Científicos canadienses sugieren nueva terapia para prevenir el cáncer de mama
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en mujeres. Se estima que más de un millón de casos nuevos se detectan al año a nivel mundial. En México es el cáncer que más muertes causa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de este padecimiento va en aumento debido a que la esperanza de vida es mayor, hay más urbanización y los estilos de vida han cambiado. Aunque las estrategias de detección temprana han ido en aumento, al igual que los métodos de diagnóstico para un tratamiento oportuno; el cáncer de mama aún representa un reto.
Un estudio reciente del Princess Margaret Cancer Centre, en Toronto, descubrió que las proteínas epigenéticas influyen en la proliferación de las células mamarias cuando reaccionan a la progesterona. Con este hallazgo, los investigadores sugieren que se podrían crear medicamentos para prevenir el desarrollo del cáncer de mama.
Glándulas en riesgo de cáncer
Las glándulas mamarias contienen dos tipos de células: basales y luminales; éstas son producidas por las células madres especializadas o células progenitoras. Durante el embarazo o el ciclo menstrual, la progesterona induce un número de células basales y luminales progenitoras que se expanden y controlan la formación de glándulas mamarias. Esas glándulas mamarias progenitoras también elevan el riesgo de padecer cáncer. De hecho, la cantidad de células progenitoras es elevada en mujeres con mutaciones del gen BRCA1 o de otros genes vinculados a riesgo alto de cáncer de mama.
El doctor Rama Khokha, científico senior en el Princess Margaret Cancer Centre y profesor de biofísica médica en la University of Toronto, dijo a Medical Xpress que hasta ahora no hay estándares de medidas preventivas en mujeres con alto riesgo de padecer cáncer de mama.
Para identificar cómo las células progenitoras se convierten en un riesgo, el equipo de investigadores aisló células de la glándulas mamaria de ratones; después analizaron sus reacciones a la progesterona. Por último, pusieron a prueba inhibidores para bloquear la activación de los genes responsables de proliferar las células progenitoras.
Los científicos habían medido el ARN de las moléculas producidas por las células de las glándulas mamarias. En este estudio, cuantificaron todas las proteínas de las células y los epigenomas; el objetivo fue identificar las modificaciones químicas a los cromosomas de las células que activan o inhiben a los genes.
Decitabina, el medicamento que inhibe tumores
Esta investigación reveló que, en respuesta a la progesterona, las células progenitoras regulan muchas de las proteínas responsables de la modificación cromosómica de las células.
Muchos de los inhibidores que utilizaron están aprobados por la Food and Drugs Administration para su uso humano. Se observó disminución de la proliferación de células progenitoras en las glándulas mamarias con varios de los inhibidores. Sin embargo, fue la decitabina la que frenó la metiltransferasa del ADN; es decir, detuvo la formación de tumores en los roedores de laboratorio usados en la investigación.
Después de la prueba con ratones, los científicos dieron el tratamiento a mujeres con mutaciones del BRCA1. Las glándulas mamarias de estas mujeres también resultaron ser altamente sensibles a los inhibidores, incluida la decitabina. Con esto, los científicos demostraron el alto potencial de terapias epigenéticas hacia las células progenitoras en las mamas humanas; en otras palabras, las terapias epigenéticas son una opción de quimioprevención.
El estudio fue publicado en el Journal of Cell Biology; contó con el apoyo y financiamiento de la Canadian Breast Cancer Foundation; el Canadian Cancer Society Research Institute; y de las fundaciones Prairie Women on Snowmobiles y Hold’em for life.