¿La tecnología 5G puede causar cáncer?

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El término 5G se refiere a la quinta generación de tecnología móvil, que supone varios beneficios para los usuarios, como el aumento en la velocidades de navegación, transmisión y descarga más rápida de información, así como una mejor conectividad, una mayor capacidad y reducción en la latencia (tiempo que tardan los dispositivos en comunicarse entre sí). 

Estas sustanciales mejoras tecnológicas son claves en aplicaciones integradas, como robótica, automóviles de conducción autónoma y dispositivos médicos, cuyo pilar será el uso de anchos de banda de frecuencias más altas del espectro de radiofrecuencia.

En los Estados Unidos, la  Federal Communications Commission ha subastado el primer ancho de banda de 28 gigahercios (GHz), que formará la red 5G, con mayores subastas de ancho de banda programadas para finales de este año.

Paralelamente, el uso de radiaciones electromagnéticas por parte de esta tecnología ha reavivado las preocupaciones sobre su potencial daño en la salud humana.

Qué es la radiación electromagnética

Para entender las implicancias de esta tecnología, primero hay que saber sus fundamentos: un campo electromagnético (EMF) es un campo de energía proveniente de la radiación electromagnética, producto del flujo de electricidad.

El efecto biológico mejor establecido de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) es el  aumento de temperatura de los tejidos expuestos a altas dosis del mismo, lo que puede provocar quemaduras. Pero los dispositivos móviles emiten bajos niveles de RF-EMF.

Según IARC: RF-EMF «posiblemente cancerígenas para los humanos»

En el 2011, un grupo de 30 científicos internacionales de la International Agency for Research on Cancer ( IARC )- que forma parte de a OMS- se reunieron para evaluar el riesgo de desarrollar cáncer como resultado de la exposición a RF-EMF del teléfono celular, específicamente  el glioma, un cáncer del sistema nervioso central. El resumen de sus hallazgos fue publicado en The Lancet Oncology, cuya conclusión fue que en vista de la evidencia limitada en humanos y animales experimentales, clasificó los RF-EMF como «posiblemente cancerígenos para los humanos (Grupo 2B)», en la cual entran varias sustancias de uso cotidiano, incluidos algunos alimentos y gases contaminantes. 

Las radiaciones de alta frecuencia de la tecnología 5G tienen un rango de alcance más corto que las ondas de baja frecuencia, por lo que se deberán construir densas redes que permitan la transmisión del espectro RF-EMF, que llevará a la aparición de nuevas estaciones base en todo el mundo.

La OMS dice «sin efectos adversos para la salud»

A pesar de la anterior clasificación de los RF-EMF como posiblemente cancerígenos para los humanos, la OMS está llevando a cabo una «evaluación de riesgos para la salud de [RF-EMF] por separado, que se publicará como una monografía en la serie de Criterios de Salud Ambiental«.

Este estudio está a cargo del Proyecto Internacional EMF , establecido en 1996, que cuenta con un variado comité asesor, en colaboración con la International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection (ICNIRP) y coordinadas la Secretaría de la OMS.

Los resultados del proyecto aún no se han publicado, pero actualmente la OMS declara que «Hasta la fecha, no se han confirmado efectos adversos para la salud de la exposición de bajo nivel a largo plazo a campos de radiofrecuencia o frecuencia industrial, pero los científicos continúan investigando activamente esta área«.

RF-EMF en controversia

El Dr. Lennart Hardell, del departamento de oncología de la Universidad de Örebro, en Suecia, cuestiona la decisión de la OMS de no adoptar la clasificación del IARC de RF-EMF como posiblemente carcinogénica.

En un artículo de 2017 en el International Journal of Oncology , explica que varios miembros del grupo central del proyecto EMF también están afiliados a ICNIRP, una organización que describe como «una ONG leal a la industria» y sus miembros están en abierto conflicto de intereses. Además aclara: «Esto es particularmente cierto, ya que las directrices ICNIRP son de gran importancia para las influyentes industrias de telecomunicaciones, militares y de energía«.

El informe BioInitiative , actualizado a comienzos de este año, fue publicado por 29 expertos médicos y científicos- incluido Hardell – destaca los vínculos con el daño del ADN, el estrés oxidativo , la neurotoxicidad, la carcinogenicidad, cambios en la morfología de los espermatozoides y el desarrollo fetal, del recién nacido y de la vida temprana, además de un mayor riesgo de desarrollar trastorno del espectro autista, ante lo cual los investigadores instan a los gobiernos y agencias de salud a establecer nuevos límites de seguridad para proteger a la población.

Los últimos estudios sobre el riesgo de cáncer

El Dr. Agostino Di Ciaula de la división de medicina interna del Hospital de Bisceglie, en Italia publicó sus revisiones en base a los últimos estudios sobre el efecto de los RF-EMF en humanos, animales y microorganismos en el International Journal of Hygiene and Environmental Health , señalando: «Las evidencias sobre las propiedades biológicas de RF-EMF se acumulan progresivamente y, aunque en algunos casos aún son preliminares o controvertidas, apuntan claramente a la existencia de interacciones multinivel entre EMF de alta frecuencia y sistemas biológicos y a la posibilidad de efectos oncológicos y no oncológicos (principalmente reproductivos, metabólicos, neurológicos, microbiológicos)».

Además, Di Ciaula pone en duda los estándares propuestos por la ICNIRP y actualmente en vigencia y enfatiza la necesidad de incrementar el número de estudios experimentales y epidemiológicos para lograr una mejor comprensión de las  radiofrecuencias en los seres humanos.

Sospecha y recomendaciones

Puesto que aún no se sabe con certeza qué tan grave pueden llegar a ser los efectos de la RF-EMF, tanto para los anchos de banda usados en la tecnología móvil actual y para los anchos de banda 5G, de momento miembros de la comunidad científica internacional y entidades norteamericanas hacen sus comentarios y recomendaciones.

Como es el caso de otra publicación de Hardell y un grupo de científicos internacionales, realizada a principios de este mes, comentan sobre los riesgos potenciales de esta tecnología: «La radiación de mayor frecuencia (longitud de onda más corta) asociada con 5G no penetra en el cuerpo tan profundamente como las frecuencias de tecnologías más antiguas, aunque sus efectos pueden ser sistémicos».

Además, los autores recomiendan que: «Las torres celulares deben estar alejadas de los hogares, guarderías, escuelas y lugares frecuentados por mujeres embarazadas, hombres que desean engendrar niños sanos y los jóvenes«, para prevenir y/o minimizar riesgos al exponerse a estas radiaciones.

Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sugiere disminuir la cantidad de tiempo de usos de los teléfonos celulares, así como el empleo del altavoz o un kit manos libres para aumentar la distancia entre nuestros dispositivos y nuestras cabezas. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda limitar el tiempo de uso de los dispositivos móviles para niños y adolescentes.

Existen estudios a largo plazo  para evaluar el uso de su teléfono celular y los resultados de salud, como es el estudio COSMOS , que comenzó en 2007 con el objetivo de seguir al menos a 290,000 personas en seis países europeos durante 20 a 30 años, por lo que solo el tiempo evidenciará los resultados de este y otros estudios en curso actualmente.

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