Encuentran relación entre virus de Zika y complicaciones neurológicas en adultos
En 2013, el virus de Zika llamó la atención a investigadores, médicos y población en general debido a su rápida propagación en la Polinesia Francesa. En febrero de 2014, se conviritó en un brote epidémico que infectó más de 28 mil personas en esa nación. Pronto se dieron a conocer pacientes con la enfermedad en Japón, Francia y Noruega. América del sur también se vio afectada.
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Para julio de 2015, en Brasil, se identificaron 76 personas con síndromes neurológicos y síntomas reciente que indicaban la presencia de Zika. El 55% de esos casos fueron confirmados con la enfermedad de Guillain-Barré.
Esto hizo que los expertos realizaran estudios para saber si los desórdenes neurológicos estaban relacionados con el virus de Zika. Observaron que sí había complicaciones neurológicas como un efecto secundario de dicho virus. Además, se registró un incremento en el ingreso de pacientes con complicaciones inflamatorias. El Síndrome Guillain-Barré (GBS) fue el desorden neurológico relacionado con el virus.
Según datos de hospitales en Brasil, los ingresos por GBS aumentaron —en promedio— de 1 al mes, a 5.6. Por encefalitis, de 0.4 a 1.4. Y por mielitis se mantuvo en 0.6. Todo en comparación con el periodos de diciembre 2013 a mayo de 2014, cuando el brote de Zika no aparecía.
¿Cómo se realizó el estudio?
La investigación se llevó a cabo con 40 pacientes de un centro especializado en desórdenes neurológicos en Río de Janeiro. De diciembre de 2015 a mayo de 2016, observaron a las personas admitidas por una enfermedad parainfecciosa o neuroinflamatoria aguda.
De estos pacientes, 15 eran mujeres y 25, hombres, de 44 años en promedio. Veintinueve de ellos (73%), presentaron casos de GBS; siete (18%), encefalitis; 3 (8%), mielitis transversa; uno (3%), polineuropatía desmielinizante inflamatoria aguda. Nueve de los pacientes requirieron cuidados intensivos; y cinco de ellos, respiración artificial.
Los resultados de tres meses mostraron que dos de los pacientes que murieron estaban infectados con el virus de Zika; uno presentaba GBS y el otro encefalitis. Esta información es consistente con reportes previos en Colombia y la Polinesia francesa, también relacionados con síndromes neurológicos ocasionados por el virus de Zika. Asimismo, se detectó que los reportes médicos eran similares en Europa; aunque en Brasil los casos que requirieron asistencia con respiración artificial fueron menos.
Los científicos brasileños notaron que en los estudios previos no se identificaba el virus del Zika como factor asociado a complicaciones neurológicas. Por eso, en su investigación utilizaron el examen para detectar el virus de Zika y pruebas de fluidos de la espina cerebral. El primero examina de forma simultánea CSF, Zika y dengue para descartar actividad por flavivirus, común en Centro y Sudamérica. También usaron resonancia magnética, electrofisiológica y se recolectó la información de tres meses. Gracias a estos métodos, identificaron diferencias en la forma en que el GBS se manifiesta en las personas infectadas por el virus de Zika.
La información ayudará a tomar medidas preventivas
Para los colaboradores del Departamento de neurología de la Indiana University School of Medicine, de Indianapolis, aún hay muchas preguntas por responder; pero este estudio ayuda a entender el GBS, los efectos de la encefalitis y la mielitis, en pacientes infectados por el virus de Zika.
Los científicos concuerdan en que, al no haber aún un antiviral eficaz contra el virus, con esta información se pueden tomar las medidas preventivas adecuadas. Acotan que los exámenes de serum y moleculares podrían ser una opción menos cara para diagnóstico en países en desarrollo.
La investigación fue financiada por la Cleveland Clinics Foundation. Participaron investigadores del Departamento de neurología de la Universidade Federal Fluminense, en Coapacabana, Río de Janeiro.
Maria Bispo de Fillipis, coautora del estudio, recibió subsidio del Conselho Nacional de Desenvolvimiento e Pesquisa, y de la Fundaçãon de Ampara à Pesquisa do Estado do Rio de Janeiro.