Desarrollan cápsulas de insulina como alternativa a las inyecciones
La diabetes se refiere a una familia de enfermedades, las cuales afectan como el cuerpo aprovecha la glucosa en la sangre. En cuestión, los tipos de diabetes más comunes son el tipo uno y tipo dos o diabetes mellitus. Independientemente del tipo de diabetes, a causa de la enfermedad los pacientes son propensos a desbalances en los niveles de glucosa en la sangre. Los efectos en la salud por la diabetes van desde algunas molestias, hasta complicaciones graves como ceguera o daño renal.
Durante el 2016, cerca del 9.4% de los adultos en México tenían un diagnóstico de diabetes. Además, se trata de la enfermedad no transmisible que causa más muertes al año en dicho país. Y desgraciadamente, se espera un aumento en los casos para las próximas décadas. Lo cual ha encendido varias alertas no sólo en México, sino en varias regiones del mundo.
A pesar de los avances en los tratamientos, las estadísticas respecto a la diabetes siguen mostrando un panorama preocupante. Debido al problema, se ha invertido esfuerzos en mejorar la forma en la que se trata la diabetes. Y como resultado, el equipo liderado por el profesor Robert Langer, catedrático del MIT, acaba de desarrollar un método innovador y cómodo para administrar la insulina.
Microagujas y cápsulas
La tecnología de microagujas es una gran promesa, ya que permite administrar inyecciones sin dolor y además, la presentación permite una aplicación sencilla. Por las comodidades que ofrece, al día de hoy se van generando nuevos productos con dicha tecnología. Las cuales van desde vacunas hasta métodos anticonceptivos.
Como propuesta, los investigadores combinaron la tecnología de microagujas con las cápsulas.
El resultado es una cápsula fabricada con materiales biodegradables. La cual se adhiere al estómago e inyecta la insulina por medio de las microagujas. Y los materiales, al ser biodegradables, son absorbidos sin problemas por el cuerpo.
Diseño basado en la naturaleza
Uno de los problemas que enfrentaron era, como asegurar que las pequeñas agujas siempre entren en contacto con el estómago. La solución fue encontrada en el caparazón de la tortuga leopardo.
Inspirados por la morfología de la tortuga, los académicos modelaron en computadora el comportamiento de las cápsulas con una forma similar a la del caparazón. Después de algunas modificaciones menores. El equipo encontró la forma que garantizaba el contacto entre las paredes del estómago y las microagujas.
Pruebas exitosas
Recientemente, las cápsulas han pasado las pruebas en cerdos. En las que la cápsula ha sido capaz de inyectar 300 microgramos de insulina. Sin embargo, los académicos ya lograron incrementar la dosis hasta cinco miligramos, una cantidad similar a una inyección que recibe un paciente de diabetes tipo uno.
De igual forma, los estudios muestran que la nueva tecnología no causa efectos indeseables. Es decir, pasa por el tracto digestivo e inyecta la insulina sin causar molestias al paciente.
De salir al mercado, las nuevas cápsulas seguramente representaran un alivio en los tratamientos contra la diabetes. Aunque las ventajas de la tecnología generada tiene muchas posibles aplicaciones y se espera que siga mejorando durante los próximos años.
Con información de Medical News Today, MIT News y del
National Center for Biotechnology (NCBI).