¿Qué es la tiamina y para qué sirve?
La tiamina, también conocida como vitamina B1 o aneurina, nos ayuda a transformar los alimentos que consumimos en energía. Favorece el desarrollo muscular, aumenta la energía y la resistencia, reduce la fatiga inducida por el ejercicio y permite un correcto metabolismo energético.
Es un nutriente importante para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo, y por lo tanto figura en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué alimentos contienen este nutriente?
Lo encontramos de forma natural en una serie de alimentos, entre ellos:
- Carne de cerdo
- Pescado
- Legumbres como frijoles negros y soya
- Semillas y nueces
- Pan integral
- Pastas
- Arroz
¿De qué forma hallamos esta sustancia en el cuerpo humano?
Esta vitamina es hidrosoluble (se puede disolver en agua). Se encuentra en el cuerpo humano como tiamina libre y en forma fosforilada como tiamina monofosfato (TMP), tiamina trifosfato (TTP), y tiamina pirofosfato (TPP), también conocida como tiamina difosfato.
¿Quiénes están en riesgo de padecer una deficiencia de este nutriente?
La mayoría de las personas obtienen suficiente tiamina de los alimentos que consumen. Sin embargo, algunas personas con las siguientes condiciones pueden desarrollar una deficiencia de tiamina:
- Adultos mayores
- Personas que sufren de alcoholismo
- Personas que viven con VIH/SIDA
- Diabéticos
- Personas con síndrome de malabsorción (problemas para absorber los alimentos)
- Personas que se han sometido a una cirugía bariátrica (una operación para bajar de peso que realiza cambios en el sistema digestivo)
- Pacientes tratados con diuréticos a largo plazo, ya que al aumentar el flujo urinario, los diuréticos podrían evitar la reabsorción de tiamina en los riñones y aumentar su excreción en la orina
¿Cuál es la dosis recomendable que requiere el organismo?
La cantidad de tiamina necesaria varía según la edad y el sexo de la persona:
Bebés hasta los 6 meses: 0.2 mg
Bebés de 7 a 12 meses: 0.3 mg
Niños de 1 a 3 años de edad: 0.5 mg
Niños de 4 a 8 años de edad: 0.6 mg
Niños de 9 a 13 años de edad: 0.9 mg
Varones adolescentes de 14 a 18 años de edad: 1.2 mg
Mujeres adolescentes de 14 a 18 años de edad: 1.0 mg
Hombres adultos: 1.2 mg
Mujeres adultas: 1.1 mg
Mujeres y adolescentes embarazadas: 1.4 mg
Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 1.4 mg
¿Qué sucede si una persona desarrolla una deficiencia?
Una persona que no obtiene suficiente tiamina de los alimentos que consume o cuyo organismo absorbe una cantidad muy baja puede sufrir una pérdida de peso y apetito, confusión, falta de memoria, debilidad muscular y problemas cardíacos.
Una deficiencia grave de tiamina puede desencadenar las siguientes condiciones:
- Beriberi: Se presenta principalmente en las personas que abusan del consumo de alcohol, ya que el exceso de alcohol le dificulta al cuerpo absorber y almacenar dicha sustancia. Fue una enfermedad común a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, entre personas pobres en Asia cuyo alimento básico era el arroz. Los niños amamantados por madres con deficiencia de tiamina también pueden desarrollar beriberi infantil. Hoy en día, no es una enfermedad común en los países desarrollados, donde la mayoría de los alimentos están enriquecidos con vitaminas. En una minoría de casos, el beriberi puede tener causas genéticas y se transmite de padres a hijos.
- Síndrome de Wernicke-Korsakoff: Una combinación de dos afecciones distintas (encefalopatía de Wernicke y el síndrome o psicosis de Korsakoff) que frecuentemente se presentan juntas. Este es un trastorno cerebral que daña el tálamo y el hipotálamo. Causa hormigueo y entumecimiento en las manos y los pies, pérdidas de memoria grave, desorientación y confusión. Afecta principalmente a las personas con alcoholismo y a las personas con el síndrome de malabsorción.
¿Cómo se relaciona la deficiencia de tiamina con los problemas de sueño?
Una investigación realizada a partir de datos de la Encuesta Nacional de Examinación en Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés), con base en muestras de pacientes adultos estadounidenses, encontró que las personas que no logran dormir un promedio de siete horas tienen deficiencias de tiamina o vitamina B1, de vitamina B3 o niacina, y de minerales como magnesio, calcio, zinc y fósforo.
¿Es recomendable tomar suplementos de tiamina?
La mayoría de las personas obtienen las cantidades que requiere el organismo con una dieta sana y variada. Sin embargo, algunas personas con las condiciones anteriormente mencionadas pueden necesitar suplementos multivitamínicos o multiminerales, un suplemento dietético del complejo vitamínico B, o un suplemento que únicamente contenga tiamina.
¿En qué presentaciones puedo encontrar estos suplementos?
- Tabletas
- Cápsulas
- Solución (gotas líquidas)
¿Qué efectos secundarios pueden producir?
Si cualquiera de los siguientes efectos secundarios se vuelve grave o no desaparece, informe a su médico:
- Rubor
- Urticaria
- Picazón
- Debilidad
- Sudoración
- Náusea
- Intranquilidad
¿Es cierto que la tiamina puede recetarse como tratamiento para la diabetes y otras enfermedades?
Varias investigaciones en curso estudian el impacto de esta vitamina en el organismo y la posibilidad de que pueda ser incluida como parte del tratamiento para las siguientes enfermedades:
Diabetes
Las personas diabéticas suelen tener niveles bajos de tiamina en la sangre. Actualmente, los científicos estudian si los suplementos de tiamina podrían mejorar los niveles de azúcar en la sangre y la tolerancia a la glucosa en las personas con diabetes de tipo 2. También se analiza si los suplementos de benfotiamina (una forma sintética de tiamina) podrían contrarrestar los daños ocasionados por la diabetes al sistema nervioso.
Insuficiencia cardíaca
La ingesta de suplementos de tiamina podría ayudar a las personas con insuficiencia cardíaca, ya que presentan niveles bajos de esta vitamina.
Enfermedad de Alzheimer
Otros estudios analizan la posibilidad de que los suplementos de tiamina estimulen las funciones mentales en personas que padecen de esta enfermedad. Dichos estudios aún están en curso y se precisa más investigación antes de que esta vitamina pueda ser prescrita como tratamiento para dichas enfermedades.
Fuentes consultadas: National Institutes of Health (NIH), Medline, Mayo Clinic, El Español.