7 enfermedades del aparato digestivo
De acuerdo con expertos del Departamento de Microbiología del Instituto Politécnico Nacional, las enfermedades del aparato digestivo son una de las primeras causas de consulta médica y de muerte.
Se ha estimado que en Asia, África y Latinoamérica, la probabilidad de que un niño menor de 5 años muera debido a una enfermedad digestiva es del 50 %.
Dichos trastornos son causados por bacterias como Escherichia coli, Salmonella y Shigella; parásitos —Giardia lamblia y amibas—; y virus —Rotavirus y virus Norwalk—, o por consumir alimentos y agua contaminados con materia fecal.
Las infecciones agudas del tracto gastrointestinal son muy frecuentes y pueden presentarse en cualquier época del año, aunque el riesgo se incrementa en la temporada de calor.
Entre los síntomas que preceden al padecimiento suelen encontrarse: fiebre, vómito, dolor abdominal y diarrea moderada o intensa.
Enfermedades comunes
Solemos asociar las enfermedades del aparato digestivo solamente con el estómago; sin embargo, este sistema es un conjunto de varios órganos que van desde la boca hasta los intestinos.
Según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, de Estados Unidos, el aparato digestivo está formado por lo siguiente:
- el tracto gastrointestinal al que pertenecen la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano.
- el hígado, el páncreas y la vesícula biliar.
La principal función del aparato digestivo es procesar los alimentos en energía para el organismo. En el proceso, las sustancias simples son absorbidas por las vellosidades intestinales del intestino delgado y, de ahí, se distribuyen por la sangre en forma de nutrientes.
Cuando entran bacterias y agentes extraños al cuerpo, se mezclan en el proceso de digestión y se producen las enfermedades.
Diarrea
La diarrea son heces acuosas y blandas que se evacúan de tres a más veces por día. Este padecimiento, por lo general, dura un par de días y desaparece solo; no obstante, si se prolonga, puede ser digno de un problema más serio o de una enfermedad crónica.
Sus causas más comunes:
- Contaminación por bacterias en alimentos o agua.
- Virus como la gripe, el norovirus o rotavirus.
- Parásitos.
- Medicamentos como antibióticos, medicamentos contra el cáncer y antiácidos que contienen magnesio.
- Intolerancia y sensibilidad a ciertos alimentos.
- Enfermedades del estómago, el intestino delgado o el colon.
- Problemas del funcionamiento del colon.
Entre sus síntomas se encuentran:
- Calambres o dolor en el abdomen.
- Necesidad urgente de ir al baño.
- Pérdida del control intestinal.
- Fiebre, escalofríos y sangre en las heces.
La diarrea no tratada causa deshidratación, la cual puede tener consecuencias devastadoras sobre todo en ancianos, niños y personas con sistemas inmunes debilitados.
Para prevenirla, basta con cocer los alimentos, hervir el agua y lavarse las manos.
Reflujo gastroesofágico
Ocurre cuando el músculo al final del esófago no se cierra adecuadamente. Como consecuencia, el contenido del estómago regresa hacia el esófago y lo irrita.
La sensación que se tiene es de ardor en el pecho y en la garganta. A esto se lo denomina acidez. En ocasiones, se puede sentir el sabor del líquido del estómago en la parte posterior de la boca.
Entre otros síntomas se pueden presentar tos seca, síntomas de asma y problemas para tragar.
Todas las personas, incluso niños y bebés, pueden presentar esta enfermedad. Si ocurre al menos dos días por semana y no es tratada a tiempo, lleva a problemas de salud más serios.
La salud mejora al evitar bebidas alcohólicas, comidas condimentadas, grasosas o ácidas, y al reducir las porciones de comida y mantener un peso saludable.
Úlcera péptica
Se trata de una llaga abierta en el revestimiento del estómago o del intestino. Existen dos tipos:
- Úlcera gástrica que se da en el estómago.
- Úlcera duodenal que ocurre en la primera parte del intestino delgado.
Por lo general, aparecen en las primeras capas; sin embargo, en casos más graves, ocasionan perforaciones.
Las causas de este padecimiento son las siguientes:
- Presencia de la bacteria Helicobacter Pylori
- Ingesta de demasiado alcohol
- Abuso de fármacos con ácido acetilsalicílico, ibuprofeno, naproxeno o antinflamatorios no esteroides
- Cigarrillo
- Sometimiento a tratamientos de radiación
En ocasiones, se puede sentir dolor abdominal, náuseas, vómito, sensación de llenura, problema para beber líquidos, fatiga, dolor torácico, heces negras o con sangre, pérdida de peso y acidez gástrica constante.
Para detectarla, es necesario hacer endoscopia de vías digestivas altas con la finalidad de revisar el revestimiento del esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado.
Hemorroides
Las hemorroides son venas hinchadas inflamadas alrededor del ano o de la parte inferior del recto. Pueden encontrarse dentro o en la piel.
Son más comunes en personas de 50 años en adelante, aunque pueden aparecer antes o durante el embarazo. También ocurren por la presión para evacuar, diarrea crónica o estreñimiento, obesidad o por consumir poca fibra. Incluso, las relaciones sexuales anales y el levantar cosas pesadas con regularidad son factores de riesgo.
El síntoma más común es sangre color rojo brillante en las heces.
La mejor manera de prevenirlas es ingerir alimentos ricos en fibra y vegetales para mantener las deposiciones blandas, beber bastante líquido, evitar esfuerzos, hacer ejercicio e ir al baño en cuanto aparezca la urgencia.
Enfermedad celíaca
Es una afección del sistema inmunitario en la que las personas no pueden consumir gluten (una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno) porque daña su intestino delgado.
Los síntomas dependen de cada persona; puede haber diarrea o dolor abdominal, o provocar irritabilidad y hasta depresión.
Para controlar el padecimiento basta con una dieta libre de gluten.
Colitis ulcerosa
Es una afección en la cual el revestimiento del intestino grueso y el recto se inflaman.
La causa de la colitis ulcerosa se desconoce, pero lo especialistas sugieren que está relacionada con el sistema inmunitario. Se piensa que el estrés y ciertos alimentos pueden desencadenar los síntomas.
La colitis comienza en el recto y después se extiende a zonas más altas del intestino grueso.
Los factores de riesgo incluyen tener antecedentes familiares de colitis u otras enfermedades autoinmunes.
Los síntomas pueden comenzar gradual o repentinamente. Se incluyen sonido de gorgoteo en el intestino, diarrea, fiebre, sensación de evacuar, espasmos o cólicos, pérdida de peso. Asimismo, hinchazón, dolor, llagas bucales, náuseas y vómitos, y protuberancias y úlceras en la piel.
Su tratamiento está enfocado en controlar ataques agudos, prevenir ataques repetitivos y sanar el colon. En casos muy graves, donde no responde a la terapia completa o puede llevar al cáncer, lo mejor es la extirpación del colon.
Para evitarla, se recomienda cambiar los hábitos alimenticios, controlar el estrés y utilizar medicamentos.
Cáncer colorrectal
El cáncer colorrectal comienza en el intestino grueso (colon) o en el recto (parte final del colon). No hay una causa única de este padecimiento, aunque existen factores de riesgo:
- Ser mayor de 60 años
- Consumir demasiada carne roja
- Tener pólipos rectales, enfermedad inflamatoria intestinal o antecedentes familiares
- Fumar o beber alcohol
Algunos síntomas son sensibilidad y dolor abdominal, sangre en las heces, diarrea, heces delgadas, pérdida de peso sin razón conocida.
El tratamiento depende de la etapa en la que se encuentre el cáncer; va desde la extirpación del tumor, hasta quimioterapia, radioterapia y terapia dirigida. La mejor manera de combatirlo es con un diagnóstico oportuno.
Problemas hepáticos
El hígado forma parte del aparato digestivo y no está exento de presentar problemas. Entre los padecimientos hepáticos más comunes encontramos la hepatitis b, hepatitis c, cirrosis, insuficiencia hepática y hepatitis alcohólica.
Sus síntomas más comunes:
- Color amarillento en la piel y en los ojos.
- Hinchazón y dolor abdominal.
- Hinchazón en piernas y tobillos.
- Picazón.
- Orina de color oscuro.
- Heces de color pálido con sangre.
- Fatiga crónica.
- Náuseas o vómitos.
Panorama mexicano
Las enfermedades mencionadas son las más comunes; sin embargo, existen diversos trastornos que van desde leves a muy graves. Por ejemplo: sangrado, distensión, estreñemiento, problemas para tragar, cálculos biliares, colangitis, fisuras y prolapso rectal.
El espectro de estos padecimientos ha cambiado y, al mismo tiempo, se han generado nuevos conocimientos en torno a ellos.
En México, la Secretaría de Salud informó que las enfermedades gastrointestinales, ocasionadas por bacterias o por parásitos, ocupan la decimocuarta causa de fallecimientos a nivel nacional.
Los estados con mayor incidencia son Chiapas, Oaxaca, Guanajuato, Veracruz, Puebla y el Distrito Federal.
Según estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las infecciones, como gastroenteritis, salmonelosis, tifoidea, cólera y rotavirosis, son un severo problema de salud pública para el país.
Por lo anterior, y para prevenirlas —sobre todo en tiempo de mucho calor—, la Secretaría de Salud recomienda:
- Beber agua constantemente para evitar la deshidratación.
- Reducir la ingesta de bebidas azucaradas.
- Lavarse las manos de manera regular.
- Preparar alimentos con agua potable y desinfectarlos.
- Mantener en refrigeración alimentos sensibles, como lácteos, carnes y pescados.
- Evitar consumir productos de puestos callejeros.
Por supuesto, ante cualquier signo negativo en la salud, la medida inmediata debe ser acudir al centro de salud más cercano para recibir la atención adecuada.