El azúcar de manosa sería un potente aliado en el tratamiento del cáncer
Se sabe desde hace tiempo que el metabolismo de los azúcares se ve afectado en los tumores, pues exhiben una mayor captación de glucosa, que a su vez se ve retroalimentado positivamente para incrementar su crecimiento acelerado, a causa de varias fallas que estas células anormales experimentan, tanto en la superficie, como en su estructura interna.
Pero no todos los azúcares tienen efectos negativos como la glucosa. Algunos estudios han evidenciado el efecto de la manosa -un monosacárido que se encuentra en algunas frutas, como los arándanos y que además se expende en forma de suplemento- en ensayos con ratones que padecían cáncer de páncreas, pulmón y piel, donde se redujo significativamente el crecimiento de tumores, sin ocasionar efectos secundarios.
Estos efectos se explican en el hecho que la manosa es absorbida por el mismo transportador que la glucosa, pero se acumula como manosa-6-fosfato en las células. Al no poderse metabolizar de manera tan rápida como la glucosa, se altera el metabolismo de la glucosa, tanto en la vía glucolítica, el ciclo del ácido tricarboxílico, la vía de las pentosas y la síntesis de glicanos, con efectos en el crecimiento del tumor.
El estudio
El estudio- financiado por Cancer Research UK y Worldwide Cancer Research y publicado en la revista Nature fue realizado en ratones, que tenían diferentes tipos de tumores. Algunos recibieron manosa tres veces por semana a través de un tubo de alimentación, mientras que otro grupo consumió el azúcar de manera continua en su agua potable.
Posteriormente, a los roedores, conjuntamente a la manosa, se les administró dos fármacos ampliamente utilizados en el tratamiento del cáncer, como son el cisplatino y doxorrubicina, para evaluar la eficacia de la manosa.
Finalmente, el equipo empleó micromatrices de distintos tejidos, para medir y evaluar los niveles de una enzima en varios tipos de tumores, como leucemia, osteosarcoma, cáncer de ovario e intestino.
Manosa antitumoral
El grupo de investigadores, pertenecientes a la Glasgow University del Reino Unido pudo demostrar que la enorme necesidad de glucosa de los tumores para incrementar rápidamente su tamaño y división, puede emplearse como alternativa a la manosa, para desacelerar su metabolismo y disminuir el crecimiento celular.
Además, los hallazgos indican que la manosa in vitro causa retraso del crecimiento en varios tipos de tumores e incrementa la muerte celular al combinarse con la quimioterapia convencional. También in vivo se observó que la administración oral de este azúcar es capaz de retrasar de manera importante el crecimiento de los tumores, con la consiguiente reducción del tamaño de éstos, prolongando además las vidas de los animales, al usar los medicamentos antineoplásicos, debido a que la administración de manosa en combinación con quimioterapia afecta los niveles de proteínas antiapoptóticas de la familia Bcl-2, lo que incrementa la sensibilidad de la célula a la muerte.
El equipo pudo demostrar que la susceptibilidad a la manosa depende de los niveles de fosfomanosa isomerasa (PMI), ya que las células con niveles bajos de PMI son sensibles a la manosa, mientras que aquellas con niveles elevados de esta enzima son resistentes, pero pueden sensibilizarse a través de algunos procedimientos que afecten la expresión en el ARN. Por lo tanto, sería factible de emplear como biomarcador para evaluar el grado de éxito al administrar la manosa en distintos tumores.
Efectos en humanos
Si bien aún no está claro si sus efectos se podrán reproducir en tumores humanos, los autores esperan comenzar los ensayos en humanos «lo antes posible«, pero antes deberán conocer la dosis de manosa requerida para evitar daño en las células sanas o que ocasione otros efectos secundarios.
En palabras del profesor Kevin Ryan, autor principal del estudio la administración de manosa podría convertirse en una terapia simple, altamente segura y selectiva en el tratamiento de diversos tipos de tumores y aunque»Esta es una investigación inicial, pero se espera que encontrar este equilibrio perfecto signifique que, en el futuro, se podría administrar manosa a los pacientes con cáncer para mejorar la quimioterapia sin dañar su salud en general«.
Agrega Ryan: «Los tumores necesitan mucha glucosa para crecer, por lo que limitar la cantidad que pueden usar debería retardar la progresión del cáncer«, pero aclaró que «El problema es que los tejidos normales también necesitan glucosa, por lo que no podemos eliminarla completamente del cuerpo«. «En nuestro estudio, encontramos una dosis de manosa que podría bloquear suficiente glucosa para retardar el crecimiento del tumor en ratones, pero no tanto como para que los tejidos normales fueran afectados”.