¿Cuáles son los síntomas del cáncer de cuello uterino?

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Saber cuáles son los síntomas de cáncer de cuello uterino nos ayudará a estar alerta para hacerle frente a esta enfermedad que se ha convertido en la segunda causa de muerte en mujeres.

Empecemos con algunas cifras. La Secretaría de Salud de México, solo en 2013, registró 3771 defunciones en mexicanas de 25 o más años a causa de este tipo de cáncer. Se calcula una ocurrencia de 13 960 casos anualmente o, en otras palabras, 23.3 diagnósticos por cada 100 000 mujeres. Las entidades con mayor mortalidad son Morelos, Chiapas y Veracruz.

A nivel mundial, hay alrededor de 500 000 nuevos casos de cáncer cervicouterino cada año. La Organización Panamericana de la Salud (PAHO, por sus siglas en inglés) señala que, en 2018, más de 72 000 mujeres fueron diagnosticadas y casi 34 000 fallecieron a causa de ese padecimiento en la región de las Américas.

Asimismo, las tasas de mortalidad son tres veces más altas en América Latina y el Caribe en comparación con Norteamérica, aunque la incidencia es todavía mayor en países en vías de desarrollo de África oriental (con hasta 42.7 casos por cada millón de mujeres) y de Asia occidental con 4.4 mujeres diagnosticadas por cada millón.

La PAHO hace hincapié en que esto evidencia enormes desigualdades en temas de salud.

¿Qué debemos saber del cuello uterino?

El cuello uterino es la parte baja de la matriz que mide entre 2.5 y 3.5 centímetros de largo. Forma parte del útero, en la parte superior de la vagina, con la cual conecta por medio del canal cervical.

Esta parte del aparato reproductor femenino está compuesto por dos partes y dos tipos de células:

  • Endocérvix: La abertura que lleva hasta el útero y tiene células glandulares.
  • Exocérvix: La parte externa con células escamosas que los médicos observan cuando realizan exámenes médicos como el papanicolaou.

Ambas unidades están en una zona llamada de transformación y que, según los especialistas, cambia de ubicación con el envejecimiento y con los embarazos. Ahí, suceden la mayoría de los cánceres cervicales.

¿Qué es el cáncer de cérvix?

El cuello uterino es propenso a padecer algunos males:

  • Infección cervical
  • Inflamación cervical
  • Neoplasia intraepitelial o displasia
  • Pólipos cervicales
  • Embarazo cervical
  • Cáncer

Cuando se desarrolla cáncer (llamado de cuello uterino, cervicouterino o de cérvix), significa que las células del útero han crecido, se han desarrollado y se han multiplicado de forma descontrolada. A diferencia de otras neoplasias, es causada por un virus: el del papiloma humano o VPH.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las mujeres que están en mayor riesgo son las fumadoras, quienes han tenido muchos hijos, aquellas que han utilizado pastillas anticonceptivas por periodos largos o las que han presentado una infección por VPH.

Es importante anotar que 8 de cada 10 personas en algún momento de su vida se infectarán con VPH, pero solo 1 de cada 1000 tendrá una infección persistente capaz de convertirse en cáncer.

Precánceres

El National Cancer Institute de Estados Unidos define un síntoma como un problema físico o mental que indica una enfermedad o afección. Algunos no se pueden observar o no se manifiestan en exámenes médicos; no obstante, están presentes.

En ese sentido, cuando hablamos de síntomas de cáncer de cuello uterino, debemos anotar que uno de los primeros problemas a los cuales debemos poner atención son las células precancerosas.

Lo anterior quiere decir que las células de la zona de transformación en el útero desarrollan cambios anormales de forma gradual, es decir, precánceres. Algunos médicos utilizan términos como neoplasia intraepitelial cervical, lesión intraepitelial escamosa y displasia para referirse a ellos. Para detectarlos, es necesario realizar exámenes en laboratorio.

La American Cancer Society clasifica a los precánceres en una escala del 1 al 3:

  • En el nivel CIN1, llamado displasia leve o de bajo grado, no hay mucho tejido anormal y se considera menos peligroso.
  • En las categorías CIN2 y CIN3, o displasias moderada o de alto grado respectivamente, las células precancerosas son más peligrosas.

Ahora bien, aunque los precánceres son responsables del cáncer de cérvix, su presencia no necesariamente significa que se desarrollará esta enfermedad. De hecho, con estudios de rutina, se puede identificar y atender a tiempo.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de cuello uterino?

En las primeras etapas, los síntomas del cáncer de cuello uterino no suelen manifestarse. Por esta razón, es necesario realizar pruebas regulares para detectar cambios celulares indicadores de posibles neoplasias.

Por supuesto, existen algunas señales que también pueden activar la alerta de cáncer cervical:

  • Sangrado entre periodos
  • Sangrado después de tener relaciones sexuales
  • Sangrados en mujeres posmenopáusicas
  • Incomodidad durante el coito
  • Flujo vaginal con fuerte olor
  • Flujo vaginal acompañado de sangre
  • Dolor pélvico
  • Verrugas vaginales

Lo ideal es que, ante cualquiera de esos signos, se acuda a un médico, ya que podría tratarse de solo una infección o de una enfermedad más grave.

Etapas del cáncer

Determinar la etapa en la que se encuentra un cáncer ayuda a decidir el tipo de tratamiento que una persona necesita.

En el caso del cáncer cervicouterino, se estadifica en cuatro etapas:

  • La etapa 1 sucede cuando las células cancerosas han crecido desde la superficie hacia los tejidos más profundos del cuello uterino, así como al útero y a los ganglios linfáticos más cercanos.
  • De no ser diagnosticada a tiempo, puede llegar la etapa 2. Eso significa que las anormalidades celulares se han movido más allá del cuello uterino y del útero, aunque no han llegado a las paredes de la pelvis.
  • En la etapa 3, el cáncer ya se encuentra en la parte inferior de la vagina o en las paredes de la pelvis, incluso obstruye los uréteres que son los tubos encargados de transportar la orina.
  • En la etapa 4, los tumores crecen fuera de la pelvis y afectan tanto a la vejiga como al ano. En este nivel, existe el peligro de que se extienda a otros órganos y se vuelva metastásico.

Tipos de cáncer de cuello uterino

Tanto los precánceres como los cánceres cervicouterinos se clasifican según el aspecto que presentan ante el microscopio. Los dos tipos más comunes son estos:

  • Carcinoma de células escamosas: Que son la mayoría de los casos (9 de cada 10) y se origina, por lo general, donde el exocérvix y el endocérvix se unen.
  • Adenocarcinomas: Se dan en las células glandulares, las cuales producen la mucosidad del endocérvix.

Existe otro tipo de cáncer en el que se combinan características de los anteriores: se denomina carcinoma adenoescamosos o carcinoma mixto. Sin embargo, es menos común.

Tratamiento y síntomas secundarios

Para tratar el cáncer cervicouterino existen diversas opciones como la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia o una combinación de todos esos. La decisión de la terapia dependerá de la etapa del cáncer, edad y estado de salud general de la paciente.

En las etapas tempranas, cuando el cáncer está dentro del cuello uterino, las probabilidades de vencerlo son muy altas. En este periodo, la cirugía es el mejor método, así como la radioterapia después de la intervención quirúrgica, para terminar con las células cancerosas.

En etapas más avanzadas, cuando la enfermedad va más allá del cuello uterino, se requiere un tratamiento más extenso que implica radioterapia y quimioterapia.

La radiación incluye el uso de rayos X de alta energía y puede causar efectos secundarios:

  • Diarrea
  • Náuseas
  • Dolor de estómago
  • Irritación de la vejiga
  • Estrechamiento de la vagina
  • Ciclo menstrual con interrupciones
  • Menopausia precoz

El uso de quimioterapia, por su parte, causa pérdida de cabello, fatiga, esterilidad y menopausia precoz.

Prevención del cáncer de cuello uterino

La Secretaría de Salud de México señala que el cáncer de cuello uterino es la única neoplasia prevenible. De hecho, los especialistas coinciden en que la mayoría de las mujeres pueden hacerle frente con las siguientes acciones:

Vacunación contra VPH

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, en la actualidad, existen dos vacunas contra el VPH: una bivalente y otra trivalente. Ambas vacunas son eficaces para prevenir dos tipos del virus (el 16 y 18) responsables del 70 % de los cánceres de cérvix. La vacuna tetravalente, de forma adicional, previene las verrugas anogenitales causadas por algunos tipos de VPH. El público objetivo primario de esta vacuna son niñas de 9 a 14 años.

Uso de condón

La vacuna contra el VPH solo protege contra dos cepas del virus, que si bien son las causantes de cáncer, no son todas las que existen. Por ello, los expertos señalan la importancia de utilizar condón durante las relaciones sexuales, pues, cabe resaltar, los hombres pueden ser portadores del virus. En otras palabras, aunque no desarrollan enfermedad, lo transmiten a las mujeres en quienes sí tiene consecuencias.

De igual manera, es el método más efectivo contra los embarazos no deseados y contra las enfermedades de transmisión sexual.

Detección por medio del papanicolaou y tratamiento de lesiones precancerosas

El examen cervical regular puede ayudar a identificar los signos del cáncer antes de que la afección se desencadene o se extienda. Una vez detectados cambios en las células del cuello uterino, se podrán tomar las medidas y los tratamientos adecuados.

Evitar el consumo de tabaco

El tabaco se ha asociado no solo a enfermedades respiratorias y al cáncer de pulmón, sino también a un factor de riesgo para la neoplasia cervical. Por ese motivo, la recomendación es sencilla: dejar de fumar.

Finalmente, es importante tener en cuenta que la mejor manera es mantener la salud con una alimentación balanceada, actividad física y chequeos médicos regulares.