Ribociclib mejora la supervivencia de mujeres con cáncer de mama metastásico
El cáncer de mama es la neoplasia maligna más comúnmente diagnosticada en las mujeres. En los países desarrollados, su incidencia en mujeres de menos de 40 años, es aproximadamente 7% en relación al 20% en países en vías de desarrollo, como sucede en Latinoamérica. Por su parte, en las pacientes entre 65 y 74 años, esta patología se diagnostica en más del 40% de los casos.
El cáncer de mama en las pacientes peri y premenopáusicas tiene características diferentes, con tumores de distinto grado y distinto compromiso ganglionar.
Con respecto a las características moleculares de esta patología, aproximadamente el 80% de los cánceres de mama son positivos para el receptor de estrógeno (ER) y el 20% para el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2), que además exhiben diferentes características clínicas: las pacientes con cáncer de mama ER-positivo tienden a ser de mayor edad, tienen una patología bien diferenciada, un tumor más pequeño y sin compromiso ganglionar, tumoración menos dolorosa y con una mejor supervivencia, en comparación con otros subtipos del cáncer.
Tratamiento y supervivencia
Pese a los importantes avances obtenidos en cuanto a su diagnóstico y tratamiento, en el caso del cáncer metastásico, una terapia oral no logra mejorar significativamente el tiempo de supervivencia general de las pacientes afectadas.
En cuanto a los fármacos empleados, el ribociclib fue aprobado en el 2017 por la FDA de Estados Unidos, para su uso en el cáncer de mama HR + avanzado en mujeres posmenopáusicas. En el 2018 se autorizó su uso en mujeres premenopáusicas en base a resultados anteriores de supervivencia sin progresión de la enfermedad, observado en el Ensayo MONALEESA-7, que es el primero que se enfoca exclusivamente en mujeres premenopáusicas (<59 años) con cáncer de mama avanzado, que no han recibido tratamiento endocrino previo.
El ensayo clínico
En el ensayo cínico fase III de MONALEESA-7, los investigadores asignaron al azar en dos grupos de 672 mujeres, la terapia oral con ribociclib, o una píldora de placebo. Además, todas las pacientes recibieron la terapia endocrina inyectable goserelina y uno de los otros tres tratamientos endocrinos: los inhibidores de la aromatasa letrozol, anastrozol, o el modulador selectivo del receptor de estrógeno tamoxifeno.
Después de seguimiento de 34,6 meses, un 26% continuaron recibiendo tratamiento, pero con 35% de las mujeres que seguían recibiendo ribociclib frente a solo 17% que seguían recibiendo el placebo.
Además, los investigadores desglosaron los datos de supervivencia según los dos tipos de terapias orales endocrinas utilizadas en el ensayo: las tasas de supervivencia fueron del 71% y 70% para las mujeres que tomaron ribociclib en combinación con tamoxifeno o un inhibidor de la aromatasa, respectivamente, en comparación con una tasa de supervivencia del 55% para las mujeres que recibieron placebo en combinación con tamoxifeno y el 43% con sólo inhibidores de la aromatasa.
Resultados alentadores
El inhibidor de CDK4 / 6 ribociclib ( Kisqali , Novartis) más la terapia endocrina estándar mejoró significativamente la tasa de supervivencia para las mujeres más jóvenes con cáncer de mama avanzado con receptor de hormona positivo (HR +) en comparación con la terapia endocrina sola, informó la autora principal del estudio, Sara Hurvitz, que es directora de Breast Cancer Clinical Research, UCLA Jonsson Comprehensive Cancer Center, Los Angeles.
Es la primera vez que se ha demostrado que un inhibidor de CDK4 / 6 en combinación con la terapia endocrina mejora significativamente la supervivencia general en mujeres con enfermedad metastásica HR + / HER2 negativa.
La tasa de supervivencia general estimada a los 42 meses (3,5 años) fue del 70,2% para las mujeres en el grupo de terapia combinada, en comparación con el 46% para las mujeres en el grupo que solo recibió terapia endocrina.
Los nuevos hallazgos se presentarán en una sesión de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) y se publicarán en línea el 4 de junio en The New England Journal of Medicine.
Comentarios relacionados
En una declaración previa, Monica Bertagnolli, jefa de oncología quirúrgica del Dana Farber Cancer Institute y presidenta de la ASCO calificó los resultados como «sorprendentes y maravillosos» y observó que los hallazgos llegan a una supervivencia de 3,5 años, lo cual es » mucho” tiempo para el cáncer de mama avanzado.
Charles Shapiro, perteneciente al Tisch Cancer Institute en Mount Sinai, Nueva York- que no participó del estudio- comentó por su parte: «Esto representará un nuevo estándar de atención para mujeres premenopáusicas metastásicas con receptor de hormonas positivo para cáncer de mama”. Además, haciendo alusión a los otros miembros de la clase de medicamentos- palbociclib ( Ibrance , Pfizer) y abemaciclib ( Verzenio, Lilly)-planteó que es «una excelente pregunta si existen diferencias entre los tres inhibidores de CDK 4/6. Si bien hasta ahora no hay comparaciones directas entre ellos”, pero piensa que la terapia de combinación en las mujeres premenopáusicas «probablemente funcionará» con otros inhibidores de CDK 4/6.
Esta opinión coincidió con la emitida por Dawn Hershman, que dirige el programa de cáncer de mama de la Universidad de Columbia en Irving, Nueva York, quien manifestó que todos los medicamentos de esta clase probablemente tendrían un efecto similar «si se estudiaran utilizando los mismos criterios y la misma duración«, «Es difícil creer que no lo harían«.
Ambos comentarios hacían referencia al ensayo PALOMA-3, https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1810527 donde el palbociclib demostró mejorar la supervivencia general, pero no de manera significativa, pero donde se incluyó a mujeres postmenopáusicas y premenopáusicas, que recibieron una terapia más intensiva que las mujeres del ensayo revisado.
En resumen,una nueva esperanza terapéutica que se puede ampliar a los otros fármacos, con buenos resultados en un futuro cercano.