Aumenta consumo de alcohol entre personas de la tercera edad
La Encuesta Nacional sobre Envejecimiento Saludable 2021 de la Universidad de Michigan apunta a un incremento del consumo de alcohol entre adultos mayores durante los últimos años. Los especialistas advierten que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas entre personas de la tercera edad puede conducir a algunos tipos de cáncer, daños al hígado, trastornos del sistema inmunológico y daño cerebral.
Además, el consumo de alcohol, incluso a niveles bajos, puede generar interacciones dañinas con muchos medicamentos comúnmente prescritos para personas en este rango de edad.
¿Qué resultados arrojó el estudio?
La encuesta fue realizada por la Asociación Americana de Jubilados (AARP, por sus siglas en inglés) y Michigan Medicine, el centro médico-académico de la Universidad de Michigan, a finales de enero de este año, con una muestra nacional de más de 2,000 adultos entre 50 y 80 años.
Estos fueron los principales hallazgos:
- Dos de cada tres adultos de entre 50 y 80 años (67%) declararon haber bebido al menos ocasionalmente en el último año.
- Entre los que bebían, el 42% lo hacía mensualmente o con menos frecuencia, el 19% de dos a cuatro veces al mes, el 18% de dos a tres veces a la semana y el 20% cuatro o más veces a la semana.
- En un día típico de consumo de alcohol, la mayoría (77%) consumía de una a dos bebidas, el 17% de tres a cuatro bebidas y el 6% cinco o más bebidas.
- Entre los adultos mayores que declararon haber bebido algún tipo de alcohol en el último año, las razones más comunes para beber fueron que les gustaba el sabor (50%), para socializar (49%), para relajarse (38%) o porque formaba parte de su rutina (13%). Otras razones fueron para hacer frente al estrés (10%), para mejorar el estado de ánimo (9%), por aburrimiento (8%) o para aliviar el dolor (5%).
- Los hombres son más propensos que las mujeres a declarar haber bebido en el último año (73% frente al 61%).
- Uno de cada cinco hombres de 50-80 años (20%) declaró haber tomado de tres a cuatro bebidas con alcohol en un día típico de consumo, en comparación con el 15% de las mujeres, y los hombres tenían el doble de probabilidades de declarar haber tomado cinco o más bebidas en un día típico de consumo (8% frente al 4%).
- Entre los adultos de 50-80 años que bebían alcohol, uno de cada cuatro (27%) declaró haber tomado seis o más copas en al menos una ocasión en el último año, y el 7% dijo que el alcohol le había dificultado alguna vez recordar partes del día o de la noche.
¿Cuáles son los riesgos del consumo excesivo de alcohol entre personas de la tercera edad?
Preeti Malani, especialista en enfermedades infecciosas de Michigan Medicine y directora de la encuesta, explica que la capacidad del organismo de procesar el alcohol va cambiando con la edad. Por ello, los adultos mayores pueden encontrar que la misma cantidad de alcohol que consumieron en el pasado, ahora les afecta de manera diferente. A largo plazo, esto conlleva una serie de riesgos para la salud del adulto mayor, entre ellos:
- Conducir a algunos tipos de cáncer
- Provocar daños al hígado
- Acelerar el deterioro del sistema inmunitario que se produce con la edad
- Empeorar condiciones como la osteoporosis, la diabetes, presión arterial alta, derrame cerebral, úlceras, pérdidas de memoria y trastornos del estado de ánimo
- Dificultar que la identificación y el tratamiento de algunas condiciones como los dolores que advierten la posibilidad de un ataque al corazón, ya que el alcohol provoca cambios en el corazón y en los vasos sanguíneos
- Causar que las personas mayores sufran olvido y condición, síntomas que pueden confundirse con la enfermedad de Alzheimer.
Alcohol, fármacos y drogas ilícitas: una peligrosa combinación
Uno de cada diez adultos mayores encuestados (10%) que había bebido alcohol en el último año, dijo que había consumido alcohol mientras consumía otras drogas como marihuana, tranquilizantes, pastillas para dormir, analgésicos y drogas ilícitas.
Los expertos advierten que consumir un cóctel de alcohol y drogas, tanto prescritas como ilícitas, puede resultar sumamente peligroso para la salud, especialmente para personas de la tercera edad, ya que el alcohol puede aumentar el efecto sedante de los somníferos y de los analgésicos, aumentar el potencial de la aspirina para irritar el estómago y dañar el hígado, y activar enzimas hepáticas de manera que los medicamentos se metabolicen más rápido de lo normal y sean menos eficaces.
El impacto de la pandemia en el consumo de alcohol
El 27% de los adultos mayores encuestados dijo que habían consumido menos alcohol durante la pandemia de Covid-19, mientras que el 14% reportó un aumento en su consumo y el 59% no reportó ningún cambio en sus patrones de consumo de bebidas alcohólicas. Entre los encuestados que dijeron que bebían por razones sociales, el 11% dijo que su consumo había aumentado durante la pandemia.
Entre los que dijeron que bebían para relajarse, el 26% aumentó su consumo de alcohol durante la pandemia. El porcentaje de los que declararon un aumento del consumo de alcohol durante la pandemia fue mayor entre los que dijeron que bebían para aliviar el dolor (49%), para hacer frente al estrés (48%), por aburrimiento (46%), para ayudar al estado de ánimo (38%) o como parte de su rutina (31%).
La encuesta también arrojó una correlación entre los sentimientos de soledad y asilamiento y el aumento en el consumo de alcohol durante la pandemia.
¿El alcohol acelera el proceso de envejecimiento?
El consumo excesivo de alcohol tiene una serie de impactos que aumentan la presión sobre el cuerpo y envejecen el organismo de forma más rápida:
- Causa arrugas en la piel, enrojecimiento y sequedad en la tez.
- Hace que el organismo libere más hormonas del estrés, lo cual acelera el envejecimiento.
- Dificulta la absorción de nutrientes en el sistema digestivo, como las vitaminas A, B, D y E, además de minerales como el calcio, el magnesio, el hierro y el zinc, e incluso proteínas y carbohidratos.
- Causa una deficiencia de vitamina A6, un nutriente que ayuda a la regeneración celular y a la reproducción del colágeno, una sustancia esencial para mantener la piel joven.
Fuentes consultadas: Harvard Health Publishing, Michigan Health, National Institute on Aging.
