OMS: la sífilis congénita aún es un grave problema con alcance mundial
La sífilis es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes en todo el mundo, con unos 6 millones de casos nuevos cada año, y México no es la excepción, donde los casos de sífilis primaria y secundaria aumentaron en 76%, afectando también a una gran cantidad de mujeres gestantes.
En el caso de la sífilis congénita (SC), sucede que una mujer embarazada que está infectada por el agente causal de la sífilis- la bacteria Treponema pallidum-y no recibe una terapia efectiva y temprana, puede transmitir la infección a su bebé por nacer, que a menudo tiene consecuencias fatales. Hasta el 40 % de los bebés que nacen de mujeres enfermas que no han sido tratadas pueden nacer muertos, o morir a causa de la infección al poco tiempo de nacer.
Los cuadros o patologías en que la sífilis congénita se manifiesta en el bebé depende del tiempo que la madre haya tenido la sífilis y de cuándo recibió tratamiento para la infección, si es que lo recibió, por lo que pueden padecer una amplia gama de manifestaciones clínicas, como: deformación ósea, anemia grave, hepatomegalia y esplenomegalia (aumento del tamaño del hígado y del bazo), ictericia, alteraciones nerviosas graves como ceguera o sordera, meningitis y erupciones cutáneas.
También los bebés que tienen SC podrían no evidenciar ningún síntoma al nacer. Sin embargo, si no reciben tratamiento, podrían presentar graves problemas de salud, que se presentan en las primeras semanas después del nacimiento o incluso pueden aparecer años después (sífilis tardía).
Aquellos bebés que no son tratados, presentan los síntomas que pueden der en muerte a causa de la infección. La bacteria causante de la sífilis, al atacar el sistema nervioso también podría ocasionar retrasos madurativos y/o convulsiones.
Patología prevenible y tratable
En el 2007, la OMS lanzó una iniciativa mundial para eliminar la transmisión materno infantil de la sífilis, siendo la meta de menos de 50 casos de SC por cada 100,000 nacidos vivos, puesto que esta patología se puede prevenir y tratar fácilmente, siempre y cuando se realice el diagnóstico y tratamiento precoces a las mujeres embarazadas, al realizar análisis rutinarios que forman parte de la atención prenatal a la que debe someterse toda mujer embarazada.
El tratamiento se realiza en base al antibiótico de acción prolongada penicilina benzatínica, en dosis única, al inicio del embarazo, idealmente antes del segundo trimestre. El riesgo de reacciones adversas para el feto ante el medicamento es mínimo.
Nuevas estimaciones de la OMS
Investigadores de la OMS, apoyados por el Human Reproduction Programme (HRP), realizaron un estudio- que fue publicado en la revista científica PLOS ONE – cuyos resultados muestran que la prevalencia global estimada de sífilis materna en 2016 fue del 0,69%, que resultó en una tasa global de CS de 473 por cada 100,000 nacidos vivos.
Además, estas estimaciones muestran que del total de 661,000 casos de sífilis congénita registradas en el año 2016, se dieron 355,000 resultados de nacimiento adversos- comparados con los 361,000 registrados en el período anterior- causando más de 200,000 muerte fetales y neonatales, hecho que representa una proporción significativa de enfermedad y muertes prevenibles en el grupo de los recién nacidos.
Si bien las cifras mostraron que la carga global de morbilidad por sífilis congénita disminuyó durante el período de investigación comprendido entre 2012 a 2016, esta reducción no fue significativa, pues pasó de unos 750,000 a 660,000 casos.
Esta investigación también reportó algunos avances discretos en cuanto al diagnóstico, el tratamiento y la vigilancia epidemiológica de la sífilis materna, que tiene repercusión directa en estos casos de transmisión vertical de la enfermedad.
Reforzamiento de medidas
A pesar de la disminución de casos de sífilis materna y SC entre 2012 y 2016, aún sigue siendo muy elevada la prevalencia e incidencia en cuanto a mujeres y bebés afectados, por lo que debe ser una práctica fundamental la inclusión del diagnóstico serológico de sífilis a las mujeres gestantes, seguido de un tratamiento precoz de la sífilis- en caso de resultar infectada- como parte de una atención prenatal básica, para aumentar la detección, tratamiento oportuno y así evitar o minimizar los efectos de la transmisión vertical.
En forma paralela, los programas de salud deben dirigir su atención hacia las parejas sexuales de las pacientes infectadas, para que sean contactadas, diagnosticadas y tratadas oportunamente, evitando la estigmatización de estos pacientes y poniendo especial énfasis en la educación sexual.
Además, este diagnóstico se debe ampliar a todos los grupos en riesgo, para reducir la prevalencia de la sífilis en la población general, asegurando que los análisis para el diagnóstico y el tratamiento se realicen de manera efectiva.
La importancia de la vigilancia epidemiológica
La OMS continúa su labor para lograr la erradicación de la SC, que en los últimos años ha dado su fruto en 12 países, al ser reconocidos por la OMS al haber eliminado la transmisión de sífilis y / o VIH de madre a hijo.
La vigilancia epidemiológia resulta fundamental para evaluar los resultados obtenidos por los programas y políticas de salud de los países, ya que al medir, registrar y publicar la cantidad de adultos y bebés afectados por esta patología, se generan datos con una estimación a nivel regional y nacional, que resulta crucial para guiar la capacidad de los sistemas de salud para fortalecer la prevención, detección y tratamiento de la sífilis.
Pare ver nota original pulsar aquí.