La infección por cándida puede llegar al cerebro y afectar la memoria

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La Candida albicans es una especie de hongo unicelular que se encuentra formando parte de la flora normal del intestino humano, la boca y la vagina. En cuanto a las áreas de más susceptibles de ser colonizadas por esta levadura incluye aquellas que son cálidas, húmedas o sudorosas, ya que proporcionan ambientes propicios para que prospere. Se trata de zonas en donde se forman pliegues, como axilas, ingles, la piel entre los dedos de las manos y los pies, las comisuras de la boca y el área debajo de las mamas.

Aunque esta levadura es mayormente inofensiva, frente a desequilibrios de la microflora; enfermedades como la diabetes; dieta rica en azúcares, ingesta de algunos antibióticos, medicamentos inmunosupresores y otras causas, que pueden predisponer a su proliferación y patogenicidad, por lo que puede ocasionar desde candidiasis bucal, vaginal, infecciones urinarias y hasta infecciones muy graves que se diseminan a otros órganos e incluso a la sangre.

Candida albicans y su efecto en el cerebro

La Candida albicans es el patógeno más común y más ampliamente estudiado, dentro de las infecciones micóticas en seres humanos.

Un nuevo estudio, que aparece en la revista Nature Communications, muestra que esta levadura puede ingresar al cerebro, desencadenar una respuesta inflamatoria y afectar la memoria a corto plazo de los ratones.

Es de destacar el hecho que esta infección fúngica conduce a la formación de estructuras anormales en el cerebro que comparten similitudes con las placas amiloides, estructuras patológicas características  de la enfermedad de Alzheimer.

El autor del estudio, el Dr. David B. Corry, profesor de medicina-inmunología, alergia y reumatología en el Baylor College of Medicine en Houston, Texas, explica la motivación que llevó a esta investigación, evidenciando el vínculo entre los hongos, las infecciones respiratorias y la demencia:

«Un número cada vez mayor de observaciones clínicas […] indica que los hongos se están convirtiendo en una causa más común de enfermedades alérgicas de las vías respiratorias superiores como el asma , así como otras afecciones como la sepsis , una enfermedad potencialmente mortal causada por la respuesta del cuerpo a una infección. Estas observaciones nos llevaron a investigar la posibilidad de que los hongos produzcan una infección cerebral y, de ser así, las consecuencias de tener ese tipo de infección«.

El investigador también destaca el hecho de que la sepsis y las infecciones respiratorias alérgicas causadas por hongos se han correlacionado con un mayor riesgo de demencia en estudios anteriores.

Para la realización de este estudio el Dr. Corry y sus colegas probaron varias dosis de C. albicans en un modelo de infección en ratón, para encontrar una cantidad que fuera lo suficientemente elevada como para afectar el cerebro, pero que no llegara a causar una patología muy severa y mortal. Procedieron a inyectar una dosis de 25,000 levaduras en el torrente sanguíneo de los roedores. 

El Dr. Corry y su equipo se sorprendieron al descubrir que tras registrarse la candidemia, el hongo llegó a penetrar la barrera hematoencefálica, a la vez que afectó las células inmunitarias del cerebro, llegando a ocasionar una cerebritis altamente localizada, como explica Corry:

«En el cerebro, la levadura desencadenó la actividad de la microglía, un tipo de célula inmune residente. Además, las ​​células se volvieron muy activas, comiendo y digiriendo a la levadura. También produjeron una serie de moléculas que mediaron en una respuesta inflamatoria, lo que llevó a la captura de las levaduras dentro de una estructura de tipo gránulo dentro del cerebro«.

Los investigadores nombraron a esta estructura inflamatoria como «granuloma glial inducido por hongos, o FIGG». También notaron que, mientras se formaban las FIGG, las proteínas precursoras de amiloide y las moléculas de la proteína beta amiloide aparecían alrededor de las células de la levadura. Recordemos que estas estructuras proteicas beta amiloides y precursoras amiloides forman las placas cerebrales anómalas que son típicas de la enfermedad de Alzheimer.

Proteínas de la enfermedad de Alzheimer

Los investigadores testearon la memoria de los ratones, comparando los roedores infectados con aquellos que no tenían la infección por levaduras.

Aquellos individuos que habían sido infectados mostraron una memoria espacial reducida. Sin embargo, cuando la infección desapareció, la memoria espacial retornó a la normalidad.

Corry explica la importancia de estos resultados, pues establece una correlación entre patologías neurológicas y la infección micótica:

«Estos hallazgos sugieren que el papel que desempeñan los hongos en la enfermedad humana potencialmente va más allá de la enfermedad alérgica de las vías respiratorias o la sepsis. Los resultados nos llevaron a considerar la posibilidad de que, en algunos casos, los hongos también puedan participar en el desarrollo de trastornos neurodegenerativos crónicos, como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis múltiple . Actualmente estamos explorando esta posibilidad«.

Además, expone que el entendimiento de la fisiopatología de las infecciones micóticas y el funcionamiento de nuestro sistema inmune ante estas situaciones, puede ser valioso a la hora de tratar más afectivamente estas patologías  

Si entendemos mejor cómo nuestro sistema inmunológico se enfrenta a este tipo de amenaza constante y cuáles son las debilidades de nuestra armadura inmunológica que se producen con el envejecimiento y que permiten que la enfermedad fúngica se arraigue, es probable que aumentemos la posibilidad de encontrando formas de contraatacar “.


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