¿Qué alimentos es bueno consumir y cuáles hay que evitar cuando tomas antibióticos?
Los antibióticos son medicamentos potentes que se usan para combatir infecciones bacterianas. Su función es eliminar la bacteria o impedirle su reproducción. Tras su administración, las defensas naturales del cuerpo son suficientes para la recuperación, siempre y cuando se cumpla con el plazo recomendado por el médico; de lo contrario, algunas bacterias pueden sobrevivir en el cuerpo y volver a infectarlo.
Si bien los antibióticos son benéficos, también tienen efectos secundarios como náuseas, diarrea, hinchazón, indigestión, dolor abdominal o pérdida de apetito. Estos síntomas pueden ser incómodos, pero no duran mucho y pueden prevenirse si tenemos una dieta adecuada.
¿Qué debo comer mientras tomo antibióticos?
Nuestro sistema gastrointestinal cuenta con millones de bacterias y otros microorganismos; la comunidad médica ha llamado a esos microorganismo: microbioma intestinal.
El microbioma intestinal es responsable de que el sistema digestivo funcione y ayuda al sistema inmunológico a defender al cuerpo de infecciones virales. Cuando una bacteria ataca, los antibióticos permiten mantener el balance de bacterias en el microbioma; pero pueden presentarse efectos secundarios incómodos. Por este motivo, una buena alimentación es necesaria; pues ayudará a reducir esas consecuencias y a restaurar el balance de la flora intestinal.
Consumir probióticos ayuda a dosminuir los malestares causados por antibióticos, como la hinchazón y la diarrea. Estas “bacterias buenas” deben ser tomadas algunas horas después de los antibióticos para evitar que sean eliminadas.
Por otro lado, los prebióticos también son bacterias benéficas en el microbioma intestinal. Alimentos como las cebollas, ajos, plátanos y alcachofas contienen prebióticos; también productos como el yogur, fórmulas lácteas, cereales y pan. Muchos de los alimentos con prebióticos son fibras dietéticas; por lo tanto, se recomienda un consumo moderado para evitar gases e hinchazón.
Los alimentos fermentados, como el salami tradicional, miso o pepinillos encurtidos, contienen microorganismos que incrementan las bacterias benéficas en los intestinos. La vitamina K —que se encuentra en la col, espinacas, nabo, acelga, perejil, coles de bruselas y hojas de mostaza—, también reduce el impacto de los antibióticos. De igual manera lo hacen los alimentos con fibra como el frijol, brócoli, nueces, lentejas, bayas, chícharos; éstos estimulan el crecimiento de bacterias buenas y mejoran la digestión.
Los alimentos prohibidos mientras tomas antibióticos
Si bien la toronja tiene beneficios para nuestro organismo, cuando se combina con antibióticos puede evitar su correcta absorción. Algunos investigadores sugieren que los productos con alto contenido de calcio también pueden interferir con la función de los antibióticos.
Por supuesto, el alcohol no debe estar presente en tu organismo mientras consumes antibióticos. Aunque beberlo moderadamente mientras tomas estos medicamentos no interfiere con su eficacia; sí intensifica los malestares causados por los antibióticos.
Si sufres de infecciones dentales, vaginales, úlceras en las piernas o por presión y tomas metronidazol o tinidazol, los médicos recomendará evitar cualquier tipo de bebida alcohólica; hacerlo podría tener reacciones serias como dolores de cabeza, sofocaciones, ritmo cardiaco acelerado, mareo y somnolencia.
Cuándo no tomar antibióticos
Los antibióticos se han vuelto muy populares recientemente; si no contamos con la información adecuada, podemos creer que para curarnos sólo necesitamos este tipo de medicamento; sin embargo, no es así.
Los antibióticos combaten infecciones; pero no aquellas causas por virus como los resfriados, la gripe, bronquitis, tos, dolores de garganta —salvo que sea por estreptococo—. Si un virus es lo que causa una enfermedad, tomar antibióticos podría resultar más dañino.
Siempre es importante que cualquier malestar sea revisado por un médico, quien determinará el tratamiento adecuado; asimismo, es indispensable seguir cuidadosamente sus instrucciones y terminar el tratamiento. Finalmente, cabe recordar que la automedicación no es una opción; tomar antibióticos si no son necesarios sólo creará resistencia a ellos.