Cesáreas: cómo se han duplicado a nivel mundial en los últimos 15 años

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La cesárea es una intervención quirúrgica cuya finalidad es salvar las vidas de mujeres y recién nacidos, en caso de presentarse complicaciones, como sangrado, sufrimiento fetal, enfermedad hipertensiva y bebés en posición anormal. También pueden reducir el riesgo de incontinencia urinaria y prolapso en la madre.
Según estimaciones, sólo entre el 10-15% de los nacimientos requieren la práctica de una cesárea debido a complicaciones, lo que sugiere que el uso promedio de esta cirugía debería estar entre estos valores.

Exceso de uso e infrautilización

Aunque sea reconocida como una práctica bastante habitual, existen riesgos a corto y largo plazo asociados con las cesáreas, tanto para madres e hijos, puesto que ambos pueden sufrir lesiones o morir a causa del procedimiento, especialmente cuando no hay instalaciones adecuadas, habilidades del personal sanitario y atención médica de calidad disponible.
Se ha observado que los casos de muerte materna y discapacidad son mayores después de la cesárea que en el parto vaginal. Así mismo, tras las cesáreas- al ser una cirugía mayor- su recuperación es más larga y complicada para la madre. Además conduce a cicatrización del útero, que puede complicar embarazos posteriores, asociándose a ocurrencia de sangrado, desarrollo anormal de la placenta, embarazo ectópico, muerte fetal y parto prematuro.  Estos riesgos aumentan proporcionalmente al incrementar el número de cesáreas al que es sometida una mujer.

Hay hallazgos que indican que los bebés nacidos por cesárea presentan diferencias en cuanto a las exposiciones de índole física, hormonales, bacterianas y médicas durante el parto, lo que puede generar repercusiones en su estado de salud, que a corto plazo incluyen alteraciones en la inmunidad, incrementando el riesgo de padecer alergias, asma y desequilibrios en la microbiota.

Datos entregados por The Lancet

Un estudio publicado en The Lancet hace un seguimiento de las tendencias en el uso de la cesárea a nivel mundial, de 169 países divididos en nueve regiones, a partir de la información obtenida de las bases de datos de la OMS y UNICEF. Estos hallazgos fueron dados a conocer en la Federación Internacional de Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia (FIGO), efectuado en Brasil.

Hallazgos generales:

  • A nivel mundial, el uso de cesáreas se ha visto incrementado en un 3,7% cada año, entre 2000-2015, variando del 12% de los nacidos vivos (16 millones de 131,9 millones) en el 2000, al 21% de los nacidos vivos (29,7 millones de 140,6 millones) en el 2015 (hay que considerar que para fines médicos deberían realizarse cesáreas entre el 10-15% de todos los partos).
  • El ritmo del cambio del empleo de la cesárea sufrió variaciones sustanciales según los países en estudio: la región del sur de Asia aumentó más rápido en el uso (6,1% por año), pasando de ser una práctica subutilizada en el 2000 a tener un uso excesivo en el 2015 (7,2% de los nacimientos por cesárea a un 18,1%).
  • Su uso sigue siendo excesivo en América del Norte, Europa Occidental, América Latina y el Caribe, donde las tasas aumentaron en torno al 2% anual en el período de estudio: varió de 24,3% a 32% en América del Norte; de 19,6% a 26,9% en Europa Occidental, del 32,3% a 44,3% en América Latina y el Caribe.
    Donde el incremento ha sido lento es en África subsahariana, donde el uso de cesáreas se ha mantenido bajo: ha aumentado del 3% al 4,1% de los nacimientos en África occidental y central; en la parte oriental y meridional del continente se ha registrado un alza del 4,6% al 6,2%.
  • Los países donde el uso de la cesárea supera el 40% son:
País Uso de cesárea (%) Año 
República Dominicana 58,1 2014
Brasil 55,5 2015
Egipto 55,5 2014
Turquía 53,1 2015
Venezuela (República Bolivariana de) 52,4 2013
Chile 46 2014
Colombia 45,9 2016
Paraguay 45,9 2016
Irán (República Islámica de) 45,6 2010
Ecuador 45,5 2013-2014
Mauricio 44,7 2013
Georgia 41,4 2015
Maldivas 41,1 2011
Mexico 40,7 2015
Cuba 40,4 2014
  • En los 10 países con el mayor número de nacimientos entre 2010-2015, hubo grandes diferencias en el uso de cesáreas entre regiones.
  • También se evidenciaron diferencias significativas dentro de los países de ingresos bajos y medios, donde las mujeres de mayores recursos económicos tenían seis veces más probabilidades de tener una cesárea en comparación con las mujeres más pobres. También se observó que esta cirugía era 1,6 veces más común en instituciones privadas que en las públicas.

Los autores, en base a los datos obtenidos concluyeron que:

  • Los aumentos globales en el uso de la cesárea son atribuibles al mayor número de partos que se realizan (2/3 del aumento), así como a un mayor uso de la cesárea (1/3 del aumento).
  • El 60% de los países abusan de las cesáreas y el 25% ce en su subutilización, lo que es indicativo de grandes disparidades en el cumplimiento de las recomendaciones clínicas.
  • Dentro de los países, existen grandes diferencias en el uso de las cesáreas entre los más adinerados y los más pobres; entre los sectores público y privado, así como entre las distintas regiones, que podría deberse a la existencia de problemas persistentes relacionados a la escasez de médicos especializados en practicar cesáreas en los establecimientos sanitarios rurales y con menos recursos económicos.

Elección informada y recomendaciones

Las razones más habituales que motivan a las mujeres a solicitar cesáreas incluyen: experiencias negativas anteriores en un parto vaginal; miedo al dolor del parto; temor a probables efectos del parto, como el daño del suelo pélvico, la incontinencia urinaria y la reducción de la calidad del funcionamiento sexual.

Como una forma de abordar esta problemática, los autores del estudio recomiendan incentivar a las embarazadas a tomar cursos de relajación, talleres de capacitación para el parto, charlas y folletos educativos, que aborde temas como indicaciones y riesgos de la cesárea; así como una adecuada relación de confianza con su médico para propiciar el apoyo y la información clara.
En el caso de los profesionales de la salud, se les recomienda una mejor educación y actualización constante en la materia, comunicación  fluida y clara con la embarazada, y recurrir a segundas opiniones en caso de complicaciones o dudas.

En cuanto a los aspectos legales, en algunas regiones, las cesáreas se consideran cirugías de carácter protector, que favorece el hecho que los médicos tengan menos probabilidades de ser demandados que si ocurren complicaciones durante un parto vaginal.
Como recomendaciones generales para el empleo de la cesárea la Dra. Ana Pilar Betran, de la OMS, Suiza, indica: “Aunque existe un consenso casi universal de que el uso de la cesárea ha aumentado más allá del nivel razonable de necesidad en muchos países, las intervenciones efectivas para optimizar el uso han resultado ser esquivas. Las intervenciones deben reconocer las experiencias de nacimiento anteriores, considerar los efectos en la salud de la cesárea y proporcionar apoyo emocional. Las intervenciones deben proporcionar un sentido de empoderamiento para las mujeres y requerirán conversaciones significativas con los profesionales de la salud, los responsables políticos y los grupos de defensa para influir en la discusión sobre la atención de maternidad«.


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