Austeridad, ¿la causa de la crisis en el sector salud?
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su primer informe de gobierno, destacó la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar. Con él, dijo, se resolverán cuatro demandas básicas:
- Abasto de medicamento en las comunidades más apartadas del país.
- Rehabilitación y ampliación de la infraestructura de salud; incluido el mejoramiento de equipos médicos.
- Basificación de 80 mil trabajadores.
- Incremento a 40 mil millones de pesos para financiar las acciones destinadas a mejorar la atención médica y garantizar la gratuidad de los fármacos.
En el discurso, López Obrador reconoció que hace falta tener un buen mecanismo de abasto y distribución de medicamentos. Asimismo, adelantó que, durante su sexenio, quedarán resueltos los servicios básicos.
Dichas afirmaciones se dan después de nueve meses de administración que se han visto inmersos en diversas manifestaciones.
¿Manifestaciones con resultados?
De acuerdo con especialistas entrevistados por El Universal, la austeridad ha impactado al sector salud porque los procesos administrativos han cambiado y no es claro cómo se ejercen los recursos.
Según el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), la Secretaría de Salud recibió 124 mil 266 millones 865 mil 116 pesos para 2019. Eso significa un incremento de 652 millones 78 mil 402 pesos comparado con 2018.
Aunque se destacó un ahorro de 3 mil 921 millones de pesos en la compra de medicamento, ha habido múltiples reclamos a la Secretaría de Salud.
El primero de ellos se desató el 9 de abril cuando médicos residentes marcharon hasta el Zócalo de la Ciudad de México. Su objetivo fue denunciar el retraso en su pagos y el descuento de un bono depositado en diciembre de 2018.
Como no llegaban a un acuerdo, anunciaron un paro de labores hasta que Salud les diera respuesta. Entonces, el titular de Administración y Finanzas, Pedro Flores, recibió a los demandantes y se comprometió a realizar los pagos correspondientes.
Ese mismo mes, Pedro Zenteno Santaella, director de administración y finanzas del ISSSTE, reveló que el instituto estaba en riesgo de quiebra.
De abril a mayo, pacientes con VIH bloquearon Paseo de la Reforma para exigir antirretrovirales. Por su parte, directores de nueve Institutos Nacionales de Salud denunciaron que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público congeló los recursos aprobados en el PEF.
En junio, se informó que los pasantes de medicina recibirían becas solo si hacían su servicio social en zonas rurales. Por supuesto, dicha noticia fue respondida con una marcha en la que destacó la frase “ninis con sueldo, pasantes sin presupuesto”.
Finalmente, una semana antes del informe, Jorge Alcocer Varela, titular de la Secretaría de Salud declaró que el tratamiento contra el cáncer no era una urgencia médica.
A pesar de haberse retractado, no evitó que familiares de niños con cáncer cerraron accesos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para demandar el abasto de metotrexato.
El problema es el uso del presupuesto
Rodolfo de la Torre dijo a El Universal que, en la cuarta transformación, las manifestaciones han sido claves para obtener respuestas favorables. Además, reconoció que las denuncias desde el interior del sistema de salud han tenido un papel fundamental para que las autoridades atiendan las demandas.
Esas manifestaciones, tanto del sector público como de los usuarios, han logrado que medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil también presten atención e investiguen las problemáticas.
Karen Arteaga, integrante del Comité de comunicación de la Asamblea Nacional de Médicos Residentes, comentó que los profesionales de salud no culpan al gobierno federal actual; pues desde administraciones pasadas hay deficiencias graves. No obstante, son los recortes presupuestales sin explicación los que han tenido un impacto negativo.
Gustavo Leal Fernández, investigador en políticas de atención a la salud de la UAM Xochimilco, comparte la opinión de que el problema no es la austeridad en sí, sino la forma en que se ejercen los recursos; ya que no se dan explicaciones a pacientes ni a profesionales.
Por último, los especialistas concuerdan en que el principal reto en materia de salud es brindar a 20 millones de personas que aún no cuentan con ningún tipo de seguridad social acceso a los servicios sanitarios; así como la reorganización del sistema.
Con información de El Universal.