Ciudades contaminadas en EE. UU. provocan mayor mortalidad por coronavirus

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Las ciudades más contaminadas en Estados Unidos registran un mayor índice de muertes por coronavirus. Así lo consigna un estudio publicado por la universidad de Harvard.

Un estudio analizó la contaminación en 3080 condados estadounidenses y la comparó con el número de muertes por coronavirus. Los investigadores de la Escuela Pública Harvard T.H. Chan descubrieron que los niveles más altos de partículas PM 2.5 se asocian con tasas de mortalidad más altas.

Es por ello que estiman que los condados más contaminados «serán los que tengan un mayor número de hospitalizaciones y de muertes».

Investigar a contrarreloj

El estudio es el primero en analizar el vínculo entre la exposición a largo plazo a este tipo de partículas generadas por la combustión de automóviles, refinerías y plantas de energía.

Sin embargo, el estudio se encuentra en fase de «preimpresión». Eso significa que son investigaciones que aún no se han sometido a una revisión de otros pares científicos.

Se trata de investigaciones que las revistas científicas de prestigio aceptan para su publicación, pues pueden proporcionar pistas valiosas para combatir al coronavirus. Es por ello que las «preimpresiones» se están volviendo cada vez más comunes en estos tiempos de pandemia.

Un estudio a 60 millones de estadounidenses mayores de 65 años encontró que cada aumento de 1 gramo por metro cúbico en la exposición a largo plazo de PM 2.5 aumentaba en 0.73 % la tasa de mortalidad.

En esta ocasión, al correlacionarlo con CoVID-19, los investigadores encontraron que las personas en áreas con altos niveles de contaminación tienen 15 % más de probabilidades de morir, en caso de contagiarse de la enfermedad.

Ciudades con mayor riesgo

Si en los últimos 20 años, Manhattan hubiera reducido su nivel promedio de partículas a una sola unidad o a un microgramo por metro cúbico, ahora su historia sería distinta. El distrito probablemente habría registrado 248 muertes menos por coronavirus.

La investigación ha sido retomada por otros medios estadounidenses con entrevistas a especialistas que no participaron en el estudio. Sin embargo, sus comentarios contribuyen para que los ciudadanos entiendan la importancia de quedarse en casa. En especial, en las ciudades altamente contaminadas, donde los sistemas hospitalarios podrían colapsar. La razón: serían pacientes con mayores probabilidades de necesitar respiradores.

De hecho, el estudio plantea que, una persona que ha vivido durante décadas en un condado con altos niveles de partículas finas, tiene 15 % más de probabilidades de morir por coronavirus.

El Distrito de Columbia, por ejemplo, es probable que tenga una tasa de mortalidad más alta que el condado adyacente de Montgomery. El condado de Cook, Illinois, que incluye a Chicago, debería ser peor que en Lake.

En tanto, el Condado de Fulton, Georgia, que incluye a Atlanta, es probable que sufra más muertes que su condado vecino, Douglas.

Si el virus mantiene su patrón de contagio en Estados Unidos, el Valle Central de California o el condado de Cuyahoga, Ohio, deberían prepararse para casos más graves de coronavirus.

Cruzando bases de datos

Para su análisis, los investigadores recolectaron datos de partículas durante los últimos 17 años, en más de tres mil condados. Luego, cruzaron esos datos con los recuentos de muertes por Covid-19 en cada condado. Estos fueron compilados por el Centro de Recursos del Coronavirus del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

Los investigadores también realizaron seis análisis secundarios para ajustar los factores que consideraron que podrían comprometer los resultados. Hicieron su cierre de datos el 4 de abril.

Debido a que Nueva York ha experimentado el brote de coronavirus más grave en el país, repitieron el análisis excluyendo a las otras ciudades del estado.

También corrieron el modelo excluyendo condados con menos de 10 casos confirmados de CoVID-19. Y consideraron otras variables que afectan la salud, como el tabaquismo, la densidad de población y los niveles de pobreza.

Nuevas líneas de investigación

El análisis no examinó los datos de pacientes individuales. Tampoco respondió por qué algunas partes del país se han visto más afectadas que otras.

Aún es confuso si la contaminación por partículas juega algún papel en la propagación del coronavirus o si la exposición a largo plazo conduce directamente a un mayor riesgo de enfermarse.

El estudio es parte de un pequeño y creciente grupo de investigación fuera de Europa sobre cómo un aire más sucio puede hacer que las personas sean más susceptibles al coronavirus.

A medida que se aprenda más sobre la recurrencia de CoVID-19, el estudio también podría tener implicaciones para regular la calidad del aire en las ciudades estadounidenses.

«Los resultados subrayan la importancia de seguir haciendo cumplir las regulaciones de contaminación del aire existentes para proteger la salud humana, durante y después de la crisis de Covid-19», advierte el estudio.

De acuerdo con los propios autores, este nuevo estudio tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, solo se cruzaron datos estadísticos sin revisar la información específica de los pacientes más graves.

Contaminación ambiental por PM2.5

La materia particulada es una mezcla de materia sólida y líquida que se encuentra en el aire. El polvo, la suciedad y las partículas de humo son más grandes, pero también hay partículas inhalables extremadamente pequeñas que no se pueden ver a simple vista.

Se les llama PM 2.5 porque su tamaño es generalmente de 2.5 micrómetros o menos. Si comparamos esas partículas con un cabello humano, resulta que serán 30 veces más pequeñas.

Debido a que son tan pequeñas, estas partículas pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar estragos en nuestras funciones corporales.

Estos resultados también alertan a países con ciudades altamente contaminadas, como India y México.

Con información de The New York Times y CNN.