Disminuyen casos de polio en Pakistán, pero el virus sigue presente en las muestras ambientales

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Desde que en 1988 se inició el esfuerzo de erradicación de la poliomielitis a nivel mundial, el gold standard para la detección de poliovirus ha sido la vigilancia de la ocurrencia de casos de parálisis flácida aguda (AFP), que se realiza a través de la detección y el examen de todos los niños que presentan una repentina debilidad en los brazos o las piernas. Después de 12 meses sin un caso de polio, la OMS puede eliminar un país de la lista endémica.

Pero a medida que los números de casos disminuyeron hasta alcanzar los niveles bajos que hoy se registran, la vigilancia de AFP ya no puede considerarse  el único indicador de valor significativo, porque  solo 1 de cada 200 o 300 personas infectadas con el virus sufre parálisis; el resto no muestra síntomas, pero aún pueden eliminar el virus a través de las heces e infectar a otros. Es ahí donde la vigilancia ambiental puede detectar la excreción y circulación de los virus “ocultos”.

El caso de Pakistán

Junto con Afganistán y Nigeria, Pakistán es uno de los tres únicos países endémicos para la poliomielitis, puesto que el poliovirus salvaje indígena nunca ha sido erradicado.

Varias características del país han jugado en contra de la instauración y éxito de  las medidas sanitarias para su erradicación: cuenta con un gobierno disfuncional, violencia incesante, pobreza extendida y una movilidad importante de las personas. La frontera con Afganistán es muy permeable, hecho que convierte a los dos países en un bloque epidemiológico único en el que el virus circula con total libertad. Esto posibilitaría que si Pakistán puede eliminar de su territorio a la poliomielitis, a Afganistán pronto le sucedería lo mismo. Este punto podría ser la clave de la erradicación mundial, puesto que no se ha detectado ningún virus en Nigeria durante los últimos 15 meses.

Hace apenas un año, el poliovirus parecía estar a punto de desaparecer en Pakistán, país en que aún persisten casos esporádicos. La incidencia de casos de polio venía en constante descenso, pasó de 306 en el 2014 a 54 en 2015, 20 en 2016 y penas 8 en 2017.

Los análisis de sangre evidenciaron que la inmunidad al virus mostraba su mayor nivel, inclusive entre niños de 6 a 11 meses, debido a años de incesantes campañas de vacunación, por lo que supusieron que no habría suficientes niños susceptibles para mantener la transmisión, por lo que el virus se extinguiría en el lapso de un año.

Pese a esto, los nuevos hallazgos evidencian que el poliovirus dista mucho de haber desaparecido. Fruto de un extendido y exhaustivo esfuerzo de la búsqueda ambiental de las huellas del virus, han encontrado su amplia presencia en todo el país, en zonas donde pensaron que había sido erradicado.

La vigilancia epidemiológica implica la recolección de muestras de aguas residuales en zanjas de drenaje abiertas, para después realizarles pruebas en busca de virus. Si la prueba arroja un resultado positivo, implica que alguien en el área objeto de estudio está infectado y lo está excretando en sus heces de manera activa.

Pakistán realiza muestreo en 53 sitios, número muy superior a cualquier otro país. Los datos indican que un 16% de positividad de las muestras de todo el país, coincidiendo con la cantidad de casos más bajos registrados.

Opinión de la OMS

En palabras del epidemiólogo Chris Maher de la OMS en Ginebra, Suiza, que dirige operaciones de polio en la región del este del Mediterráneo: «Nunca hemos tenido este nivel de muestreo ambiental en ningún otro lado. No tenemos nada para comparar». Con estas opiniones coincide Michel Zaffran, el encargado de la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio en la OMS: «No comprendemos la dinámica«, «Pero nos lo tomamos muy en serio«, por lo que él y sus colegas están redefiniendo sus estrategias para abordar esta problemática, puesto que «Es extraordinario tener tantos virus en las aguas residuales y tan pocos casos”.

La dificultad en la interpretación de las muestras ambientales es que un área de captación puede contener las heces pertenecientes a 50,000 o 100,000 personas. «Si aíslas un virus de un niño, sabes quién está infectado«. “Cuando lo encuentras en una muestra ambiental, no sabes si hay tres personas infectadas o 3,000 «, explica Maher. Una posible explicación para la baja correspondencia entre la vigilancia dada por los casos de AFP, es que este cuadro presenta muy pocos casos.

Mientras algunos investigadores sospechan que demasiados niños entre las poblaciones móviles, incluida la marginada minoría pastún, aún no son beneficiados por las intensas campañas de vacunación, por su parte, Maher duda que este número sea significativo. Por su parte, Steve Cochi, un experto en poliomielitis de los CDC de Atlanta manifiesta: «No creo que la poliomielitis esté arraigada en todo Pakistán, pero este último reservorio de ‘gente en movimiento’ está sosteniendo el virus«.

Maher sostiene: «Mi propia sospecha es que esto es parte de lo que vemos al final«, dice. «La falta de casos significa que la inmunidad es alta, pero debido a la circunstancia muy difícil en Pakistán«,: «El virus morirá porque no está “comprando” lo suficiente«.

En resumidas cuentas, el programa no está en riesgo, dado que el programa sigue en rigor, debido a las repetidas campañas de vacunación durante la «temporada baja», entre diciembre y mayo, cuando las bajas temperaturas dificulta que el virus sobreviva. De funcionar esta estrategia, se hará evidente en el transcurso del año, cuando el clima se torne templado.

Pero no hay que perder de vista que la ausencia de casos no es suficiente para determinar que se venció a la enfermedad, pues un país no se considera libre de la poliomielitis hasta que hayan transcurrido 12 meses sin que se haya reportado un caso, o la ausencia de muestras ambientales positivas.

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