El cáncer de próstata: una enfermedad silenciosa que mata a 7 personas al día en México

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El cáncer de próstata corresponde a una neoplasia maligna hormono-dependiente, que deriva del epitelio acinar y ductal de la próstata, cuyas características  pueden variar enormemente en su presentación, con respecto a su diferenciación glandular, grado de anaplasia,  patrones metastásicos característicos y respuestas al tratamiento.

Si bien la verdadera etiología del carcinoma prostático se desconoce, lo que  se sabe con certeza es que su crecimiento está influido por las hormonas sexuales masculinas, como la testosterona.

Principales síntomas

El cáncer de próstata es considerado una “enfermedad silenciosa”, pues mientras las células se malignizan y se multiplican pueden pasar hasta 10 años sin que se evidencien síntomas.

La mayoría de los pacientes con este carcinoma en etapas tempranas son asintomáticos, mientras que la presencia de síntomas puede indicar que la enfermedad ha tenido un avance local o ha desarrollado una metástasis.

Los principales síntomas son de tipo irritativos u obstructivos, afectando sobre todo la micción, debido a la hiperplasia local del tumor en la uretra o en la zona del cuello vescical. También es habitual que la sintomatología aparezca en la fase tardía de su evolución, ocasionada habitualmente por la infiltración local obstructiva, a las metástasis a distancia y a la infección urinaria, condicionada por la situación de éstasis de orina crónica.

Diagnóstico

Aparte de un examen físico general que está destinado a detectar la presencia del tumor y su repercusión en el resto del organismo,  se emplea el tacto rectal, que cuenta con una sensibilidad del 70% y una elevada especificidad, del 90%; si bien, tiene un 50% de falsos positivos, pero es muy útil para el diagnóstico precoz de este carcinoma.

Dentro de los análisis bioquímicos, la medición de niveles séricos del antígeno prostático específico (PSA) es un método de screening muy usualmente utilizado.

La ecografía transrectal (ETR) puede servir para diagnosticar tumores no palpables y es el método de elección para realizar la biopsia de áreas intraprostáticas sospechosas, puesto que la biopsia de próstata constituye el método diagnóstico certero para este cáncer.

Además, se debe complementar con otros estudios, tanto bioquímicos como imagenológicos, para determinar la presencia de focos metastásicos.

Epidemiología

Con respecto a la edad de presentación, su prevalencia se incrementa a partir de la quinta década de la vida. Antes de los 50 años no es frecuente y rara vez se presenta antes de los 45.

El cáncer prostático constituye la segunda causa de muerte en el sexo masculino a nivel mundial. De acuerdo a los datos proporcionados por del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cáncer de próstata es la octava causa de muerte a nivel nacional y, la primera de muerte por cáncer en el sexo masculino.

En la actualidad,  se registran siete decesos al día por este tipo de cáncer en México. En base a los registros epidemiológicos, en el 2017 fallecieron 206 hombres a causa de esta patología en Puebla, según dio a conocer la secretaria de Salud, Arely Sánchez Negrete, aunque manifestó que este estado ocupa el primer lugar en su detección, ya que cuenta con programas eficientes de atención para el sexo masculino, centrados en el diagnóstico precoz.

Además, Sánchez explicó que existe una diferencia en el diagnóstico por géneros, ya que las mujeres se preocupan más por asistir a controles periódicos para pesquisar el cáncer de mama y de útero, en cambio, los hombres asisten al médico con menor frecuencia, disminuyendo sus posibilidades de ser chequeados y diagnosticados tempranamente.

Pronóstico y tratamiento

La importancia del diagnóstico temprano del carcinoma prostático se evidencia en la tasa de curación que se relaciona con el estadío en que se encuentra, ya que en el estadío 1 se puede curar entre el 90-95% de los casos; en el estadío 2 es curable el 65% de los pacientes; mientras que en el estadío 3 se baja a 35-40% y en estadío 4, que es cuando aparecen metástasis, los pacientes presentan una escasa sobrevida a los 5 años.

Existen tres estrategias estándares para el tratamiento del cáncer de próstata localizado: cirugía para extirpar el tumor, radioterapia con/sin hormonoterapia, con la adecuada observación y vigilancia, cuya elección dependerá de varios criterios a evaluar según las condiciones del paciente.

Prevención

Existen muchos estudios que avalan la alimentación rica en antioxidantes como una ayuda eficaz en la prevención de los cánceres en general y del prostático en particular, como es el caso de los tomates (crudos, cocidos o productos que contienen tomate como salsas) y las sandías, que disponen de un alto contenido de licopenos. También se recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina C y E, además de selenio.

Dado que se desconoce la etiopatogenia del carcinoma prostático, se recomienda que los hombres se realicen un chequeo periódico, que incluya el estudio de su próstata, más aún, si están próximos a la quinta década de vida.