistentes.
- Regiones más expuestas como el sur y sureste de Asia, el Golfo de México y algunas regiones de África.
Además, se prevé que el hambre, la carencia de agua y las enfermedades afectarán a decenas de millones de personas en las próximas décadas, debido a múltiples factores:
- Pérdida de productividad y valor nutricional de los cultivos, como el contenido proteico.
- Inflación de los precios de los alimentos que aumentarán casi un tercio hasta el 2050 y que incrementarán en 183 millones el número de personas al borde del hambre crónica.
El 80 % de la población con riesgo de sufrir hambre se halla en África y en el sudeste de Asia, donde el número de niños con malnutrición y problemas de desarrollo aumentará en 10 millones para el 2050.
Medición de los efectos en la salud
La medición de los efectos sanitarios del cambio climático solo puede hacerse de forma aproximada.
En una evaluación llevada a cabo por la OMS, que considera solo algunas de las posibles repercusiones sanitarias, y que asume un crecimiento económico y progresos sanitarios continuados, se concluyó que, según las previsiones, el cambio climático causará, anualmente, 250 000 muertes adicionales entre 2030 y 2050:
- 48 000 por diarrea
- 60 000 por malaria
- 95 000 por desnutrición infantil
- 38 000 por exposición de ancianos a las altas temperaturas
Este último punto es debido a las olas de calor, que se prevé que aumentarán en duración e intensidad, llegando a superar el límite de resistencia humana.
Falencias y requerimientos sanitarios
El sector sanitario tiene un papel importante que cumplir en la concientización y educación para lograr la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que son los causantes del cambio climático.
Además, debe invertir en volver «más ecológicas» las instalaciones destinadas a la atención de salud. Esto implica incorporar el uso de paneles solares, equipos de eficiencia energética y gestión de los residuos de forma que no implique su incineración.
Además, las instituciones de atención sanitaria deben ser seguras y permanecer operativas durante y luego de la ocurrencia de desastres.
Esto es especialmente crítico en zonas más precarizadas, considerando que, en América, un 67 % de las instalaciones sanitarias están ubicadas en áreas en riesgo de desastres.
Todo este incremento en la morbilidad por efectos del cambio climático pondrá aún más presión sobre las instituciones sanitarias, que incrementará sus exigencias en insumos y recursos humanos.
Sumado a esto, si bien la pandemia de COVID-19 evidenció la solidaridad y cooperación internacional, también puso de manifiesto la vulnerabilidad de muchos países para hacer frente a futuras catástrofes que pueden relacionarse con el cambio climático.
Aunque las medidas que se tomen a nivel político puedan reducir los impactos del calentamiento global en la salud, a corto plazo, muchos de ellos son inevitables.
Con información obtenida a partir de: El Informador, OPS, OMS y Climate.