Crean la primera válvula cardíaca capaz de «crecer» con los pacientes pediátricos

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En EEUU cada año nacen unos 40,000 bebés con un defecto cardíaco congénito , cuya causa más común es por una válvula cardíaca defectuosa, que se calcula  representa de 8,000 a 13,000 nuevos casos solo en los EEUU.

En México se calcula que anualmente nacen unos 20,000 niños con alguna patología cardíaca. Según el Sistema de Investigación en Salud, la mortalidad por estas causas ocupa el tercer lugar en niños menores de un año. Dentro de estas patologías congénitas se encuentran las enfermedades valvulares.

Entre los tratamientos que se utilizan para estas graves afecciones cardíacas se encuentran las prótesis valvulares. Una de las complicaciones básicas en los niños pequeños es que no hay prótesis en el mercado diseñadas específicamente para este grupo etario, lo que ocasiona que  sean sometidos a entre tres a cinco cirugías mayores antes de alcanzar la edad adulta para realizar el reemplazo de las válvulas que fallan o que son insuficientes en tamaño en relación a su crecimiento.

Las problemáticas en los pacientes pediátricos

Según explicó el Dr. Emani, un cirujano cardíaco pediátrico que trabaja para Draper: «Las válvulas cardíacas diseñadas para adultos a menudo requieren modificaciones significativas para los niños«, «En algunos casos, un cirujano en la sala de operaciones podría necesitar acortar o eliminar partes del stent, agregar sutura y anclar un extremo en el ventrículo para minimizar el movimiento. Además, la adaptación de la válvula al crecimiento del niño se realiza a través de una expansión contundente con un catéter con balón, que implica un procedimiento invasivo, anestesia y una estancia hospitalaria en promedio cada 14 meses. Ninguno de los enfoques es óptimo, por lo que se necesita un nuevo enfoque para desarrollar una válvula cardíaca pediátrica«.

La válvula que crece con el niño

A pesar de que existen unos 50 diseños de válvulas disponibles que han surgido en los últimos 40 años , recientemente se ha abordado la necesidad de una válvula cardíaca especialmente diseñada para los pacientes pediátricos.

Corin Williams, quien lidera el equipo técnico de Draper, está desarrollando un nuevo tipo de válvula cardíaca pediátrica: «Durante demasiado tiempo, los niños con defectos cardíacos se limitaron a válvulas diseñadas para adultos o sin una consideración adecuada para las necesidades de los niños«,»La solución de Draper es una válvula cardíaca pediátrica que se adaptará al crecimiento de un niño«.

El desarrollo de esta válvula cardíaca pediátrica (PHV) de Draper está pensada de forma tal  para que crezca con el niño, ya que experimentará un cambio de diámetro al menos dos veces. Este dispositivo pretende satisfacer las necesidades de niños tan pequeños como bebés hasta la edad de seis años, que requieren diámetros de válvula inferiores a 15 milímetros, en comparación a los 18 a 30 milímetros para adultos.

Como explica Williams: «Nuestro objetivo a largo plazo es desarrollar la primera válvula cardíaca pediátrica verdadera que pueda adaptarse de forma no invasiva a los diámetros cambiantes de las válvulas con el crecimiento del niño», «Esperamos que esta tecnología sirva a la mayoría de la población pediátrica desde la infancia hasta los seis años de edad, al tiempo que elimina la necesidad de al menos un procedimiento quirúrgico o invasivo para expandir o reemplazar la válvula. Estamos trabajando en estrecha colaboración con los médicos pediatras, incluido un equipo dirigido por el Dr. Sitaram Emani del Boston Children’s Hospital, para diseñar el PHV según sus necesidades específicas y, con suerte, aumentar el número de centros que pueden realizar reemplazos de válvulas en niños«.

Las pruebas del diseño

Emani, que ha estado trabajando durante más de un año en probables diseños, probó el modelo de stent de Draper suturándolo al tejido valvular del corazón humano, con muy buenos resultados.

Los ingenieros de Draper  elaboraron dos diseños de válvulas que son muy prometedores, junto con los modelos computacionales de los stent, para después fabricar y probar el prototipo de primera generación.

Draper planea completar las pruebas ex vivo y la revisión del diseño antes de probarlo en un modelo animal en crecimiento para comprobar su funcionamiento.

En palabras de Sheila Hemami, directora de Oportunidades Técnicas Estratégicas en Draper:  «La válvula cardíaca pediátrica es un gran proyecto para el impacto de ingeniería de Draper«, «Draper busca activamente socios técnicos y financieros para los próximos pasos importantes para poder llevar este dispositivo a los niños que lo necesitan, probando primero el dispositivo en animales para su posterior aprobación por parte de la FDA«.