La sorprendente capacidad de recuperación de las personas con un solo hemisferio cerebral

- Por

El órgano más complejo del cuerpo- el cerebro- está constituido por dos mitades o hemisferios, el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo.

Ambos hemisferios se encuentran conectados anatómicamente y funcionalmente entre sí por una estructura denominada cuerpo calloso, formado por millones de haces de fibras nerviosas que recorren todo el cerebro.

Si bien cada hemisferio está especializado en funciones distintas, la mayoría de las redes cerebrales emplean ambos hemisferios para poder funcionar. 

En el normal funcionamiento del cerebro, la información fluye entre los dos hemisferios, pero en el caso de la epilepsia, existen alteraciones en la transmisión del impulso nervioso, a modo de “cortocircuitos” en diversas áreas, que se manifiestan en las crisis epilépticas.

Cirugía en casos de epilepsia

De todos los casos de epilepsia, un 25% de los pacientes sufre un tipo que es farmacorresistente, donde se puede recurrir a intervenciones quirúrgicas para mejorar su pronóstico, como es la hemisferioctomía anatómica completa.

Esta cirugía se basa en la desconexión neuronal del hemisferio afectado, preservando la integridad de la parte vascular.

El procedimiento surgió por primera vez en el año 1928, para tratar tumores cerebrales malignos, pero posteriormente se amplió a los niños que tienen malformaciones cerebrales, convulsiones incontrolables o patologías donde el daño se limita a un solo hemisferio cerebral.

Riesgos de la cirugía

La cirugía que dura unas ocho horas implica varios riesgos, debido a que el tejido cerebral debe extraerse cuidadosamente, porque si llegara a quedar una pequeña fibra nerviosa del hemisferio dañado,  podría provocar convulsiones nuevamente y afectar el hemisferio sano. También existe el riesgo de cefaleas continuas y de edema cerebral.

Después de la cirugía, los niños pueden experimentar alteraciones en el lado opuesto de la operación, como la disminución de fuerza en sus manos y brazos; pérdida de visión y disminución de la capacidad de reconocer de dónde provienen los sonidos. 

Si bien muchos de estos efectos secundarios se recuperan con rehabilitación, en general, después del procedimiento, los resultados son asombrosos, porque la mayoría de los niños pueden caminar, hablar, leer y realizar tareas cotidianas. 

Sorpresa con los resultados

Nuevas exploraciones mostraron cómo los cerebros de adultos a los que se les extirpó un hemisferio en la infancia continúan funcionando, según aparece en una investigación publicada el martes en la revista Cell Reports.

El equipo cuantificó la conectividad funcional intrínseca en seis individuos que se habían sometido a una hemisferioctomía anatómica completa. Los seis sujetos fueron comparados con 1,482 controles sanos, empleando imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI).

Este estudio sugiere que algunas personas se recuperan tan bien de la cirugía debido a una reorganización en el hemisferio cerebral restante.

«Cada vez que miramos sus escáneres cerebrales, decíamos: ‘Wow, este cerebro realmente no debería poder funcionar’«, dijo Ralph Adolphs, neurocientífico cognitivo del Instituto de Tecnología de California y coautor del estudio, porque  “Si toma cualquier otro sistema que tenga una serie de partes cuyas funciones dependen todas unas de otras, como el corazón, y lo divide por la mitad, no funcionará. Tomas mi laptop y la cortas por la mitad, no va a funcionar”.

La neuroplasticidad es la clave

«El cerebro es notablemente plástico«, «Puede compensar la pérdida dramática de la estructura cerebral, y en algunos casos las redes restantes pueden soportar la cognición casi típica«, dijo Dorit Kliemann, neurocientífica cognitiva del Instituto de Tecnología de California y la primera autora del estudio. 

También los investigadores descubrieron que aunque el tipo de conexiones seguía siendo el mismo en los individuos con un solo hemisferio, las diferentes regiones responsables del procesamiento de los distintos tipos de información complementaban las conexiones existentes, estableciendo comunicaciones más frecuentes entre sí, en comparación con los cerebros completos.

Era casi como si partes del cerebro que normalmente se hubieran especializado, adquirieran nuevas funciones, como expresa el Dr. Behrmann. «Sus redes cerebrales parecen ser multitarea«.

Resultados según la edad

Los resultados son alentadores para los investigadores y las familias que intentan comprender cómo se adapta y funciona el cerebro después de una hemisferioctomía, aún en edades más allá de la infancia.

Porque hasta hace poco, el consenso científico se ha basado en que la hemisferioctomía tiene mejores resultados si se realiza a una edad muy temprana- antes de que un niño alcance los 4 ó 5 años- para que puedan recuperar la función normal a medida que crecen. 

Porque si bien, la neuroplasticidad se da más fácilmente en la primera infancia, el nuevo estudio sugiere que la cirugía no debe descartarse después de una edad determinada de manera arbitraria. 

Un factor más importante en los resultados de la cirugía del paciente es la edad a la que comienzan las convulsiones, pues en el caso que la duración de las crisis convulsivas y el daño cerebral resultante son limitados, los pacientes pueden recuperar más funciones cerebrales con la cirugía.

Como explica Lynn K. Paul, neurocientífica del Instituto de Tecnología de California y coautora del estudio: «El otro hemisferio ya tiene que manejar responsabilidades adicionales antes de que los pacientes reciban tratamiento«, “Continúa haciéndolo cuando sacas el hemisferio dañado. Entonces, lo que realmente queremos es proteger el hemisferio que está funcionando”.