Benzocaína: la FDA advierte sobre el peligro de usar geles para la dentición
La Food and Drugs Administration (FDA) de Estados Unidos viene advirtiendo sobre el peligro de emplear geles y cremas para la dentición que contienen benzocaína, ya que puede ser mortal para los niños, en especial, para los menores de dos años. Su uso causa metahemoglobinemia, un cuadro que cursa con cianosis e hipoxemia, que puede generar graves manifestaciones a nivel respiratorio, cardíaco y nervioso.
Benzocaína y FDA
Desde hace años, la FDA ha advertido sobre el peligro de utilizar productos con benzocaína. De hecho, en 2011,y luego en 2014, la FDA envió comunicados sobre la relación entre la benzocaína y una enfermedad llamada metahemoglobinemia.
Desde hace más de una década, la FDA ha llamado la atención al respecto; sin embargo, se siguen reportando muertes por el uso de fármacos con ese ingrediente activo. Por estos motivos, la institución tomará medidas legales contra las empresas que sigan vendiendo esos productos.
La FDA también manifestó estas preocupaciones de seguridad en varias cartas que envió a las empresas farmacéuticas. Además, hizo recomendaciones específicas a los productores para proteger a los pacientes y para asegurarse de que cuenten con la información más actualizada sobre los medicamentos. Las advertencias de riesgo de metahemoglobinemia deben aparecer en las etiquetas de información farmacológica.
Algunos de los productos con benzocaína identificados en Estados Unidos son Baby Orajel, manufacturado por Church and Dwight Co. Inc, en Nueva Jersey. También, marcas como Anbesol, Cepaco, Chloraseptic, Hurricaine, Orabase y Topex contienen este anestésico. Estos medicamentos son utilizados para aliviar dolores dentales y herpes labiales en adultos.
Geles con benzocaína en México
En México, Baby Orajel también está disponible a través de tiendas de autoservicio o en Amazon. Otros productos con benzocaína en el país son Baby Kanka para la dentición y Graneodin B para dolor de garganta.
En las aclaraciones de los geles de benzocaína aparece, como una advertencia más, que puede producir metahemoglobinemia, pero no existe ninguna advertencia especial de las entidades sanitarias gubernamentales sobre el riesgo de ocasionar esta grave patología en infantes.
Cómo se usa la benzocaína
La benzocaína, como compuesto químico, es un éster del ácido para-aminobenzoico (PABA) insoluble en agua. Se emplea como anestésico de superficie o local. Actúa impidiendo la generación y la conducción del impulso nervioso.
La benzocaína es uno de los productos más usados para aliviar o para disminuir el dolor causado por condiciones médicas, como úlceras orales, aftas, irritación dental. En algunos casos, también se usa para atender faringitis, otitis, y, por supuesto, la dentición. Se indica como anestésico local de las membranas accesibles. Brinda alivio sintomático y temporal del dolor y de la irritación buco-faríngea.
La benzocaína está disponible en geles, líquidos o pastillas. Cuando esta se aplica sobre las mucosas, su acción anestésica es inmediata (actúa al minuto) y persiste de 30 a 60 minutos.
No se debe ingerir alimentos durante un periodo de 60 minutos después de su aplicación tópica en la mucosa oral, ya que la anestesia afecta los movimientos de deglución. Asimismo, el adormecimiento del revestimiento bucal y de la lengua incrementa el riesgo de mordedura.
En la forma en la que se expende, como numerosos preparados tópicos, su absorción a través de las mucosas es lenta y escasa. Su degradación se produce en el plasma y en el hígado, hasta su conversión en ácido para-aminobenzoico y metabolitos derivados.
Advertencias y contraindicaciones
Muchos de estos productos se venden bajo la premisa de que sus principios activos mejoran el crecimiento de los dientes, pero la realidad es que son dañinos.
La benzocaína está contraindicada en casos de hipersensibilidad a los anestésicos locales derivados del PABA. Tampoco se recomienda su uso durante el embarazo y la lactancia.
No debe emplearse en personas que estén recibiendo medicamentos del grupo de las sulfonamidas, como el antibiótico trimetoprim y sulfametoxazol.
Las reacciones adversas son raras e incluyen alergia local (prurito, edema, dolor e irritación). En los niños puede causa metahemoglobinemia.
Hemoglobina y metahemoglobina
La hemoglobina es la proteína presente en los glóbulos rojos, cuya función es transportar y distribuir el oxígeno a las células del cuerpo. Es el componente que le da el color rojo a la sangre.
Por su parte, la metahemoglobina es una forma anómala de hemoglobina, que contiene hierro en estado férrico, es decir, oxidado (con oxígeno en su estructura). Pero este estado de la hemoglobina hace que exista mucha afinidad por las moléculas de oxígeno, lo que, si bien permite su transporte, impide su liberación de manera efectiva en las células del organismo.
La metahemoglobina es normalmente producida en el glóbulo rojo por oxidación de la hemoglobina, pero se mantiene a una baja concentración, debido a su constante reducción, que la transforma nuevamente a hemoglobina a través de un mecanismo enzimático.
Metahemoglobinemia y benzocaína
La metahemoglobinemia es un trastorno sanguíneo en el cual se produce una cantidad anormalmente elevada de metahemoglobina, a partir de la hemoglobina normal de la sangre.
Un cuadro de metahemoglobinemia adquirida se produce cuando la hemoglobina es oxidada a una velocidad que excede a la capacidad enzimática normal de volverla a su estado reducido (hemoglobina normal).
Existen numerosos agentes que pueden estar implicados en esta oxidación excesiva. Se ha observado que ocurre en algunas personas después de la exposición a ciertos químicos y medicamentos, dentro de los cuales figuran:
- Benzocaína.
- Nitrobenceno
- Antibióticos (como dapsona y cloroquina)
- Nitritos (usados como conservante en las carnes)
Los lactantes sanos menores de 4-6 meses tienen una mayor predisposición de sufrir de metahemoglobinemia, debido a varios factores propios de su inmadurez orgánica.
Cuadro clínico
El principal signo clínico es la cianosis (coloración azul en la piel, uñas y labios) rápida y progresiva, en ausencia de patología cardíaca o pulmonar. A veces, presenta una distribución en placas_ más evidente en la cara y en extremidades_ que se acentúa con el llanto. Generalmente, es refractaria (no responde) a la oxigenoterapia.
Un dato característico de la metahemoglobinemia es la apariencia de la sangre, que adquiere un color chocolate, el que no se modifica con el tiempo transcurrido después de su extracción.
En ocasiones, se presentan efectos hemodinámicos como taquicardia y polipnea (aumento de frecuencia y de profundidad de la respiración). Los pacientes más graves pueden presentar acidosis metabólica (pH ácido en el organismo), arritmia y sintomatología neurológica, como disminución del nivel de conciencia, coma y convulsiones.
En las formas graves, los síntomas se deben al nivel de hipoxia (baja concentración de oxígeno en sangre). Esta se manifiesta en cefalea, debilidad, taquicardia (ritmo cardíaco acelerado) y disnea (dificultad respiratoria).
En general, la gravedad del cuadro clínico está directamente relacionada con el nivel de metahemoglobina. Los síntomas más severos se presentan de manera progresiva cuando las concentraciones de metahemoglobina exceden el 20 %.
Concentraciones mayores al 50 % de metahemoglobina ocasionan hipoxemia grave y depresión del sistema nervioso central. Una concentración mayor del 70 % es incompatible con la vida.
El cuadro clínico de la metahemoglobinemia puede aparecer desde unos pocos minutos, una o dos horas después de usar benzocaína. Los síntomas pueden manifestarse tanto después de usar este anestésico por primera vez o tras varias veces de ser administrado.
Tratamiento
El tratamiento básico consiste en la remoción del agente químico causal, administración de oxígeno y observación.
Los casos graves deben ser tratados con azul de metileno, que se usa como antídoto específico. La respuesta clínica tras el tratamiento con este compuesto debe observarse dentro de la primera hora de la administración, ya que puede ser ineficaz en algunas situaciones.
En casos de extrema gravedad, se puede proceder a realizar una exanguinotransfusión («recambio» de sangre).
Una dentición sin benzocaína: recomendación para los padres
En promedio, los bebés comienzan la fase de dentición a eso de los 4 a 7 meses de edad, y llegan a tener un total de 20 «dientes de leche» a los 3 años.
Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), entre los síntomas más habituales de la dentición están la irritabilidad moderada, babeo, fiebre baja y una ansiedad por morder algo duro, lo que le proporciona alivio al bebé. A esto se le puede sumar vómitos y diarrea.
¿Qué es bueno para las encías del bebé?
La FDA ha hecho recomendaciones a los padres y madres de familia para evitar el uso de productos con benzocaína. Actualmente, ha declarado que tomará medidas legales contra quienes sigan produciendo geles con esta sustancia para la dentición; también para quienes los comercialicen. Además, se pide que se sigan las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría para que la etapa de dentición en los bebés sea saludable.
Tampoco recomiendan hacer uso de remedios homeopáticos o de venta libre para frotar las encías. Por supuesto, evitar los productos con benzocaína es de suma importancia, pues pueden tener como consecuencia afecciones graves que lleven a la muerte.
La FDA sugiere que, durante la fase de dentición, se froten las encías suavemente con los dedos en caso de que estén muy inflamadas. Asimismo, las mordederas de goma firme pueden ayudar a calmar los síntomas del crecimiento dental; eso sí, nunca deben estar congeladas ni ser demasiado duras porque podrían ocasionar daños a las encías.
Cabe destacar que, en general, las normativas sanitarias de los países no han emitido declaraciones sobre los riesgos reales y las precauciones ante la metahemoglobinemia secundaria al empleo de benzocaína en niños.