En países de altos ingresos se muestran diferencias de supervivencia al cáncer
En términos generales, el cáncer a nivel mundial, es una enfermedad que va en aumento y ha pasado a constituirse en la segunda causa de muerte a nivel mundial: tan solo en el 2012, se registraron 14 millones de casos nuevos y 8,2 millones de personas fallecidas; en el 2015 fue el causante de unos 8,8 millones de defunciones. Por su parte, en el 2018, se estima que hubo 9,6 millones de muertes.
Casi una de cada seis muertes es atribuible a esta enfermedad, con casi un 70% que se registra en países de ingresos medios y bajos.
Los cánceres que ocasionan un mayor número muertes por año son los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama, si bien los tipos más frecuentes de cáncer difieren según el sexo.
El diagnóstico acertado y oportuno, además de una terapia al alcance de la población, hace que los países con mayores ingresos tengan una mayor sobrevida y calidad de vida de sus pacientes oncológicos.
Cáncer en el mundo
Un nuevo estudio observacional, realizado por International Cancer Benchmarking Partnership (ICBP, una asociación internacional de profesionales de la salud, académicos y formuladores de políticas sanitarias), investigó las diferencias de supervivencia de los casos de cáncer en países de altos ingresos.
En esta fase del proyecto utilizó datos de alta calidad obtenido a partir de 3,9 millones de casos de cáncer registrados en siete países (Australia, Canadá, Dinamarca, Irlanda, Nueva Zelanda, Noruega y el Reino Unido), entre los años 1995 y 2014. Los cánceres eran de esófago, estómago, colon, recto, páncreas, pulmón y ovario.
La autora principal fue la Dra. Melina Arnold, de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) y Los datos fueron publicados en la revista The Lancet Oncology.
Los investigadores calcularon la supervivencia estandarizada por edad a uno y cinco años después del diagnóstico realizado por órgano o zona anatómica, grupo etario y período de diagnóstico. También registraron los cambios hallados entre la incidencia y la mortalidad, en relación a los cambios en la supervivencia, para evaluar el progreso en la terapia del cáncer.
Cáncer y diferencias por país
El estudio encontró que:
- Se han evidenciado mejoras significativas en la supervivencia entre los años 1995 y 2014, ya que la supervivencia a siete y cinco años de los siete cánceres estudiados en países de altos ingresos, aunque sigue habiendo diferencias entre ellos.
- Los mayores incrementos en la supervivencia se observaron en pacientes menores de 75 años, en comparación con los de 75 años y mayores.
- La disminución en la incidencia y mortalidad por cáncer, asociadas a una mayor supervivencia, son indicativos de que se ha logrado un progreso significativo en el control del cáncer en los siete países estudiados, para los cánceres de estómago, colon, pulmón (en hombres) y ovario.
- Para el último período (2010-14), la supervivencia específica al cáncer fue mayor en Australia, Canadá y Noruega que en Nueva Zelanda, Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido.
- Australia mostró la supervivencia más elevada a cinco años para la mayoría de los cánceres: de esófago (23,5%); de estómago (32,8%); de colon (58,9%); de recto (70,8%) y de páncreas (14,6%).
Para el cáncer de pulmón, Canadá tuvo la mayor supervivencia a cinco años (21.7%).
La supervivencia al cáncer de ovario fue más alta en Noruega (46,2%) y más baja en Irlanda (36%).
En este mismo período, Reino Unido mostró la supervivencias más baja a los cánceres de: estómago (20,8%); recto (62,1%); colon ( 58.9%); páncreas (7,9%); de pulmón (14.7%).
Dentro de los países que experimentaron las mayores mejoras o progresos en la supervivencia al cáncer fue Dinamarca experimentó las mayores mejoras en la supervivencia para el cáncer de recto (del 48,1% al 69,1%); para el cáncer de ovario (10,1 puntos porcentuales: del 32% al 42,1% ); de pulmón (de 8,2% a 18,9%); de colon (49,1% a 65,7%).
En cuanto al cáncer de estómago, Irlanda experimentó el mayor incremento (de 17,3% al 28,4%), especialmente en pacientes menores de 75 años (donde la supervivencia a cinco años aumentó de 19,7 a 32,8%).
Con respecto al cáncer de páncreas, Australia encabezó la lista en los progresos de supervivencia (de 6,4% en 1995-99 a 14,6% en 2010-14).
La supervivencia a cinco años del cáncer de esófago fue más alta en Australia (23,5 %). El país que experimentó las mayores mejoras en la supervivencia de 1995 a 2014 fue Irlanda (del 10,9% en 1995-99 al 21,9% en 2010-14),
Comentarios de los autores
Los autores del estudio indican que la supervivencia al cáncer depende del momento del diagnóstico, el acceso oportuno a un tratamiento efectivo y las condiciones de salud en que se encontraban los pacientes, son probablemente los principales aspectos determinantes de los resultados en cuanto a la supervivencia, si bien se necesitarán estudios posteriores para evaluar el impacto de estos factores y comprender mejor estas diferencias.
Arnold manifestó:
“Como parte del proyecto SURVMARK-2 y la segunda fase de la International Cancer Benchmarking Partnership (ICBP), investigamos la incidencia, uno y cinco- años de supervivencia y mortalidad por siete cánceres en siete países durante un período de 20 años. Si bien la supervivencia y el pronóstico del cáncer continúan mejorando en estos países de altos ingresos, las disparidades que vemos probablemente se deben a la etapa de la enfermedad en el momento del diagnóstico, el tiempo que lleva obtener un tratamiento efectivo y el efecto de otras afecciones de salud concomitantes«.
Y agrega:
“Las mejoras observadas en la supervivencia al cáncer son probablemente una consecuencia directa de las reformas sanitarias y los avances tecnológicos que permiten un diagnóstico más temprano, un tratamiento más efectivo y personalizado y un mejor manejo del paciente. Las mejoras en las técnicas quirúrgicas y las nuevas pautas, incluida la radioterapia pre-operatoria, así como un mejor diagnóstico y exploración, que permiten una mejor estadificación de los cánceres y la selección de terapias dirigidas, han mejorado los resultados para los pacientes”.
Los autores señalan que los resultados pudieron ser afectados por las diferencias en la forma en que se recopilan los datos del cáncer, aunque hicieron un gran esfuerzo para garantizar que los datos fueran comparables.