Nuevo estudio evidencia el efecto positivo de la vitamina C como tratamiento contra la leucemia
La utilización de vitamina C en el tratamiento del cáncer continua siendo un tema de discusión desde que en la década de 1970 se comenzara a desarrollar investigación del tema. No obstante un nuevo estudio ha descubierto que la vitamina C podría funcionar como un mecanismo para detener la multiplicación de células leucémicas.
Este logro pertenece a los científicos del Perlmutter Cancer Center en Langone Health que pertenece a New York University (NYU) en Estados Unidos liderados por la doctora Luisa Cimmino.
El objetivo de esta investigación fue conocer los efectos de la vitamina C en el cáncer de sangre. Aunque existen pruebas respecto a la factibilidad de la vitamina C contra algunos tipos de cáncer, también se ha mencionado que disminuye la eficiencia de la quimioterapia en los pacientes. En este caso los científicos han encontrado pruebas positivas como tratamiento.
La leucemia es un tipo de cáncer que genera la multiplicación incorrecta de células originadas en la médula ósea. Este exceso de células blancas genera problemas en el desarrollo normal de los glóbulos rojos y plaquetas en la sangre. Es el cáncer más común en los niños y adolescentes y año con año se presentan entre 60 y 100 de nuevos caso en países occidentales.
Atendiendo estos números existen diversos equipos de investigación alrededor del mundo que buscan solucionar o disminuir esta enfermedad. Un ejemplo de eso es el estudio de NYU que gira alrededor de la enzima TET2 cuya función es la de generar células madre sin función o identidad específica, característica que puede beneficiar a los pacientes de leucemia.
Los datos de dicha investigación arrojaron que cambios en la genética de los pacientes pueden disparar la acción positiva de TET2, mientras que defectos genéticos reducen la presencia de la enzima.
Estos datos fueron obtenidos luego de estudiar tres tipos de leucemia en pacientes que dieron como resultado entre el 10% y el 50% de fallas y disminución en TET2.
Basados en esta información los científicos buscaron como simular genéticamente TET2 en pacientes con fallas en esta enzima y en conocer si la vitamina C tiene alguna incidencia. Para esto utilizaron pruebas en ratones genéticamente modificados con defectos en la genética de la enzima TET2. A través de ensayos médicos y de experimentación para “encender” o “apagar” el gen se obtuvo que en el primer caso las células madre funcionaron correctamente mientras que al estar apagada hubo disfunción en ellas.
Se sabe que enfermedades sanguíneas como la leucemia dependen del mal funcionamiento de una de las copias genéticas de TET2. Basado en esto, los científicos determinaron que una alta dosis de vitamina C intravenosa podría compensar la falla en la copia defectuosa amplificando las funciones del gen sano. Los resultados de la investigación en roedores informaron que restaurar la función de TET2 mediante altas dosis de vitamina C –un proceso llamado dismetilación del ADN- es un mecanismo funcional. Además de esto, la aplicación de vitamina C detuvo el crecimiento de células de leucemia humanas que fueron trasplantadas a los animales de prueba.
Con estos resultados los investigadores continuaron a la siguiente etapa en donde combinaron inhibidores de PARP, medicamento anticancerígeno aprobado y utilizado en pacientes con cáncer de ovario.
Finalmente de la combinación entre este medicamento y alta dosis vitamínica, los científicos concluyeron que de esta forma es potenciada la eficacia del tratamiento con vitamina C lo que dificulta la regeneración de células leucémicas.
Este estudio fue publicado en la revista científica Cell y puede consultarse en línea bajo el título de Restoration of TET2 Function Blocks Aberrant Self-Renewal and Leukemia Progression