Factores de riesgo para el cáncer gástrico: Helicobacter pylori, alimentación, tabaquismo y genética

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Si bien, en la mayoría de los cánceres, la alimentación es una de los aspectos fundamentales que inciden en su desarrollo o en su prevención, en el caso del cáncer gástrico, es aún más relevante, ya que el tipo de alimentos ingeridos define de manera directa el estado de este órgano en particular.

Dentro de los principales síntomas está la melena, vómitos hemorrágicos, sensación de saciedad, dolor abdominal, náuseas, acidez y pérdida de peso.

Existen dos tipos de cáncer de estómago: uno está relacionado a factores genéticos; mientras que en el  adenocarcinoma, se asocia a la bacteria Helicobacter pylori.

La gastroscopia o endoscopia alta es la prueba que permite detectar lesiones pretumorales y cánceres precoces. Permite evaluar y tomar muestras de la capa mucosa del estómago y tratar simultáneamente las lesiones más pequeñas.

El tratamiento quirúrgico sigue siendo, de momento, la mejor opción.

Principales factores de riesgo

1. Presencia de la bacteria Helicobacter pylori

Por su forma de espiral, esta bacteria puede «atornillarse» y adherirse firmemente para colonizar el epitelio gástrico, produciendo la enzima ureasa, que le permite neutralizar su entorno ácido gracias al amoníaco producido durante la reacción química, que es tóxico para el tejido mucoso.

La infección por H. pylori ocasiona la inflamación de la mucosa gástrica, que puede desencadenar un cuadro de gastritis, úlcera péptica y/o linfoma de tejido linfoide asociado a mucosa (MALT).

Así mismo, la infección por esta bacteria es la causa principal de cáncer de estómago. La infección crónica de la mucosa gástrica puede conducir a una gastritis atrófica crónica, y a cambios precancerosos de la capa mucosa del estómago,  aunque la mayoría de la gente que es portadora de esta bacteria nunca llega a padecer cáncer, como tampoco síntomas.

Este patógeno se transmite por vía fecal-oral, ante la higiene personal deficitaria y el manejo sanitario inadecuado de los alimentos.

Se calcula que más de dos tercios de la población mundial se encuentra infectada por esta bacteria, siendo mayor su prevalencia en los países del tercer mundo, dada la menor calidad sanitaria

En México existe una gran prevalencia de Helicobacter pylori, se calcula que entre el 60-70% de la población contiene esta bacteria en su estómago.

Aún la H.pylori sigue mostrando buena respuesta a la terapia antibiótica y puede ser erradicada de la mucosa gástrica de manera exitosa.

2. Mecanismo de patogenicidad

Cómo la H. pylori llega a ocasionar cáncer, es objeto de extensos estudios. Se sabe que las cepas más virulentas de la bacteria producen una toxina denominada CagA, que altera la estructura de las células epiteliales, lo que favorece su adhesión a las paredes gástricas. Además, CagA también afecta la respuesta inmunitaria por parte del huésped, al inducir la muerte de los linfocitos T. Además, la Helicobacter pylori sintetiza y secreta una enzima denominada HtrA, que degrada varias proteínas involucradas en la unión y estabilidad de las células epiteliales, favoreciendo la ruptura de la capa celular protectora. Esto permite a la bacteria penetrar en el tejido y producir más lesiones, que usa como vía para inyectar la toxina CagA a través de la membrana basolateral de las células huésped. Una vez en el interior, CagA participa en la reprogramación y alteración del metabolismo las células epiteliales, haciéndolas más susceptibles a una transformación tumoral.

3. Antecedentes familiares

Al parecer, existiría una predisposición en los familiares de primer grado de pacientes con cáncer gástrico a desarrollar este tipo de tumores. Se estima que aquellas familias con un familiar de primer grado que ha sido diagnosticado de cáncer gástrico, poseen un riesgo de 2 a 3 veces mayor de incidencia que el resto de la población.

4. Dieta

Se ha visto un riesgo aumentado de cáncer gástrico en personas que llevan una alimentación rica en productos ahumados, como pescado y carne salada, que contienen nitrosaminas, químicos reconocidos como cancerígenos.

Dentro de los aliños más usados, el excesivo consumo de sal en los alimentos puede duplicar las posibilidades de desarrollar alguna neoplasia.

Debido a los estilos de alimentación poco saludable, el promedio de edad en es detectado el cáncer gástrico  oscila entre los 30 y los 65 años, en contraste, cuando existen factores genéticos asociados, como el gen de la expresión de la proteína cadherina, hay casos en jóvenes no mayores a 30 años.

5. Tabaco 

El tabaquismo incrementa el riesgo de padecer esta patología, particularmente el cáncer ubicado en la región superior del estómago, cercana al esófago. La tasa de cáncer de estómago es alrededor del doble para los individuos fumadores.

6. Suma de factores de riesgo

Todos estos factores de riesgo pueden tener un efecto sumatorio, agregándose además los peligros de la automedicación, donde nombres como Omeprazol, Ranitidina y antiácidos efervescentes, etc., son algunas de las opciones más recurridas cuando se presenta algún malestar estomacal, que muchas veces puede servir para enmascarar patologías de mayor gravedad.

Mortalidad y prevención

El cáncer gástrico es el segundo en mortalidad en México; además, 80% de los pacientes  son diagnosticados en etapas tardías.Cada etapa clínica del cáncer tiene su mortalidad a cinco años, a partir de la etapa 3 la tasa se coloca en 30 a 40% en los últimos 5 años.

Según el Instituto Nacional de Cancerología (InCan), la mortalidad por este tipo de cáncer representa un 8,7% del total de neoplasias malignas.

Dentro de las recomendaciones para prevenir los carcinomas es seguir una dieta rica en frutas y verduras, especialmente crudas, no fumar y no beber alcohol o hacerlo con moderación, además de chequearse en caso que un pariente directo sufra de estos carcinomas.