Se encontraron diez genes ligados directamente a la esquizofrenia
La esquizofrenia es una patología mental que ocasiona a quienes la sufren una percepción distorsionada de la realidad y un pensamiento confuso; pueden tener alucinaciones y delirios, poniéndolos en una situación de discapacidad a nivel personal y laboral.
A pesar de su baja prevalencia- afecta a menos del 2% de la población mundial- esta enfermedad provoca un enorme impacto a nivel socioeconómico y de salud pública, principalmente debido a los costos de tratamiento hospitalario.
Por estos motivos, la esquizofrenia ha sido objeto de numerosas investigaciones, a fin de descubrir los factores que influyen y/o determinan su aparición, y puesto que la esquizofrenia tiende a darse en familias, sugiere que en gran medida es heredable, lo que ha llevado a los científicos a la búsqueda y observación de numerosos genes que contribuyen a aumentar el riesgo de desarrollar esta patología, pero aún los fundamentos genéticos exactos se conocen muy poco.
En algunos casos, los pacientes comparten anomalías genéticas similares, como la ausencia de fragmentos específicos de ADN, pero se desconoce de qué manera esos faltantes pueden contribuir a la enfermedad.
Empleando un enfoque diferente, los genetistas han estado examinando durante años los marcadores de ADN que se encuentran diseminados a lo largo del genoma humano, a fin de encontrar los más comunes en personas con esquizofrenia, en comparación con las sanas.
Actualmente, estos estudios de asociación genómica (GWAS) han encontrado más de 270 marcadores en tramos de ADN encargados de regular los genes, pero pese a estos importantes hallazgos, establecer un vínculo entre el marcador de un gen específico y desentrañar el papel del gen en la enfermedad es un trabajo arduo y lento.
Genes detectados
Investigadores del consorcio mundial llamado Metaanálisis de Secuenciación del Exoma de esquizofrenia (SCHEMA), con la esperanza de lograr avances más rápidos sobre las bases genéticas de la esquizofrenia, comenzó a variar el enfoque para investigar el factor genético, por lo que ha reunido los exomas de los pacientes- el ADN que codifica las proteínas- en un período de dos años, en vez de buscar los marcadores encargados de regular los genes.
Fruto de esta investigación, SCHEMA ahora tiene un enorme número de datos de los exomas, pertenecientes a unos 24,000 pacientes con esquizofrenia y alrededor de 97,000 sin el trastorno, con lo que han encontrado 10 genes raros y sus variantes que promueven la esquizofrenia: «Estos son genes concretos con mutaciones con un mecanismo molecular claro«, dice Mark Daly, del Broad Institute en Cambridge, Massachusetts, y de la Universidad de Helsinki, quien es el investigador principal del consorcio, que fue el encargado de presentar el trabajo el pasado 15 de octubre, en la reunión anual de La Sociedad Americana de Genética Humana (ASHG).
Si está presente una de las dos copias de cualquiera de estos genes, el riesgo de desarrollar esquizofrenia aumenta de 4 a 50 veces, dependiendo del gen, según información entregada por el investigador postdoctoral del Broad Institute Tarjinder Singh en la sesión de la ASHG.
Este riesgo tan elevado sugiere que los genes- de los cuales solo uno había sido identificado anteriormente- juegan un papel importante y directo en algunos casos de la enfermedad.
Mutaciones de alto riesgo
Dos genes- GRIN2A y SP4– se superponen con marcadores GWAS. Esto implica que aunque menos de 1 de cada 10,000 personas portan las mutaciones de alto riesgo, las variantes de los mismos genes aumentan el riesgo de esquizofrenia y pueden ser más comunes de lo que se creía.
Hay que destacar que además del gen GRIN2A , el GRIA3 codifica receptores cerebrales para el neurotransmisor glutamato, hallazgo que coincide con las sospechas de algunos investigadores de que la vía del glutamato está involucrada en la patogénesis de la esquizofrenia, en parte porque dos fármacos que bloquean estos receptores- PCP y ketamina- pueden desencadenar síntomas similares a los de la esquizofrenia.
Esta confirmación genética daría un nuevo impulso para formular medicamentos que se dirijan específicamente a la vía del glutamato y controlen de manera más efectiva la enfermedad.
Otros genes- entre los 10 detectados por el trabajo del exoma- no se superpusieron con marcadores GWAS anteriores encontrados, pero se sabe que están involucrados en procesos sinápticos y neuronales que pueden servir para revelar nuevos detalles de la enfermedad, agrega Singh, otro de los investigadores.
Relacionados con estos hallazgos, se han encontrado 30 genes asociados con la esquizofrenia, que se superponen con varios genes implicados en el trastorno del espectro autista, según aparece publicado en Magazine Science, por lo que compartirían alteraciones genéticas comunes.