El plomo mata a 256 mil personas al año en EEUU

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Dentro de las exposiciones a metales, la intoxicación por plomo es la más común, dado los múltiples usos que tiene este elemento. Esta exposición se produce a partir del plomo que queda en el ambiente, debido al uso del combustible, pinturas y artículos de plomería.

También a partir de exposiciones continuas de productos alimenticios, emisiones de fuentes industriales y la contaminación producida por las empresas de fundición de plomo y baterías. Una vez en contacto con el cuerpo, este metal es rápidamente absorbido a nivel pulmones y gastrointestinal.

Aunque este metal afecta al organismo entero, las manifestaciones más evidentes se dan a nivel nervioso periférico, renal, cardiovascular y aparato reproductor.

En el caso de la mortalidad por enfermedad cardiovascular, que generalmente se atribuye a factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes y la falta de actividad física. Pero en estos últimos años se ha visto que la exposición al plomo ambiental también predispone al desarrollo de hipertensión y constituye un posible factor de riesgo asociado con esta patología, aunque su contribución a las muertes en los E.E.U.U. no está bien definido.

Exposición crónica y mortalidad

Las estimaciones previas, que suponían que la exposición al plomo en bajos niveles no incrementaban el riesgo de muerte prematura se vieron desestimadas, dados los resultados publicados en un nuevo estudio observacional que apareció recientemente en la revista The Lancet Public Health.

Los hallazgos sugieren que unas 256,000 muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares ocurridas en los E.E.U.U.-incluidas 185,000 muertes por cardiopatía isquémica- pueden estar vinculadas con la exposición histórica al plomo en grupos de adultos, tanto de mediana edad como de adultos mayores.

Metodología de trabajo

El estudio empleó datos de 14,289 personas en los E.E.U.U.- con edades comprendidas desde los 20 años-, obtenidos de la Tercera Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES-III) entre los años 1988 y 1994, realizándoles un seguimiento hasta el 31 de diciembre del 2011.

Todos los participantes se sometieron a un examen médico al inicio del estudio, incluido un análisis de plomo en sangre y una prueba de orina para detectar cadmio, además de entrevistas sobre estilo de vida y patologías concomitantes.

Resultados

Después de un promedio de 19,3 años, un total de 4,422 personas murieron: incluidas 1,801 por enfermedad cardiovascular y 988 por enfermedad cardíaca.
Este nuevo estudio encontró que aún los bajos niveles de plomo encontrados en sangre- entre 1-5 microgramos de plomo por decilitro de sangre- aumentan el riesgo de muerte prematura, especialmente por enfermedades cardiovasculares.
En la medición inicial, el nivel promedio de plomo encontrado en la sangre de los voluntarios fue de 2,7 μg / dL, pero varió desde valores inferiores a 1 hasta 56 μg / dL. Uno de cada cinco participantes (3,632 personas) tenían niveles de 5 μg / dL o más, y los que exhibían los niveles más elevados de plomo en sangre eran individuos mayores, tenían un menor nivel educacional, mayoritariamente de sexo masculino, fumaban, ingerían más alcohol, seguían dietas menos saludables, tenían colesterolemia más elevada y mayor probabilidad de padecer hipertensión arterial o diabetes.
Casi 1 de cada 10 participantes- un 8% del total- tenía niveles de plomo  indetectables en el análisis de sangre, por lo que se les dio un nivel de referencia de 0,7 μg / dL .
En general, las personas que exhibían niveles altos de plomo (6,7 μg / dL) tenían: un 37% más de riesgo de muerte prematura por cualquier causa, un 70% más de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular (ECV) y el doble del riesgo de muerte por cardiopatía isquémica, en comparación con las personas con valores inferiores (1 μg / dL).
Haciendo uso de estos niveles de riesgo, los investigadores estimaron la mortalidad actual en adultos de 44 años o más en los E.E.U.U. que podrían haberse evitado si la exposición histórica al plomo no hubiera sucedido.
En general, encontraron que hasta el 18% de la mortalidad anual en el país ocurriría entre personas que tuvieran niveles de plomo superiores a 1 μg / dL. Estimaron que el 28,7% de las muertes prematuras por ECV podrían atribuirse a la exposición al plomo, incluida un 37,4% de fallecimientos por cardiopatía isquémica.

Importancia de este estudio

Este estudio es el primero en estimar el número de muertes en los Estados Unidos debido a una baja exposición a plomo utilizando una muestra representativa a nivel nacional.

Según el autor del artículo, el Profesor Bruce Lanphear, de la Simon Fraser University, Canadá: «Nuestro estudio pone en duda la suposición de que sustancias tóxicas específicas, como el plomo, tengan ‘niveles seguros’ y sugiere que la baja exposición al plomo ambiental es un factor de riesgo para la muerte prematura en los E.E. U.U., particularmente para las enfermedades cardiovasculares«. «Nuestro estudio estima el impacto de la exposición histórica al plomo en adultos que en la actualidad son mayores de 44 años en los Estados Unidos, cuya exposición al plomo ocurrió en los años previos al inicio del estudio«.
Si bien hoy en día la exposición a este metal es menor- a causa de las normativas que prohíben su empleo en los combustibles, pinturas y otros productos de consumo habitual- aún así, el plomo representa una causa importante de morbimortalidad, por lo que hay que implementar medidas de salud pública para disminuir la exposición a este elemento, como reducir el número de viviendas antiguas, eliminar los combustibles para jets que contienen plomo, reemplazar las tuberías antiguas y reducir las emisiones de los fundidores y las instalaciones de baterías de plomo.

Limitaciones del estudio

Los propios autores señalan algunas limitaciones del estudio, incluyendo que sus resultados se basan en una prueba de plomo en sangre tomada al comienzo del estudio y, por lo tanto, no pueden determinar ningún efecto de la exposición adicional al plomo después del inicio del estudio.

También se desconocen otros posibles factores de riesgo para ECV que pudieron haber incidido en los resultados, como la exposición al arsénico o la contaminación atmosférica.