Altos niveles hormonales en la sangre aumentan el riesgo de cáncer de próstata
Ya se sabe que algunos factores, como la edad avanzada y los antecedentes familiares de la enfermedad, aumentan el riesgo de un hombre de desarrollar cáncer de próstata.
Con respecto a las estadísticas que se manejan, su incidencia se incrementa después de los 50 años de edad y la mediana al ser diagnosticado es de 72 años, registrándose el 90% de las muertes por cáncer de próstata posterior a los 65 años de edad.
Esta neoplasia muestra grandes diferencias en su distribución según la etnia y la región geográfica, dado que es especialmente común en los negros americanos, mientras que Suiza exhibe la tasa de incidencia más elevada del mundo, dentro de la población blanca.
Si bien la etiología del cáncer prostático es desconocida, dentro de los factores de riesgo más estudiados se incluyen a los hormonales, sexuales y reproductivos, así como historia familiar, estilos de vida, ocupación y hábitos dietéticos.
Hombres y cáncer de próstata
Para estudiar la importancia de determinadas hormonas como factores de riesgo para este tipo de cáncer, se realizó una investigación que fue dirigida por la Dra. Ruth Travis y Ellie Watts, ambas con sede en el Departamento de Salud de la Población de Nuffield, Universidad de Oxford, Reino Unido.
El equipo procedió a estudiar un numerosos grupo conformado por 200,452 hombres, que forman parte del proyecto Biobank del Reino Unido. Todos estaban libres de cáncer y no ingerían ninguna terapia hormonal cuando se unieron al estudio.
Los voluntarios proporcionaron muestras de sangre, las que fueron analizadas para determinar sus valores de testosterona y una hormona de crecimiento llamada factor de crecimiento similar a la insulina-I (IGF-I). Los investigadores calcularon los niveles de testosterona libre en base a los valores obtenidos.
Con posterioridad, a un subgrupo de 9,000 hombres se les tomó una segunda muestra de sangre, para investigar las fluctuaciones naturales que se dan en los niveles hormonales.
Los hombres fueron seguidos durante un promedio de seis a siete años para ver si desarrollaban cáncer de próstata: hubo 5,412 casos de la patología y 296 muertes por su causa.
Con respecto a esto, Travis manifestó:
«Estábamos interesados en estudiar los niveles de dos hormonas que circulan en la sangre porque investigaciones previas sugieren que podrían estar relacionadas con el cáncer de próstata y porque estos son factores que podrían modificarse en un intento por reducir el riesgo de cáncer de próstata. El cáncer de próstata es el segundo cáncer diagnosticado con más frecuencia en los hombres en todo el mundo después del cáncer de pulmón y una de las principales causas de muerte por cáncer. Pero no hay consejos basados en la evidencia que podamos dar a los hombres para reducir su riesgo.”
Hormonas y riesgo de cáncer
Los investigadores encontraron que los hombres con concentraciones más altas de las dos hormonas – testosterona libre y de IGF-I- en la sangre tenían más probabilidades de ser diagnosticados con cáncer de próstata, investigación que fue presentada en la Conferencia de Cáncer NCRI 2019, que corresponde a un programa diseñado para investigadores que trabajan en todo el espectro de estudio del área oncológica.
Las concentraciones que se asociaron a mayor riesgo de tener cáncer prostático son: por cada aumento de cinco nanomoles en la concentración de IGF-I por litro de sangre (5 nmol / L), los hombres tenían un 9% más de probabilidades de desarrollar cáncer de próstata. Por cada aumento de 50 picomoles de testosterona ‘libre’ por litro de sangre (50 pmol / L), hubo un aumento del 10% en el riesgo de cáncer de próstata .
Al observar a la población globalmente, el equipo indica que sus hallazgos corresponden a un riesgo 25% mayor en los hombres que tienen los niveles más altos de IGF-I, en comparación con aquellos con los más bajos.
Por su parte, aquellos hombres con los niveles más altos de testosterona ‘libre’ enfrentan un riesgo 18% mayor de cáncer de próstata, en comparación con aquellos con concentraciones más reducidas.
Con respecto a los hallazgos, Travis aclaró:
«Este tipo de estudio no puede decirnos por qué estos factores están relacionados, pero sabemos que la testosterona juega un papel en el crecimiento y la función normales de la próstata y que el IGF-I tiene un papel en la estimulación del crecimiento de células en nuestros cuerpos. Lo que esta investigación nos dice es que estas dos hormonas podrían ser un mecanismo que vincula cosas como la dieta, el estilo de vida y el tamaño corporal con el riesgo de cáncer de próstata. Esto nos lleva un paso más cerca de las estrategias para prevenir la enfermedad«.
Los investigadores dicen que debido a que los análisis de sangre se obtuvieron algunos años antes de que los hombres estudiados desarrollaran el cáncer de próstata, es probable que los niveles hormonales conduzcan a un mayor riesgo de cáncer de próstata.
Gracias al gran tamaño muestral empleado en el estudio, los investigadores también pudieron tener en cuenta otros factores que pueden influir en el riesgo de cáncer, como son el tamaño corporal, el estado socioeconómico y la presencia concomitante de diabetes.
Travis y Watts continuarán examinando los datos de este estudio para confirmar sus hallazgos y adelantaron que en el futuro cercano planean centrarse en los factores de riesgo para los tipos más agresivos de cáncer de próstata.
El profesor Hashim Ahmed, profesor de urología en el Imperial College de Londres, que no participó en la investigación, comentó:
«Estos resultados son importantes porque muestran que hay al menos algunos factores que influyen en el riesgo de cáncer de próstata que pueden potencialmente a largo plazo, podría significar que podemos dar a los hombres mejores consejos sobre cómo tomar medidas para reducir su propio riesgo”.