Investigadores mexicanos desarrollan método de detección temprana de cáncer cervical
Investgadores mexicanos están desarrollando una metodología para detectar de manera oportuna las proteínas oncogénicas del Virus del Papiloma Humano (VPH) en el cuello del útero.
Juan Manríquez Rocha, investigador del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (Cideteq) explicó que en la investigación lograron construir un electrodo capaz de separar las oncoproteínas de los tejidos cervicales para analizar su comportamiento bioeléctrico.
Este proceso, que ya se utiliza en los hospitales de Queretaro, ya dio resultados significativos en pacientes sanas y en otras que presentaban ciertos niveles de infección o un crecimiento descontrolado de células cervicales.
En este caso, la detección oportuna fue muy importante, ya que las pacientes presentaban neoplasia intraepitelial cervical en las fases I, II y III, siendo ésta última donde aparece un precáncer que es prácticamente irreversible.
“Lo que nosotros hicimos fue estimular eléctricamente las oncoproteínas con ayuda de nuestro electrodo. Encontramos que la respuesta al estímulo eléctrico en el caso de las proteínas provenientes de tejido sano era completamente distinta a la de aquellas que provenían de tejido infectado con VPH, pero significativamente gradual como para poder establecer una diferencia entre las fases de NIC encontradas en las pacientes”, dijo Manríquez Rocha.
La investigación se ha realizado de manera interinstitucional entre investigadores del Cideteq, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer Dr. Felipe Núñez Lara.
El proyecto comenzó en 2011 con el trabajo conjunto de Erika Bustos Bustos, también del Citeq, y los investigadores de la Facultad de Medicina de la UAQ, Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea, Carlos Francisco Sosa Ferreyra y León Sánchez Fernández.
Los científicos decidieron firmar un convenio de trabajo interinstitucional para desarrollar un proyecto de investigación enfocado en el diagnóstico del cáncer cervicouterino.
Esto después de que los médicos de la UAQ aseguraran que en ese momento no existía un método confiable para el diagnóstico de cáncer cervical en las etapas más tempranas.
Actualmente la única herramienta que hace una detección oportuna es el Papanicolaou, que analiza las células tomadas por medio de un raspado en la abertura del cuello uterino.
Si el médico detecta cualquier anomalía, el siguiente paso es hacer una prueba de colposcopia o exploración visual del conducto vaginal y del cérvix que permite tomar una muestra del tejido cervical y se vuelve a analizar en el laboratorio, donde un especialista determina en qué fase de infección se encuentra la paciente y concluye si puede progresar a cáncer cervical.
Manríquez señaló que es estas metodologías pueden tener un margen de error, debido a que las realizaron médicos. Ante este problema, el Cideteq propuso utilizar la respuesta electroquímica de proteínas asiladas en tejido de pacientes sanas o infectadas con VPH.
“Sse realizó un protocolo que pasó por los comités de bioética de la Facultad de Medicina de la UAQ como de la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro. Nos apoyaron pacientes del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer con la donación de sus muestras de tejido cervical y de sus respectivas imágenes de colposcopia. Asimismo, nuestros colegas de la UAQ se encargaron de proporcionarnos un extracto de proteínas aisladas a partir del tejido cervical de cada paciente”, dijo el especialista.
El cáncer cervical es generado, en su mayoría, por dos variedades del VPH: el 16 y el 18, siendo el primero el más agresivo y que se encuentra en 75% de los casos de cáncer ya diagnosticados.
Manríquez dijo que en la UAQ ya tenían los resultados de expresión de los virus 16 y 18 que se manifestaban en las pacientes, junto con la expresión de las oncoproteínas E6 y E7, mismas que usan los virus para bloquear el sistema de defensas del organismo.
Cuando esto ocurre, las células cancerígenas se perpetúan y generan las problemáticas ya conocidas.
Después de siete años de investigaciones, los científicos están listos para refinar le procedimiento y hacerlo más selectivo.
Sin embargo, el método ya se puede utilizar y dar algunos resultados.
“Una de las ventajas es que no se requieren especialistas en electroquímica para llevarlo a cabo, tan solo un técnico capacitado en el manejo del electrodo y del extracto de proteínas —que es algo muy sencillo— y aplicar la perturbación eléctrica correcta con un equipo electroquímico comercial. Actualmente nos encontramos en la búsqueda de nuevos fondos para financiar las siguientes etapas del proyecto”, añadió el investigador.
Manríquez Rocha puntualizó que no existen antecedentes de métodos parecidos, por lo que el Cideteq está considerando ya empezar el registro industrial de la patente.
“Existen tecnologías que son parecidas pero que no han alcanzado la misma profundidad de resultados. En Colombia, por ejemplo, trabajan con otro tipo de electrodos que se introducen en el cérvix y también toman medidas bioeléctricas de esa zona.»
“El problema está en que, en la medida que va cambiando el tejido cervical por la infección, la respuesta bioeléctrica también, aumentando de esta manera los márgenes de error en el diagnóstico. En comparación, nuestro método trabaja con un conjunto de proteínas que responden al estímulo eléctrico apropiado”, finalizó.
Con información de la Agencia Informativa Conacyt.