Perros, ¿propensos a padecer ansiedad?

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Una investigación realizada en Finlandia analizó el comportamiento de las razas comunes en ese país, y encontró que 70 por ciento de los perros son propensos a padecer ansiedad.

Estos entrañables compañeros hogareños pueden sufrir el padecimiento en una importante proporción. Se encuentran entre las mascotas más populares y reconocidas en todo el mundo por su inteligencia, lealtad, capacidad de entregar amor y compañía, así también como por su habilidad para realizar ciertos trabajos y para brindar asistencia a personas con algunos problemas de salud.

Esto se refleja en informes estadísticos recientes que indican que hasta 89,7 millones de perros proporcionaron compañía a los humanos en los Estados Unidos solo en el 2017.

Pero debido a esta estrecha interacción y a variados factores ambientales y genéticos, también están sujetos a padecer algunos trastornos psicológicos como el estrés y la ansiedad.

Un reciente estudio de la universidad de Helsinki en Finlandia analizó los comportamientos exhibidos por 13 715 perros domésticos de Finlandia, pertenecientes a 264 razas diferentes. Sus hallazgos aparecen en informes científicos.

Los investigadores solicitaron a los dueños de los animales que completaran cuestionarios sobre datos de los comportamientos relacionados con siete rasgos de la ansiedad: sensibilidad al ruido, miedo general, miedo a las superficies, impulsividad o falta de atención, compulsión, agresión y comportamientos relacionados con la ansiedad por separación.

El equipo, tras observar los datos entregados por la encuesta, encontraron que el 72,5 % de los perros manifestaron comportamientos similares a la ansiedad.

Del número total de perros se encontró lo siguiente:

  • El 32 % tenía sensibilidad al ruido, lo que significa que padecían miedo a al menos un sonido. En este caso, el temor más común era el de los sonidos producto de los fuegos artificiales, que tenía una prevalencia del 26 %.
  • El miedo general afectó al 29 % de los perros estudiados: «Específicamente, el 17 % de los perros mostraron miedo a otros perros, el 15 % a los extraños y el 11 % a las situaciones nuevas».
  • Los comportamientos ansiosos menos comunes que se evidenciaron fueron los relacionados con la separación, que afectaron al 5 % de los perros, y la agresión, que los propietarios informaron en el 14 % de los perros.

También se pudo observar que algunos comportamientos eran dependientes de la edad de los animales:

  • Las manifestaciones de ansiedad parecían acentuarse a medida que los perros envejecían. Estos comportamientos incluyeron la sensibilidad al ruido (en particular, el miedo a los truenos) así como temor a las alturas y la ansiedad al caminar sobre algunas superficies, como las rejillas metálicas.
  • Los perros más jóvenes tenían más probabilidades de evidenciar comportamientos relacionados con la ansiedad por separación, como orinar en el piso o causar daño a los muebles.
  • Los perros de menor edad también mostraron más propensión a ser impulsivos.

Así mismo, hubo diferencias en el comportamiento por sexos, ya que los machos tenían mayor tendencia a mostrar agresividad e impulsividad, mientras que era más factible que las hembras exhibieran miedo.

Diferencias entre razas

El estudio sugiere que los comportamientos ansiosos podrían variar según las diferentes razas de perros, observación que concuerda con estudios anteriores.

Es así que las razas como Lagotto Romagnolos, los Wheaten Terriers y los perros de raza mixta tenían mayor prevalencia de sensibilidad al ruido, mientras que los Schnauzers miniatura y los Staffordshire Bull Terriers mostraban menor sensibilidad a estos estímulos sonoros.

Con respecto a la ansiedad generada por los ruidos, los perros de aguas españoles, los pastores de Shetland y los de raza mixta fueron los ejemplares en los que el miedo era la manifestación más común. El temor a ciertas superficies y a las alturas fueron más frecuentes en los perros de raza mixta y en los Rough Collie.

Entre las razas grandes y pequeñas también había diferencias en términos de ansiedad. Por ejemplo, entre los Schnauzers en miniatura que fueron evaluados en el estudio, el 10,6 % mostró agresión hacia extraños, en comparación con tan solo el 0,4 % de los Labradores.

Posibles causas

Si bien los investigadores no pueden decir con certeza a qué se debe que estos comportamientos ansiosos sean tan prevalentes en los perros, plantean como hipótesis que su composición genética puede estar relacionada con la predisposición a experimentar diferentes tipos de ansiedad. «El comportamiento tiene un componente genético importante, pues se conoce que algunas áreas genómicas están asociadas con comportamientos problemáticos, incluyendo compulsión, miedo y sensibilidad al ruido».

Pero también agregan que los factores ambientales, así como el entrenamiento que reciben los perros, son variables para considerar, pues estos interactúan con la predisposición genética, lo que gatilla o suprime ciertos comportamientos.

Los investigadores concluyen que «dado que la ansiedad puede afectar el bienestar y el comportamiento, se deben hacer esfuerzos para disminuir la prevalencia de estas ansiedades caninas. Las formas adecuadas de crianza pueden ayudar a mejorar el bienestar del perro, al igual que los cambios en el entorno de vida».


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