BT13, molécula prometedora para tratar Parkinson
La molécula BT13 ha llamado la atención de un grupo de científicos finlandeses que investigan su potencial como agente terapéutico para detener la enfermedad de Parkinson, pues protege a las células productoras de dopamina.
Las personas con esta enfermedad suelen experimentar una pérdida severa de las células que producen dopamina, un neurotransmisor o mensajero hormonal y químico que desempeña un papel complejo en la salud mental y cerebral. La dopamina también ayuda a regular el movimiento, lo que explica el rasgo más característico de ese padecimiento.
En tanto se encuentran alternativas para estimular la producción de dopamina, los investigadores finlandeses realizaron experimentos en ratones para probar la capacidad de la molécula BT13 para aumentar la dopamina en sus cerebros.
Estudio del BT13
Los resultados del estudio, cofinanciado por la organización británica Parkinson’s UK, mostraron un aumento en los niveles del neurotransmisor, además de identificar que se activaba un receptor que protegía las células cerebrales encargadas de la producción de dopamina y evitaba que estas murieran.
Los tratamientos actuales enmascaran los síntomas de la enfermedad, pero no hay nada que pueda retrasar su progresión o evitar que se pierdan más células cerebrales, pues a medida que los niveles de dopamina continúan disminuyendo, los síntomas empeoran y pueden aparecer nueva secuelas.
Los investigadores de la universidad de Helsinki, en Finlandia, que presentaron sus resultados sobre la molécula BT13 en la revista Movement Disorders, trabajan para lograr un tratamiento. Si tienen éxito, beneficiarían a 6.3 millones de personas en el mundo; esto es una de cada 100 personas mayores de 60 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estos hallazgos tienen como precedente las investigaciones sobre otra molécula que se dirige a los mismos receptores en el cerebro, el Factor Neurotrófico Derivado de la Línea Celular Glial (GDNF, por sus siglas en inglés).
El tratamiento con GDNF promueve la supervivencia, el mantenimiento y la reparación de las neuronas dopaminérgicas; sin embargo, su administración es bastante compleja, ya que implica un cirugía para implantar 4 catéteres en el cerebro. En tanto que la molécula BT13 es más pequeña y podría administrarse a través de un tratamiento más accesible.
Con información de Medical News Today