La vitamina D disminuye el riesgo de cáncer de mama

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La vitamina D participa en un sinnúmero de procesos fisiológicos, por lo que la mayoría de los tejidos tienen receptores superficiales para esta sustancia, que cumple una importante función reguladora de la expresión génica.

Su deficiencia se ha asociado con graves enfermedades crónicas, como depresión, deterioro cognitivo, infecciones y enfermedades de tipo autoinmune, como la esclerosis múltiple. También se ha vinculado con la mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares.

Dentro de las propiedades medicinales está la capacidad de disminuir el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer. Si bien este tema ha sido largamente discutido, porque algunos estudios han revelado que el riesgo general de cáncer es menor en personas con niveles más elevados de esta vitamina, otros, contrariamente, han sugerido que estos valores no representan ningún impacto o poder protector para una persona ante los tumores malignos.

Como una muestra de su efecto protector, se ha visto que los bajos niveles sanguíneos de este nutriente se han asociado con un riesgo elevado de cáncer de vejiga y, en un estudio publicado a principios de este año, lo relaciona con un riesgo elevado de cáncer intestinal.

Investigaciones recientes ahora confirman que las personas con niveles séricos suficientemente altos de esta vitamina exhiben un riesgo significativamente menor de padecer cáncer de mama.

Estudios anteriores también sugirieron un vínculo entre los altos niveles de vitamina D y las mejores tasas de supervivencia en las personas que se someten al tratamiento del cáncer mamario.

El estudio

En un análisis conjunto de tres estudios, donde el investigador principal Cedric F. Garland y su equipo analizaron los datos de dos ensayos clínicos aleatorizados, con un total de 3,325 participantes, y los pertenecientes a un estudio prospectivo de cohortes que sumó 1,713 participantes.

Los investigadores de la University of California, San Diego School of Medicine, realizaron el estudio en colaboración con especialistas de la Creighton University in Omaha, NE, the Medical University of South Carolina in Columbia, y la organización sin fines de lucro GrassrootsHealth en Encinitas, CA, hallazgos que fueron publicados en la revista PLoS ONE.

El equipo investigó si los altos niveles de vitamina D sanguínea estaban relacionados con un menor riesgo de padecer cáncer mamario, así como la evaluación de hasta qué punto era efectivo. Más específicamente, el equipo buscó asociaciones entre el riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres y la concentración sérica de de 25-hidroxivitamina D (25 (OH) D) medida en las voluntarias.

Todas las participantes eran mujeres, con una edad promedio de 63 años, que no tenían cáncer al inicio del estudio. Los datos empleados en el análisis se recopilaron entre los años 2002-2017 y se hizo un seguimiento del estado de la salud de las participantes durante un período medio de 4 años.

Hallazgos

Durante el período en que se analizaron los tres estudios, se registraron un total de 77 nuevos casos de cáncer mamario, según indican los investigadores: «La tasa de incidencia ajustada por edad del cáncer de mama fue de 512 casos por 100,000 años-persona en la cohorte agrupada”.

El análisis, según Garland, reveló que las personas con concentraciones sanguíneas más altas del biomarcador de vitamina D estaban expuestas a un riesgo significativamente menor de cáncer de mama: «Hallamos que los participantes con niveles sanguíneos de 25 (OH) D superiores a 60 nanogramos por mililitro (ng/ml) tenían una quinta parte del riesgo de cáncer de mama en comparación con aquellos con menos de 20 ng/ml«.

Además, mientras más elevados son estos niveles séricos de vitamina D, menor será el riesgo de padecer de cáncer de mama, según explican los investigadores.

Ajuste de valores y recomendaciones

Estos hallazgos son especialmente destacables al tener en cuenta que la concentración de vitamina D que debería ser considerado tener en el organismo para estar saludables es un tema aún en debate.

Garland y su equipo estimaron que el nivel saludable mínimo de 25 (OH) D en la sangre debería ser de aproximadamente 60 nanogramos por mililitro, que es mucho más que la concentración de 20 nanogramos por mililitro, recomendada por la National Academy of Medicine, ya que según la autora Sharon McDonnell:»Aumentar los niveles de vitamina D en la sangre sustancialmente por encima de 20 ng / ml”, «parece ser importante para la prevención del cáncer de mama«.

Los hallazgos informados por el equipo se mantuvieron incluso después de que los resultados del análisis se ajustaron por posibles factores de influencia, como la edad de las participantes, el índice de masa corporal (IMC), los hábitos como tabaquismo y el consumo de suplementos de calcio.

Limitaciones del estudio

La investigación epidemiológica se centra en el cálculo de la incidencia de una enfermedad puntual en una determinada población y los factores que pueden influir en la aparición de esa patología. Sin embargo, este tipo de estudios no ofrecen pruebas definibles de causa y efecto, por lo que los resultados deben considerarse en ese contexto.

Otra posible deficiencia que informa Garland, es que «su estudio se limitó al cáncer de mama posmenopáusico«, por lo que «Se necesita más investigación«, «sobre si los niveles altos de 25 (OH) D podrían prevenir el cáncer de mama premenopáusico«.

Como conclusión señala Garland: «este trabajo informa la asociación más fuerte entre la vitamina D en suero y la reducción del riesgo de cáncer de mama«.


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