Diferencias de riesgo de infarto entre mujeres y hombres
Las enfermedades cardiovasculares generalmente son consideradas como exclusivas del género masculino. Sin embargo, en América Latina, cada hora mueren 6 mujeres por enfermedades relacionadas con el corazón. Son padecimientos que tienen un índice de mortandad más alto que todos los tipos de cánceres y que también encabezan la lista de muertes entre mujeres.
Aunque se trata de un grupo que ha sido poco estudiado, la comunidad científica ha comenzado a recopilar datos sobre cuáles son las diferencias de riesgo con los hombres para evitar que los síntomas de un infarto en una mujer se confundan con un diagnóstico de reflujo, estrés o ansiedad.
¿Cómo se siente un infarto?
El síntoma más común de una enfermedad cardíaca es el dolor en el pecho. Pero entre mujeres también podrían manifestarse signos más sutiles, como una leve sensación de presión o dolor en la mandíbula, en la espalda o en el brazo. En otros casos, se han registrado dificultad para respirar, fatiga, mareos e incluso síntomas similares a los de la gripe.
Actualmente, la American Heart Association (AHA) realiza una intensa campaña de concientización sobre las enfermedades cardíacas entre mujeres. Uno de los objetivos es evitar los diagnósticos equivocados que vinculan el dolor de pecho con ansiedad, cuando podría tratarse de un infarto.
A través de distintos foros, la comunidad médica difunde con insistencia que el lupus, la artritis reumatoide, el SOP (síndrome de ovario poliquístico) y las complicaciones durante el embarazo —como la hipertensión gestacional, la preeclampsia y la eclampsia— son factores “no tradicionales» que pueden poner a una mujer en mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Entre los principales padecimientos cardiovasculares están el infarto al miocardio, la enfermedad cerebrovascular y la hipertensión, muchas de las cuales derivarán en insuficiencia cardiaca. Los cambios hormonales también están vinculados con estas dolencias; es por ello que después de la menopausia, se elevan las probabilidades de desarrollarlos.
El sitio de AHA explica que 80 % de las enfermedades cardiovasculares están relacionadas con el estilo de vida, por lo que es posible prevenir un desenlace mortal cuando se reducen los factores tradicionales de riesgo, como el colesterol alto, diabetes, presión arterial alta, tabaquismo, consumo de alcohol, estrés, peso, falta de sueño y de ejercicio. Según esta organización, 8 de cada 10 estadounidenses saben que los ataques cardiacos se pueden prevenir, pero no hacen nada para evitarlos.
Con información de CBS NEWS