Anestesia general: cuando no afecta el cerebro de los niños
En los países desarrollados, en el transcurso de los primeros 3 años de vida, alrededor de 1 de cada 10 niños, son sometidos a procedimientos quirúrgicos- tanto de índole médico y diagnóstico- bajo anestesia general, incluida la hernioplastía, amigdalectomía, estudios imagenológicos y endoscopias.
Por más de 15 años, se ha advertido sobre la posible neurotoxicidad de los fármacos anestésicos habitualmente usados en niños, por lo que en diciembre de 2016 la FDA emitió un “Comunicado de Seguridad de Medicamentos” sobre el uso de anestésicos generales y sedantes en niños menores de 3 años de edad que son anestesiados por períodos superiores a 3 horas, diciendo que “puede afectar el desarrollo cerebral de los niños”. Esto dio origen a un cambio en las etiquetas de 11 anestésicos generales comunes y agentes sedantes.
Nuevamente, en el 2017 esta entidad advirtió sobre los anestésicos generales, pero basados en hallazgos realizados en estudios sobre primates no humanos en desarrollo, en los que se evidenció un incremento de la muerte neuronal. Pero esta advertencia que es cuestionable, pues no considera el hecho clave que la cronobiología del desarrollo neuronal y la neurogénesis que sucede entre los humanos y el resto de especies muestra marcadas diferencia; además del desconocimiento de las equivalencias en cuanto a dosis de anestésicos empleadas en animales y en la clínica humana.
En el 2016, se dieron a conocer algunas investigaciones que analizaron el efecto neuronal entre la anestesia general y la de tipo regional con pacientes despiertos, las que no encontraron resultados significativos del desarrollo neurológico a los 2 años de edad.
Pero hasta ahora, la investigación en seres humanos se reduce a estudios observacionales con reportes contradictorios y no concluyente sobre los potenciales efectos dañinos de la anestesia, que podrían ser atribuibles a otros factores, como los cuadros clínicos subyacentes que hicieron necesaria la cirugía o el procedimiento en sí.
El estudio
Un equipo de investigadores realizó el primer ensayo aleatorio de su tipo- publicado en The Lancet -diseñado para investigar si la exposición a la anestesia general en la infancia afecta negativamente al cerebro en desarrollo hasta la edad de 5 años.
Para realizar el estudio, se comparó el empleo de anestesia general en relación con la anestesia espinal (GAS), para lo cual se reclutó a 722 niños nacidos con más de 26 semanas de gestación, que se sometieron a una hernioplastía inguinal (reparación quirúrgica de la hernia inguinal), que es una de las cirugías más comunes de la primera infancia.
Los participantes fueron intervenidos quirúrgicamente en 28 hospitales, pertenecientes a 7 países: Australia, Italia, E.E.U.U., Reino Unido, Canadá, Países Bajos y Nueva Zelanda; entre febrero de 2007 y enero de 2013.
Los infantes fueron asignados al azar a anestesia general (363 niños) o anestesia regional (359 niños). La duración media de la anestesia general fue de 54 minutos.
Se produjeron algunos cambios del protocolo de tratamiento original, pues algunos niños en el grupo regional también tuvieron que recibir anestesia general. Además hubo pérdidas en el seguimiento de algunos infantes, por lo que solo 205 de 363 niños en el grupo regional y 242 de 359 niños en el grupo de anestesia general fueron finalmente incluidos en el análisis.
Para analizar el impacto a nivel cerebral de los niños de 5 años de edad, los psicólogos infantiles emplearon pruebas estandarizadas para evaluar su coeficiente intelectual (CI), así como la memoria, la atención y la función ejecutiva, que involucra habilidades como la planificación, la toma de decisiones, la resolución de problemas, autoregulación y autocontrol.
Resultados y su importancia
El empleo de anestesia general inferior a una hora en la infancia temprana no da lugar a problemas neurológicos o de desarrollo medibles hasta la edad de 5 años.
Los resultados no mostraron diferencias significativas en las puntuaciones de CI entre los niños expuestos a la anestesia general (puntuación media de CI 98,87) y la anestesia regional con los niños despiertos (99,08). Tampoco se evidenciaron diferencias de relevancia en otras pruebas de función neurocognitiva.
Este ensayo tiene la importancia de ser el primero en proporcionar evidencia sólida de que una exposición breve a la anestesia es segura en niños pequeños, como dice el líder del estudio- Andrew Davidson- perteneciente al Murdoch Children’s Research Institute, Australia:
«Casi la mitad de los anestésicos generales que se administran a los bebés se usan por menos de una hora, por lo tanto, nuestros hallazgos deberían tranquilizar a los profesionales de la salud y a los millones de padres cuyos niños pequeños se someten a procedimientos quirúrgicos o diagnósticos con medicamentos anestésicos en todo el mundo cada año«, “Los padres y los médicos pueden querer retrasar los procedimientos necesarios, especialmente en niños muy pequeños. Estos hallazgos significan que los niños ya no necesitan estar sujetos a los riesgos médicos y de desarrollo potenciales de retrasar la cirugía, y los anestesistas no tienen que evitar los anestésicos generales en favor de las técnicas anestésicas menos establecidas”.
Limitaciones del estudio
Los autores señalan varias limitaciones, entre ellas el hecho de que hubo un gran número de desviaciones del protocolo anestésico original, pues varios niños que debían recibir anestesia general terminaron con anestésicos a nivel regional. Además, a varios infantes no se les pudo realizar el seguimiento durante el período de 5 años.
Si bien en niños se emplean varios anestésicos generales, los participantes en el ensayo solo recibieron sevoflurano, lo que podría restringir la generalización de los hallazgos efectuados.
Además, a la edad de 5 años pueden ser muy pronto para detectar algunas funciones ejecutivas y habilidades socioemocionales que se desarrollan en etapas más tardías de la vida.
En cuanto al sexo de los participantes del estudio, el 84% eran hombres, por lo que se necesita más investigación para confirmar si estos hallazgos son extensivos a ambos sexos, con varias exposiciones y más prolongadas a los anestésicos generales.
Por todas estas limitaciones, hay que ser cautos al momento de interpretar los resultados, puesto que deben considerarse los múltiples factores de riesgo relacionados con el estado cognitivo de los niños, desde la atención médica, aspectos genéticos, familiares y ambientales, además del tipo de cirugía que se realiza, entre otras consideraciones.